"Está nevando…"
En medio de la noche, llena de oscuridad y soledad para él. Sobre el techo de la mansión, en completo silencio mientras el frío nocturno del tan cercano invierno le rozaba el cuerpo, vio caer un copo de nieve frente a sus ojos. Con esto, para gran parte del país, el invierno ha comenzado…
"Ya pasaron cinco meses…"
Desde su invocación hasta este momento, el tiempo ha transcurrido con normalidad. En este momento todos duermen en sus habitaciones, mientras que el solo se queda vigilando toda la noche. No necesita comer, no necesita dormir, pues este cuerpo que el Santo Grial le otorgó podía sobrevivir sin las necesidades básicas de un ser humano normal. Tampoco parecía envejecer, por lo que solo le quedaba esperar a la guerra. La única forma en la que puede morir ahora es perdiendo todo su maná o siendo asesinado por un ser más fuerte, pero todavía faltaba poco más de año y medio para encontrarse con los demás Servants.
'Tokiomi-sama dijo que podía volverme más fuerte tomando el maná de otras personas, pero…'
Existen diferentes métodos para obtener el maná de otras personas. En el caso de Toru, quien es un Servant de clase Assassin, puede obtener ese maná matando gente. Pero a él no le gusta esa idea. Salir a matar personas solo porque si no era de su agrado. Tal vez para el Toru de 14 años hubiera estado bien, pero para el Toru de la actualidad, quien está consciente de lo que conlleva matar a una persona, era una idea que le desagrada bastante.
Tokiomi le explicó a Toru como era esto. Aun así, era extraño que el Grial no le haya proporcionado información de cómo fortalecerse para la guerra. Tanto Kirei como Tokiomi se miraron entre sí al darse cuenta de que Assassin no tenía esta información. Era como si el mismo Grial no quisiera que Assassin se fortaleciera, pero al final ellos tomaron esto como un simple error que puede pasar.
"Haa… aún falta mucho…"
[Cuando más quiero matar mis recuerdos, más gobiernan mi mente]
A pesar de que estos cinco meses han sido bastante tranquilos, Toru aún seguía pensando una y otra vez en lo que vivió en el Trono de Héroes. Esto se había convertido en su nuevo trauma. El solo quería terminar con esto.
'Tengo que ganar… si gano podré cumplir mi deseo'
En la fría noche, Toru pensó seriamente en su futuro como Servant. Su deseo era el más egoísta y cruel de todos, pero es lo que eligió. El no creía ser digno de regresar al Mundo Impuro junto a Kyoko y a sus amigos de Akatsuki, de ahí su deseo de desaparecer. Además, él tampoco quería regresar al Trono de Héroes, pues de alguna forma sentía que ese lugar era diferente para él por alguna razón.
Su mirada se ensombreció. Sacó las dagas del sello en sus muñecas y frunció el ceño.
'Si tan solo mi Shigan pudiera matar los recuerdos, todo sería más fácil, pero no lo es. Nunca fue fácil, siempre debe haber alguna complicación. Estoy consciente de ello, pero me es difícil mantener ese pensamiento en mi cabeza. Todo siempre es tan difícil…'
La dificultad de una nueva vida.
"Basta de pensar en cosas tan pesadas…"
La dificultad que se halla en un deseo que muestra su propia muerte. No pensar en ello no era la solución, pues al final el pasado solo renace más fuerte en su mente. ¿Qué hacer para dejar de ser así? Él no tenía una respuesta, pero tenía un camino que podía recorrer en busca de esa respuesta, justo como aquel momento en que se enfrentó a Madara.
'Otra vez pienso demasiado en las cosas. Uh…'
Toru lo había olvidado.
'Haa… Mañana tengo que acompañar a Aoi-sama de compras. La navidad está muy cerca e irónicamente, el cumpleaños de Alek Gusev también…'
Con su mirada vacía, sonrió y se puso de pie. Tal vez era una estúpida y cruel casualidad, pero han pasado 5 meses desde que fue invocado. Faltaban 5 meses para su cumpleaños el día que murió. De forma irónica, el 19 de Diciembre cumplirá 17 años… irónicamente… Ese era el día en que nació Alek Gusev…
-Al día siguiente-
"¿Puedes llevar esto por mi?"
Aoi sostuvo la caja de un pastel y miró a Toru con una sonrisa. En respuesta, él asintió con la cabeza y aceptó el encargo. Sujetó el pastel con una de sus manos, mientras que en la mano restante llevaba algunas bolsas de compras variadas. A pesar del frío del invierno, Toru seguía vestido con su traje de mayordomo, mientras que Aoi llevaba ropa gruesa para evitar el frío.
"¿Qué más tenemos que comprar?"
"¿Oh? Bueno, dejame ver…"
Leyendo una lista, Aoi asintió con la cabeza y miró a Assassin.
"No hay nada más que debamos comprar. Aunque me gustaría comprarte ropa un poco más a la moda. Se ve que te incomoda vestirte como un mayordomo"
"No hace falta, Aoi-sama. Estoy bien con lo que tengo. Ya he logrado acostumbrarme"
"Ya veo. Eres un muchacho muy adorable. Te compraré algún dulce de camino a casa"
"Lamento decirle que las cosas dulces no son de mi agrado"
"¿En serio? Pero si la otra vez te vi comiendo un pan dulce"
Toru frunció el ceño.
"Eso es un asunto aparte. Realmente me desagradan los alimentos que contienen demasiada azúcar. Me empalago muy fácil…"
"Ya veo. Si tan solo Rin-chan fuera igual que tu, no tendría que llevarla al dentista tan seguido. Debo agradecerte por cuidar de mis hijas siempre. Rin puede ser una niña algo inquieta, pero Sakura es más calmada. Tal vez Sakura salió igual a mi, fufufu…"
Con una risa modesta, la sonrisa de una esposa japonesa perfecta, Aoi se adelantó y miró a Toru.
"Apresuremonos. Tengo que preparar algunas cosas para la cena"
"Uh… si…"
***
Unas horas más tarde, Toru se encontró de vuelta mirando las flores. Sakura estaba a su lado, en silencio esta vez. Ella miró el cielo y luego la nieve que poco a poco se iba acumulando en el suelo y en el techo de la mansión. Rin no estaba aquí para evitar este encuentro debido a que estaba estudiando magia junto a Tokiomi.
"Oh…"
Tomando una rama del suelo con una sonrisa, Sakura escribió algo en el suelo, justo al lado de Toru.
"Tōsaka Sakura"
Dijo ella mientras dibujaba los kanjis de su nombre en la nieve. Toru la miró obviamente confundido hasta que la niña le dio la rama.
"Ahora es tu turno"
"..."
Toru negó con la cabeza.
"No puedo revelar mi nombre"
"Esta bien si me lo dices. No le diré a nadie. Lo prometo"
"Aunque usted lo prometa, Ojou-sama, no puedo. Mi identidad es secreta por una razón y usted ya debe saberla"
Sakura miro las flores cubiertas de nieve con una sonrisa amable.
"Si no le digo a nadie, nada malo pasará. Será nuestro secreto, ¿si?"
Sakura últimamente ha estado haciendo de todo para descubrir el nombre de Assassin. Toru ya estaba un poco cansado de esto, pues cada intento de Sakura por descubrir su nombre era extrañamente creativo. Hubo momentos en los que Toru estuvo a punto de ceder por el estrés, pero podía manejar sus propias emociones así que siempre se abstuvo de revelar cualquier información personal.
Aunque parecía que este sería el día…
"¿Qué hacen ustedes dos aquí? Esta haciendo frio"
Apareciendo a espaldas de Toru, Rin miró por encima del hombro de este último, quien estaba agachado, y se percató de que el nombre de Sakura estaba dibujado en la nieve. Ella supo lo que su hermanita quería lograr casi al instante. Aunque le costaba admitirlo, ella también sentía curiosidad por el nombre de Assassin. Así que se unió a esto"
"Tōsaka Rin"
Quitándole la rama a Toru, Rin dibujó el kanji de su nombre en la nieve y miró su hermosa caligrafía con una sonrisa. Hinchó el pecho con orgullo y le entregó la rama a Assassin.
"Ahora es tu turno"
Sakura sonrió al ver que su hermana tenía las mismas intenciones. Ambas miraron muy de cerca a Toru, quien se sintió presionado por esto. El solo bajó la mirada y suspiró cansado. Luego de eso, se puso de pie e intentó dar un salto para subir al techo, pero sintió cuatro pequeñas y frías manos agarrándole de la capa. Él miró hacia atrás y se dió cuenta de que estas niñas no le iban a dejar huir.
'Que problema…'
Toru entendía que estas niñas, al ser muy jóvenes, no conocen los límites de la privacidad humana. Bueno, era su nombre lo que estaba en juego, pero… pensándolo detenidamente, él sospechaba que, aunque los demás conozcan su nombre, no hay forma de que alguien en este mundo conozca su historia. Él proviene de un mundo diferente a este, un mundo enteramente de shinobis. Además, este mundo parecía tener una historia similar a la del mundo de Alek Gusev. Partiendo de eso, no importa el nombre, sino la historia detrás de este último.
Si, este era un problema, pero para evitar eso, Toru se resignó a las miradas penetrantes de estas niñas y tomó la rama entre sus manos. Al ver este gesto, Sakura y Rin se miraron entre sí, pues lo habían logrado. Estas niñas de menos de cinco años de edad lograron ganarle a un adolecente en esta guerra psicológica. Bueno, psicológicamente hablando, es muy fácil vencer a este Assassin.
"Asahi…"
Dijo él mientras dibujaba en la nieve.
"Es mi apellido. Se escribe con el kanji de 'sol de la mañana', pero también se puede leer como 'sol naciente o amanecer' dependiendo del contexto en el que la palabra se use."
Entrecerró los ojos.
"Tōru, mi nombre de pila. Se puede expresar con kanjis variados del idioma japonés. Mar, transparente, disfrutar, suavemente, libremente; son algunas formas de escribirlo. Mi madre me enseñó a escribir mi nombre con el kanji 'Transparente'"
Kyoko pensaba que Toru, al crecer, sería una persona que se muestra tal y como es, una persona que no tiene secretos, una persona "transparente", de ahí el nombre Tōru. Pero irónicamente, Toru es una persona llena de secretos, una persona que vive con una máscara que oculta su verdadero yo. El no le hacía honor al nombre que su madre le puso…
Con esto, Sakura y Rin miraron lo que Toru escribió en la nieve y se sintieron decepcionadas. Rin no tardó en sacar a relucir lo horrible que era la caligrafía de Toru.
"Escribes horrible…"
Toru asintió con la cabeza.
"Lo sé. La caligrafía no es mi punto fuerte…"
Pero en lugar de sentirse ofendido o algo por el estilo, él simplemente lo admitió. Escribir era una de las cosas que Toru no hacía bien. Incluso en su vida pasada, su caligrafía era pésima, pero esto tiene una explicación lógica. El cerebro de Toru solo prioriza la recepción de información, por lo que inconscientemente no le toma importancia a la caligrafía a la hora de escribir. En otras palabras, Toru piensa más rápido antes de que su cuerpo reaccione correctamente. En batalla esto no es un problema, pero en cosas sencillas como escribir si.
Con esto, Sakura le dio unas palmaditas en la espalda a Toru para animarlo.
"No te preocupes, Onii-san. Mi caligrafía tampoco es buena"
"Ojou-sama… usted tiene cuatro años, yo estoy por cumplir diecisiete…"
Esa era la gran diferencia. Además, él no estaba contando los años de su vida pasada, pues allí vivió veintisiete años con la misma caligrafía pésima, pero en ruso. Si una persona ajena al idioma viera algo escrito por Alek Gusev, sentirían que están leyendo algunos textos antiguos, pero realmente sólo sería la fea caligrafía de aquel científico.
Dejando eso de lado, Rin y Sakura escucharon algo interesante.
"¿Estás por cumplir diecisiete años? Pensé que tendrías alrededor de dieciocho o diecinueve años"
Toru negó esto. Sakura solo estaba juzgando a Assassin por su apariencia tan desgastada que no sería normal en una persona de este mundo.
"Eso es incorrecto. Aun así, morí cinco meses antes de cumplir diecisiete años. El 19 de Diciembre, esos cinco meses se cumplirán desde que fui convocado; ese día será mi cumpleaños…"
Rin frunció el ceño. Toru no parecía muy convencido por este futuro cumpleaños que está a la vuelta de la esquina.
'Si yo fuera Assassin, estaría emocionada, pero…'
A Toru no parecía gustarle esto. A diferencia de esa mirada inexpresiva, Toru tenía una cara de decepción. Ellas no sabían el por qué de esto, pero a Sakura no le importó. Ella ya tenía un plan en mente.
"Toru-oniisan"
Sakura sonrió.
"Sé paciente"
Toru solo se quedó callado mientras Rin se cruzaba de brazos. Está niña estaba planeando algo, el podía verlo en esa sonrisa inocente. Así que solo se dió la vuelta y desapareció de un segundo a otro.
"Sakura… ¿por qué te importa tanto ese Servant?"
Su hermanita menor la miró con la misma sonrisa y le contestó:
"Porque él ha estado solo por mucho tiempo"
Y Sakura sabía lo que significaba sentirse sola y abandonada. Solo que fue algo que no le dijo a su hermana mayor para no preocuparla. Ahora, con un plan de cumpleaños para Toru en mente, Sakura entró a la mansión antes de que haga más frío, dejando a Rin pensativa.
'Solo…'
Ahora que ella lo pensaba detenidamente, Toru siempre tenía esa extraña aura de soledad rodeándolo. Levantando la mirada, vio que Toru estaba sobre el techo de la mansión, mirando la nieve con una expresión nostalgia y una leve sonrisa que de algún modo se le hacía dolorosa.
'No creo que alguien como él haya estado solo'
Después de todo él es muy guapo…
'¡Ahhhhh! ¡¿En qué estoy pensando?!"
Para apagar las llamas rojizas que se encendieron dentro de su rostro para darle aquel típico color sonrojado, Rin metió la cara en la nieve, para luego darse cuenta de lo estúpido que fue hacer eso. Avergonzada, tratando de que Toru no se diera cuenta, se adentro en la mansión para buscar a su hermanita menor.
-Días después-
Aquel día en el que la vida trágica de Alek Gusev comenzó llegó finalmente. En este día, Toru prefería estar solo para intentar no recordar el pasado como siempre, pero él sabía bien que estar solo no es suficiente para olvidarse del pasado. No podía mirar las flores debido a que la nieve las cubrió todas por completo, no podía apreciar la vista nevada de Fuyuki debido a que no podía usar el control de la gravedad de su Rinnegan para volar. Solo, en el techo, tomando una taza de café sin azúcar, trato de "inspirarse" en su propia soledad. Pensar en el pasado se estaba volviendo agobiante. Para evitarlo, él trataba de llenar su mente con otros temas mientras estaba solo. Lo que mejor le funcionaba era recordar las fórmulas matemáticas más difíciles para resolverlas en su propia mente. Era algo que le ayudaba bastante.
Kirei le permitía actuar de esta forma debido a que aún faltaba mucho para la guerra. Lo único que tenía que hacer obligatoriamente era entrenar con su con él durante las tardes, después de eso, el tiempo restante podía ser usado en cualquier cosa.
"Onii-san"
La voz de Sakura repentinamente sacó a Toru del mundo de los pensamientos. Bajando la mirada, vio a la niña que llevaba ropa bastante abrigada. Ella tenía una caja en sus manos, cuyos guantes eran tan grandes que le dificultan agarrar la caja.
"Ojou-sama…"
Apareciendo delante de Sakura, Toru hizo una elegante reverencia y luego la miró a los ojos.
"Buenos días. Quería mostrarte algo que preparé para ti"
Él no esperaba esto. Aun con la caja en la mano, Sakura tomó la mano de Toru.
"Sígueme"
El solo obedeció y fue guiado al interior de la mansión por está niña. Cuando llegaron adentro, caminaron por todo el lugar hasta llegar a la cocina. Allí, los ojos de Toru se abrieron confundidos, pues al pasar por la puerta, vio a Rin y a Aoi junto a un pastel con diecisiete velas. El por un segundo frunció el ceño, pero…
"Feliz cumpleaños, Toru-chan"
Dijo Aoi, lo que fue suficiente para hacer que Toru se quedará congelado recordando el pasado. Era muy parecido a cuando Kyoko lo llamaba y de la nada aparecía con un pastel diciendo lo mismo que Aoi dijo. Ese recuerdo…
"¡¿?!" x3
Todas se quedaron calladas y sorprendidas porque…
Toru estaba sonriendo…
'Tal vez esto es lo que necesitaba…'
Se acercó al pastel y lo miró detenidamente.
"¿Qué esperas? ¡Apaga velas!"
Rin instó a Toru a hacerlo, quien, con aquella sonrisa leve y calmada, juntó sus manos y conectó los sellos.
"Fūton…"
Una suave brisa pasó por encima del pastel y las velas se apagaron. Aoi y Sakura aplaudieron, mientras que Rin le metió el dedo al pastel para ser la primera en probarlo, sin embargo, Aoi se percató de esto y le dio una pequeña palmada a la mano de está niña antes de que logré su cometido. Rin la miró, pero inmediatamente se sintió intimidada por la mirada asesina de su madre.
"Gracias…"
Repentinamente Toru, de forma extraña, expresó lo que sentía. Estás tres chicas sonrieron ante las palabras tan modestas de Toru. Al final, él no era un chico tan frío como aparentaba.
"Bueno, ¿Qué tal si comemos pastel?"
Aoi comenzó a partir el pastel. Toru se puso un poco nervioso, ya que las cosas dulces no son de su agrado, pero tampoco quería desperdiciar el esfuerzo que debió haber hecho Aoi al hacer el pastel. Así que, sin importar si siente náuseas por el dulce del pastel, él se iba a comer todo el bizcocho si era posible.
Después de unos pocos segundos, Aoi le ofreció una porción del pastel en un plato a Toru, quien lo aceptó haciendo una reverencia. Tomó el tenedor que esta mujer le ofreció y luego miró el pastel detenidamente. Rin observó a Toru expectante, pues ella, aunque le cueste admitirlo frente a todos, hizo el pastel junto a su madre. Además, ella también tiene preparado un regalo para este chico. Aunque para ella se sentía raro regalarle algo a alguien, pues normalmente es Kariya quien le regala cosas.
Toru tomó un pedazo del pastel con el tenedor y se lo llevó a la boca. Sorprendentemente, el pastel no estaba tan dulce como parecía. Miró a Aoi buscando una explicación.
"Cómo dijiste que no te gustan las cosas dulces, trate de no ponerle mucha azúcar a este pastel"
"Ya veo… está delicioso"
No, eso era una mentira. Para Toru, este pastel, a pesar de que no tenía tanta azúcar, aún tenía mal sabor. Bueno, él no es una persona normal, así que sus gustos tampoco serán normales. Aun así, escuchar a Toru decir que el pastel estaba delicioso, hizo que Rin y Aoi se miraran entre sí con una sonrisa. Mientras que Sakura, quien comía su ración de pastel en silencio, miró la caja con el regalo para Toru. Ella quería darle el regalo en privado. Así que debía esperar a que su hermana mayor fuera la primera en dar su regalo para así poder entregar el suyo.
Después de que Toru se tragara la mitad del pastel con pequeñas lágrimas asomándose por las comisuras de sus ojos, Aoi le dió un pequeño empujón a Rin, quien, avergonzada, se acercó a Toru con una cajita negra decorada con cintas rojas que tenía entre las manos. Ella miró al chico frunciendo el ceño, pues estaba intentando ocultar su vergüenza.
"Esto… esto es para ti…"
Extendiendo las manos temblorosas y evitando el contacto visual, Rin le entregó la caja a Toru. Él la aceptó haciendo una reverencia.
"Gracias…"
Al escuchar esto, Rin sonrió e hinchó el pecho con orgullo.
"Es lo menos que puedes decir"
Aun así, después de decir esto, al ver que Toru iba a abrir la caja, ella rápidamente se escondió detrás de Aoi.
"Oh…"
Toru levemente abrió los ojos al ver el contenido de la caja. Era un arete con forma de garra. Era bastante similar al que ya tenía en la oreja izquierda, solo que este estaba hecho con otro material. Parecía estar hecho de plata con algunos detalles en cobre. Cómo a Toru no le importaba el valor monetario de los regalos, él solo hizo una reverencia ante Rin.
"Lo cuidaré mucho. Gracias, Ojou-sama"
Está era la primera vez en mucho tiempo que recibía regalos en su cumpleaños, así que no sabía muy bien cómo actuar. Decidió seguir lo que su corazón le decía y terminó agradeciéndole a Rin dos veces. La niña solo sonrió orgullosa de sí misma. Con esto, Toru dejó la caja a un lado y se puso el arete en la oreja derecha.
"Ahora va mi regalo"
Aoi se puso frente a Toru y le hizo un gesto con la mano para que se agache. El obedeció e hizo lo que la mujer le pidió. Cuando menos se lo esperó, recibió un pequeño beso en la frente. Aoi le acarició el cabello a Toru y le sonrió.
"Gracias por siempre ayudarme a cuidar de mis hijas. En estos cinco meses, me has ayudado tanto que simplemente no puedo evitar confiar en ti. También te compre ropa"
Señalando una maleta que estaba cerca de la puerta, Aoi asintió con la cabeza. Toru le respondió con una voz suave.
"Gracias…"
Había algo raro en toda esta situación. Aoi hacía muchas cosas que Kyoko hacía. Pero esto no parecía algo malo, pues de alguna forma hacía que Toru se olvide de todo lo que lo atormentaba. Aoi estaba actuando como una madre para este chico y esto lo estaba ayudando bastante.
"Bien. Con esto, solo falta el regalo de Sakura-chan"
"¿Uh? ¿Yo? Si, pero…"
Aoi entendió el silencio de Sakura enseguida.
"Está bien. Vamos, Rin-chan. Hablemos un poco"
"¿Qué? ¿Por qué? Yo también quiero ver el regalo de Sakura"
Aoi la tomó de la mano.
"Vamos"
"No. Espera. ¡Sakura!"
Aoi se llevó a Rin y dejó a solas a Sakura y Toru. Ella solo se quedó callada mirando el plato con los restos del pastel y suspiró.
"Onii-san…"
Sostuvo la caja entre sus manos y se preparó.
"Desde que llegaste a esta mansión, no volví a estar sola. Mi hermana siempre está ocupada practicando magia con mi padre. Mi madre es la única con la que mayormente suelo pasar tiempo. Pero cuando llegaste…"
Toru espero las palabras de la niña.
"Pensé que podíamos ser amigos. Siempre estás solo, y no me gusta verte así porque me recuerdas a mi. No hablas mucho, pero cuando dices algo, siempre me gusta escucharte. Onii-san, gracias por estar aquí. Feliz cumpleaños"
Le entregó la caja y esperó en silencio. Toru la miró y luego miró la caja. Era una caja bastante sencilla. No estaba decorada como la caja que Rin le dió, pero el contenido era un poco más pesado. El abrió la tapa de la caja y se encontró con un par de guantes de lana rojos.
"Pensé que combinaría con tu bufanda"
Dejando la caja a un lado, Toru se puso los guantes y apretó los puños suavemente. Es cierto que puede soportar el frío mejor que los humanos. El bien podría estar afuera en la tormenta nevada y solo sentir pequeños escalofríos, pero…
"Los usaré cuando haga mucho frío. Gracias, Ojou-sama"
A Sakura le gustó el agradecimiento de Toru. Él era demasiado educado, y eso la hacía sentir un poco lejana a él.
"Eres mi amigo. Así que… puedes llamarme por mi nombre… sin formalidades…"
"Ya veo… Está bien, Sakura"
Para agradecerle, Toru aceptó la petición de Sakura. Con esto terminado, la niña salió de la cocina en busca de su madre y hermana, dejando al chico solo con sus regalos.
***
Más tarde en la noche, en el interior de la mansión, cerca de una ventana, Toru observaba la nieve en silencio. Su ropa había cambiado, pues ahora vestía unos pantalones negros con zapatos elegantes de cuero y una camisa de mangas largas blanca con una corbata del color del vino. Irónicamente, Toru tenía una copa de vino en la mano, sin embargo, él no estaba solo. A sus espaldas, sentados en aquel lujoso sillón, Tokiomi y Kirei se encontraban charlando. Tokiomi también tenía una copa de vino en la mano, de hecho, fue él quien le ofreció una copa de vino a Toru.
"Veo que te has acostumbrado rápido a mi humilde morada"
Usando un poco de sarcasmo para romper el hielo, Tokiomi se puso de pie y levantó su copa mirando a Toru.
"No creo que sea tan humilde"
"Si. Tienes razón"
"Sin embargo, de alguna forma me siento familiarizado con este tipo de lugares. Sin revelar mucho de mí mismo, pasé mi niñez en una mansión parecida"
Bueno, la mansión de la que hablaba Toru era tres veces más grande que la de la familia Tōsaka, por lo que no sería nada parecido. Tokiomi esbozó una sonrisa y vertió un poco del contenido de la copa dentro de su boca. Saboreo el vino con cuidado y asintió con la cabeza al confirmar el sabor añejo del vino.
"Tu vida puede haber estado llena de experiencias diversas. Eres Assassin, un Servant, un Espíritu Heroico. Eres un pilar fundamental en el camino a la victoria. Que tu clase como Servant no deje que tus habilidades se queden ocultas"
Regresando su mirada al callado Kirei, quien miraba a la llama de una vela con atención, se sentó nuevamente delante de él.
"Te llevas muy bien con mi familia, debo agradecer eso"
Nuevamente se relajo.
Toru frunció el ceño porque aquel hombre no parecía conocer a su propia familia. Simplemente miraba en silencio, analizando el comportamiento de Tokiomi. Este hombre era alguien extraño, lleno de excentricidades, alguien que de alguna forma le recordaba a Orochimaru. Quién sabe qué cosas oculta ese hombre detrás de esa sonrisa relajada, pues es el jefe de la familia Tōsaka, una familia de Magus.
"Supongo que así es como me veo cuando hablo con Aoi-sama y sus hijas"
Toru bebió todo el vino de un trago y miró a Kirei.
"Si le soy sincero, no soy alguien muy sociable. Cada vez que abro la boca delante de alguien, termino por decir algo extraño que incomoda a todos. Las personas se alejaban de mí por esa razón, creo. Pero Aoi-sama y sus hijas no fueron así. Supongo que no son de las que juzgan a las personas a primera vista"
Dejando la copa a un lado, Toru miró la marca en la mano de Tokiomi y suspiró.
"Usted también convocará a un Servant. ¿Usará un catalizador como lo hizo Kirei-sama?"
"Esa es una buena pregunta cuya respuesta puedo revelarte. Tengo a ciertas personas en busca de cierto objeto de cierto personaje histórico conocido como el Rey de los Héroes"
"Gilgamesh…"
Toru dijo al instante que escuchó esa descripción. En su vida pasada, Toru leyó la historia de Gilgamesh en algunos libros. El viaje de superación que tuvo y todas esas cosas. Teniendo en cuenta la historia, el ya podía deducir que tan fuerte será ese Servant. Sin embargo, todo depende de la clase con la que el Rey de los Héroes sea invocado.
"Exacto. Eres muy perceptivo. Kirei me dijo que eres un shinobi con excelentes habilidades en combate. Vamos a necesitar eso en el futuro. Solo sigue con el buen trabajo"
"Cómo usted deseé…"
Kirei estuvo callado toda la conversación. Bueno, él tampoco podía decir nada, mejor dicho, no se le ocurrió nada que decir o preguntar. Tokiomi tuvo eso en cuenta y comenzó a hablar sobre el entrenamiento mágico.
Recordando esto, Toru frunció el ceño. Sakura no tenía idea de lo que era la magia más que lo que su propia hermana mayor le contó. Es decir, Tokiomi no tenía intenciones de enseñarle magia a esa niña. Y eso en el futuro sólo será peor.
…
…
Al año siguiente, Tokiomi ofreció a su propia hija a otra familia, la familia de los Makiri, actualmente conocidos como Matō.
Continuará…