Cristina miró a Gonzalo y dijo:
—Espérame en el coche, iré a verlo.
A Gonzalo no le gustaba estar en lugares donde había mucha gente.
Era fácil desencadenar su manía cuando había mucha gente.
Gonzalo asintió y pidió a Pascual que acompa?ara a Cristina.
Abajo, en la entrada del salón.
Lola estaba sujetando el brazo de Luca apoyado en su costado.
Todas las mujeres felicitaron a Lola diciendo que era muy feliz.
Lola era muy gentil y muy agradable de llevar, lo que hacía que la gente se sintiera bien.
Por supuesto, también hubo palabras que a Lola no le gustó escuchar, como preguntar qué significaba su post antes y decir que Cristina tenía suerte de que casarse con Gonzalo.
Estas palabras como una bofetada invisible golpearon la cara de Lola y Luca.
Cuando Lola vio a Cristina, la saludó inmediatamente y quizo cogerla del brazo.
Cristina evitó su mano y la miró fríamente:
—Lola, ?cuántas veces quieres que te diga que la hija ilegítima no es dignas de llamarme hermana?