[¡Me arruinaste la vida!]
[De nada te sirve leer esos estúpidos libros]
[Maldito mocoso. ¡¿Por qué tenías que nacer?!]
[Todo es tu culpa…]
La voz de esa mujer resonó en la mente de Toru. El se tocó el pecho con dolor y apretó los dientes con fuerza. Parecía que en cualquier momento las lágrimas correrían por sus mejillas, pero se tragó su propio sufrimiento y suspiró cansado. ¿Por qué ahora él tenía que recordar a esa persona?
Sin embargo, otra voz se escuchó.
[Feliz cumpleaños, Toru-chan]
[Mou~ Actúa como un niño de tu edad. No te hagas el genial porque para mí ya lo eres]
[No salgas de casa sin mi permiso, me preocupa que te pase algo]
[Ven a comer, Toru-chan]
[Te quiero mucho, hijo mio]
Relajó el cuerpo y la expresión en su rostro se suavizó. Dos mundos, dos vidas diferentes. El no podía dejar que el pasado lo afecte, pero decirlo es más fácil que hacerlo. Recordó a Kyoko con mucho cariño. Ella lo trató tan bien, fue una madre que amó tanto a su hijo y aún así él se atrevió a tratarla de esa forma.
Sus ojos brillaron, su mente viajó a aquel momento en el que la encontró sin vida sobre un charco de sangre y con lágrimas en sus mejillas. Apretó los puños con fuerza y de estos salió sangre por la fuerza con la que sus uñas se clavaron en sus palmas. La cara de una persona apareció en sus pensamientos y con una voz tan plana y monótona, dijo:
"Danzo…"
Su mirada, a pesar de su rostro inexpresivo, mostró el repudio que siente al recordar la cara de ese vejestorio. El viento le acarició el cuerpo estando tan alto en ese edificio, debido a que su capa estaba en otro lugar. El sol ya estaba asomándose por el horizonte, el día ha caído sobre esta cara del planeta. Sin pensar tanto en el repentino recuerdo de esa mujer de su vida pasada y en el bastardo de Danzo, descendió del edificio y aterrizó en el lago. Una vez allí, se mordió el dedo y dejó caer una gota de sangre en el agua.
"Kuchiyose no Jutsu"
¡Puff! Una nube de humo apareció y un lobo aleatorio del clan Ōkami apareció.
"¿Okaminaru aún no aceptara mi llamado?"
El lobo negó con la cabeza.
"Okaminaru ha estado ocupado últimamente. No puede aceptar su llamado, lamentablemente. Sin embargo, aún puedes invocar a cualquiera de nosotros. Aunque no somos tan fuertes como Okaminaru y Okamitsuki, aún podemos serte de utilidad"
"Entiendo. Te llamaré cuando te necesite"
"Será un placer, Toru-dono. Mi nombre es Okamikase. Si comparamos el poder de nuestro clan, yo soy el tercer mejor luchador que hay. No dude en llamarme cuando se encuentre en problemas"
"Bien. Entonces vuelve, aún tengo tiempo para esperar. Si Okaminaru está disponible, házmelo saber. Invocaria a Okamitsuki, pero ella gasta casi la mitad de mi chakra en tan sólo mantenerla invocada"
"Cómo usted quiera"
¡Puff! El lobo desapareció y Toru miró al vacío por un segundo.
'Ellas están tardando'
El equipo Ajisai parece tener complicaciones. Deberían haber aparecido a esta hora del día, pero no hay rastro de ellas. Tal parece que han entrado en combate, pero Toru no puede decir si ellas decidieron infiltrarse en el País del Hierro antes que todo o simplemente aún no consiguen la información suficiente.
"Las esperaré una hora más"
***
El tiempo pasó rápido, pero el equipo Ajisai no apareció. Por lo que, sin poder esperar más, Toru aflojo la bufanda en su cuello y se mordió el dedo para invocar a Okamikase e ir al País del Hierro en persona. Sin embargo…
¡Puff! ¡Boom! Una nube de humo explotó cerca y el sonido de un fuerte golpe resonó. Toru vio que, donde la nube de humo apareció, a más de unos metros, tres chicas se habían estrellado contra uno de los edificios. Parece que algo las golpeó con fuerza debido a la velocidad con la que chocaron contra el metal.
"Toru…-dono…" Ajisai se levantó de los escombros metálicos y se sujetó el brazo con fuerza. Sus compañeras estaban inconscientes y muy malheridas. Ajisai a duras penas podía mantenerse despierta. "Los cinco Kages se han reunido, pero… hah… hubo un invasor que comenzó a atacarlos… hah… Shimura Danzo huyó, porque el invasor es Uchiha Sasuke… y… y… y Madara…" Ella iba a caer de cara al agua, pero Toru la sostuvo entre sus brazos.
"Ya veo. Se vieron envueltas en la pelea…" Al ver la situación, invocó algunos clones que se encargarán de las chicas. "Llevenlas con Akiko-san. Haz que sus heridas sanen"
Los clones obedecieron y se fueron cargando a las chicas. Toru miró el cielo lluvioso y su mirada se ensombreció. Sus ojos brillaron con la intensa luz de la muerte.
"Llegó el momento"
Se ajustó las vendas de los brazos y exhalo una pequeña nube de vapor. Sus ojos ahora cambiaron de color, mostrando el color carmesí del clan Ōkami. En tan sólo dos días de entrenamiento con Okaminaru, Toru sintió que su fuerza había crecido un poco. Más los días que pasó junto a Konan, todo esto se sumó, esto lo volvió más fuerte, pero este sentimiento desgarrador en su corazón, aunque sea patético, lo mantenía vivo.
***
Por otro lado, dentro del edificio, Konan miró por el observador al lago. Ella escuchó un estruendo que la obligó a salir. Cuando ella despertó, tenía la capa de Toru bajo su cabeza, como si fuera una almohada. Aun así, Toru no estaba por ningún lado, pero podía sentir que estaba cerca. Así que ella lo dejó por un rato hasta ahora.
"¿Qué está haciendo?"
Vio a tres clones llevarse a las chicas, al mismo tiempo que Toru invoca a un lobo diferente.
***
"La lluvia está cerca del Hierro. ¿Puedes ir rápido?" Se cruzó de brazos y levantó la mirada, viendo a Okamikase a los ojos. 'Si es que Danzo huyó con la cola entre las patas, tendrá que pasar por la frontera con este país para ir a Konoha…'
"En efecto. Si quieres llegar rápido, entonces daré lo mejor de mi"
"Ya veo. Eres mucho más atento que Okamitsuki o Okaminaru"
"Siempre me dicen eso. A veces lo tomo como un insulto, pero no veo segundas intenciones tras tus palabras. Así que, por esta vez, lo tomaré como un elogio"
"Bien. Entonces no perdamos el tiempo" dijo, para luego, de un salto, subir al lomo del lobo. "Vamos"
¡Boom! El agua bajo las patas del lobo explotó y Okamikase salió disparado a una velocidad abrumadora. Desde lo alto del edificio, Konan se preguntó por qué Toru sale repentinamente de la aldea. Un pensamiento rápido pasó por su mente. ¿También vas a abandonarme? Pero luego negó con la cabeza al darse cuenta de cómo sonaban esas palabras. El papel se separó de su cuerpo y un clon de papel se formó frente a ella. El clon extendió sus alas y se elevó alto en el aire, siguiendo a Toru en el proceso.
-Frontera entre el País del Hierro y la Lluvia-
Danzo cayó al suelo después de haber sido atravesado por el chidori de Sasuke. Se arrastró en el suelo y Sasuke solo lo miró con asco. Un poco más alejado, por encima del puente, Tobi (Madara) inclinó la cabeza con curiosidad.
"Qué decepción. Se confió demasiado al implantarse tantos Sharingans en su brazo, que subestimó a un verdadero usuario del Sharingan. Ese fue tu error, Danzo"
Al mismo tiempo, Sasuke cerró los ojos y suspiró. "Está es una batalla de ojos. No te metas con los Uchiha" Sin embargo, después de decir esas palabras, cayó de rodillas escupiendo sangre.
"¡Sasuke!" y fue Karin quien saltó al puente para poder ayudarlo. "Aquí, Sasuke. Date prisa y muerde"
"Ghh…" Acercó su boca al brazo de Karin y mordió.
"Ahh!~" Aunque lo que siguió después fue un poco incómodo para Madara.
Arrastrándose en el suelo, Danzo apretó los puños con fuerza. Izanagi, el jutsu prohibido por los Uchiha, no se activó por culpa de Sasuke, quien usó genjutsu para engañarlo, haciéndo ver que aún quedaba uno de los ojos en el brazo de Danzo.
'No voy a morir aquí…" Se levantó del suelo y las ramas del Mokuton comenzaron a crecer de su brazo. Lanzó un grito de dolor al ver que las células del Shodaime Hokage estaban a punto de consumirlo. Así que se arrancó el brazo.
"Este tipo no se va a rendir…" dijo Karin.
"Aún no estoy acabado. ¡La batalla de los ojos apenas comienza!" Se quitó la venda del ojo derecho, mostrando un Mangekyo Sharingan del difunto Uchiha Shisui.
En vista de que Danzo no se iba a morir en silencio, Sasuke se levantó del suelo y cargó el chidori. Ambos, Danzo y Sasuke, se lanzaron al ataque, pero Danzo esquivó la finta de Sasuke y se acercó a Karin, tomándola del cuello.
"Has usado demasiado tus ojos. No tienes oportunidad ahora…"
"No puedo creer que hayas tomado un rehén después de tu charla de autosacrificio" dijo Sasuke.
"No se trata de mi propia vida, mocoso. Lo que me preocupa es Konoha… el mundo shinobi. No puedo morir ahora. Así que haré cualquier cosa para sobrevivir. Solo yo puedo cambiar este mundo y esta chica será sacrificada por eso mismo."
"¡Sasuke, ayúdame!"
El chico mantuvo el silencio durante unos segundos y luego suspiró.
"Karin…"
Una leve sonrisa se formó en su rostro, algo que le dio esperanzas a Karin. Sin embargo…
"No te muevas"
Esa pequeña sonrisa se deformó en una mueca feliz llena de locura. Sus ojos mostraron la oscuridad de su alma. En el ojo izquierdo se mostró el Mangekyo y el derecho estaba completamente en negro. Él extendió la mano con el chidori aún activo y entonces…
¡Wosh! Justo cuando la espada chidori se lanzó, una fuerte corriente de viento acompañada por una sed de sangre inmensa apareció a la derecha de Sasuke. Ese momento fue como si el mundo fuera en cámara lenta. Madara lo vio en ese mismo momento. Toru apareció al lado de Sasuke con el puño envuelto en llamas. El Susanoo de Sasuke se activó de forma automática para protegerlo y, mientras el Chidori estaba a medio camino, él lo miró.
"Toru…"
"Sasuke…"
Sasuke vio a la muerte a los ojos. Esos ojos eran profundos, llenos de oscuridad. Una X negra que rotaba lentamente dentro del iris, iris cuyo color era azul como el cielo, rojo como sangre. Sólo fue una pequeñísima fracción de segundo en el que sus ojos se encontraron y entonces…
¡BOOM! El puño de Toru chocó contra la armadura de Sasuke, Susanoo. Un fuerte estruendo resonó en el lugar y Madara abrió los ojos sin creer lo que veía. Ni siquiera entendió de dónde demonios salió este mocoso, pero sin duda le divirtió bastante ver como el Susanoo de Sasuke se rompía, al mismo tiempo que el brazo derecho de Toru explotó por culpa de la dureza de la armadura y el impacto del golpe. La parte derecha del puente se destruyó cuando, por la potencia del golpe, Sasuke fue lanzado contra el agua, lo que dejó un gigantesco cráter que lentamente se fue llenando de agua con él en el medio.
"Eres tú…" Danzo tembló por un segundo.
Toru aterrizó en la mitad del puente. La sangre salía de su brazo amputado. Podía verse el hueso sobresalir de la carne y la sangre que chorreaba, regándose en el suelo. Giró su mirada y con una cara inexpresiva vio a Danzo, el cual, junto con Karin, tenían una gran herida en la parte derecha del pecho. Sonrió al ver que el bastardo seguía vivo y… ¡Puff! Desapareció envuelto en una nube de humo.
"¿Qué demonios…? Un clon…" Madara se puso de pie y miró que toda la destrucción que dejó a Sasuke como un pedazo de mierda en el fondo del río, fue causada por un mísero clon.
Al mismo tiempo, al sentir como su sangre salía de su cuerpo y el shock de ver a Sasuke intentando asesinarla, Karin perdió la fuerza en sus piernas y cayó al suelo, haciendo que Danzo la suelte.
Danzo se tocó el pecho con dolor. Se había salvado de morir por la intervención de Toru, pero ahora tenía que huir. Si se queda aquí, Madara lo atacara o Sasuke regresará. Todos esos son factores que Danzo no quiere ver con sus ojos, pero aún le queda el ojo de Shisui, así que si Toru lo ataca, podrá matarlo metiéndolo en un genjutsu.
De inmediato, se dio la vuelta y comenzó a correr, pero sus ojos se abrieron al ver quien salía de entre la oscuridad del bosque. En silencio, caminando hacia delante con una cara inexpresiva, el verdadero Toru apareció.
'Esto se puso bueno' pensó Madara. Volvió a sentarse y puso las manos sobre el suelo para disfrutar del espectáculo. '¿Sasuke sigue vivo? Ni idea, pero no importa.' Al menos eso pensó él.
"Asahi Toru…" Frunció el ceño al ver a mocoso frente a él. Por un segundo vio la sombra de esa mujer loca e inevitablemente sonrió a pesar de que su vida está en peligro. "Eres idéntico a ella" luego volvió a fruncir el ceño.
"..."
Pero el chico no dijo nada. Sus ojos brillaron con intensidad, lentamente comenzó a acercarse a Danzo. Sacó las dagas del sello atado a sus muñecas y las sostuvo en sus manos sin apartar la mirada.
Tirada en el piso, mientras la sangre salía por la herida, ella miró a Danzo y a lo lejos a Toru. Ella tenía la sensación de que ya conocía a ese chico, tuvo esa misma sensación cuando lo vio después de que Sasuke mató a Itachi. Esa mirada extraña, esa frialdad que lo acompaña. Había cierto sentimiento en ella al mirarlo, pero no era admiración, mucho menos curiosidad, esa sensación le gritaba a Karin que huya lejos de él. El es peligroso, es algo más que un simple shinobi…
'Algo más… qué un niño…' Sus ojos se cerraron y un recuerdo volvió a su mente.
-Hace tres años-
Durante los exámenes chūnin, Karin se había separado de su equipo y se encontraba vagando sola por el bosque de la muerte en medio de la noche. Ella estaba aterrada, pues no estaba entrenada para enfrentarse a ninjas fuertes sola. Ella solo era un simple support en el equipo, por lo que no era tan fuerte, pues siempre tenía que ser protegida. Temblaba de miedo mientras se movía en la oscuridad de la noche. A veces ella podía ver la luz de la luna abrirse pasó entre las hojas de los árboles, pero también podía escuchar a las bestias asesinas de este bosque moverse cerca.
"Dónde están… ayúdenme…" Se apoyó en un árbol y se sentó en el suelo mientras intentaba calmar sus nervios. Sin embargo, un fuerte grito de sufrimiento se escuchó. Esto, a pesar de que hizo que Karin sintiera más miedo, no evitó que sintiera curiosidad. 'Tal vez sean mis compañeros de equipo' pensó ella, pero en el fondo sabía que no era así.
Aun temerosa, se acercó al lugar donde provenía el sonido. Con mucho sigilo apoyó su brazo en una rama y vio a través de las hojas. Sus ojos se abrieron al ver a un niño en medio de un montón de cuerpos sin vida. El niño miraba al cielo, cerrando los ojos, como si estuviera relajándose después de haber hecho mucho esfuerzo físico.
'...'
A pesar de que la escena sería horrorosa para cualquiera, ella sólo se enfocó en el chico. Su rostro se sonrojo un poco al ver que el chico era muy guapo. Quizás era el niño más lindo que ella ha visto en su vida, pero luego se arrepintió de ese pensamiento cuando el niño la miró directamente a los ojos.
"¿Vienes con ellos?" dijo el niño mientras mostraba las dagas ensangrentadas en sus manos.
Karin se quedó muda ante esas palabras y ante el extraño brillo de los ojos del niño. En ese momento pensó lo peor. Tanto fue el shock que terminó cubriéndose la boca y quedándose completamente quieta, como si fuera un conejo asustado.
El niño, en una fracción de segundo, apareció delante de ella.
"¿No respondes?" dijo, pero esto hizo que Karin lanzará un grito ahogado mientras caía al suelo.
El niño, al ver que ella solo era una mocosa asustada, le dio la espalda y negó con la cabeza.
"Si no tienes nada que ver, lárgate de aquí, o también te mataré…"
Karin asintió con la cabeza y salió corriendo tan rápido como pudo. Sin embargo, miró atrás una última vez, para no olvidar la cara de ese niño.
Todo esto pasó unas horas antes de que ella conociera a Sasuke.
-En el presente-
"Entonces si era él…" Finalmente Karin se desmayó. Lo último que vio fue a Toru lanzarse al ataque contra Danzo.
'No tengo opción. Asahi Toru, morirás aquí y ahora. Tal vez, si tengo suerte, podré llevarme tus ojos' el Mangekyo giro dentro del ojo de Danzo y entonces… 'Kotoamatsukami…'
¡Salpicar! Toru apareció detrás de Danzo y este fue cortado en pedazos por la daga que estaba en buen estado, cayendo al suelo para finalmente morir, pero…
"Danzo…"
Detrás de Toru, Danzo abrió los ojos al darse cuenta de que él podía verlo todo.
"Incluso el genjutsu más fuerte no le afecta…"
Inmediatamente dio un salto hacia atrás y todo a su alrededor comenzó a romperse como si fuera cristal. Todo se volvió oscuro, como si la realidad hubiera sido devorada por las sombras y el suelo se llenó de un interminable mar de sangre.
Danzo cayó en medio de esto, pero por alguna razón podía pararse sobre el líquido sin hundirse.
"No te das cuenta de lo que haces. Solo eres un mocoso haciendo un berrinche inútil que no te llevará a ningún lado"
"Hm… ¿Quién es el mocoso? Al usar el genjutsu del Mangekyo de Shisui-san, entraste en mi mente. A Itachi también le pasó una vez." Apretó las dagas en sus manos con fuerza mientras recordaba aquella escena de hace nueve años.
"Heh. Supongo que esos ojos tienen que ver con esto. Ya veo… ya veo…" Danzo miró al suelo. "Los ojos de tu madre eran iguales, aunque no funcionaron de esa manera cuando se los arranqué"
Danzo dijo esto para provocar a Toru, porque él en verdad le había arrancado los ojos a Kyoko hace nueve años. Lo malo es que él no pudo sacar el poder del Shigan, no importa que tanto experimentara con esos ojos, ese poder nunca volvió a brillar en los ojos vacíos de esa mujer. Cuando levantó la mirada, el chico seguía con esa cara inexpresiva de siempre.
"Arrodíllate…"
"¿...?" Frunció el ceño y levantó la voz."¿Arrodillarme? ¿Ante ti? ¡¿Arrodillarme ante un criminal que se atreve a amenazar la paz de este mundo?!" Levantó la mano para realizar un nuevo jutsu. "Te mostraré quien tiene que postrarse-... ¿...?" Danzo abrió los ojos. Sintió escalofríos recorrer su cuerpo entero y entonces cayó al suelo.
Toru se acercó a él y lo miró hacia abajo.
"Como decía: Arrodíllate"
Todo alrededor comenzó a romperse como si fuera cristal una vez más, lo que los devolvió a la realidad otra vez. Madara había visto que, por un segundo, ambos shinobis se habían quedado quietos, pero repentinamente Danzo cayó al suelo.
"¡¡Ahhhh!!" Se miró las piernas y se dio cuenta de lo que había pasado. Sus piernas se habían separado de su cuerpo. Inmediatamente miró a Toru y se dio cuenta que la daga que estaba en perfecto estado estaba llena de sangre. "¡Malnacido! ¡Maldito clan Asahi! ¡Ustedes son el tumor de este mundo al igual que el clan Uchiha!" Ya estaba muy herido para defenderse, solo le quedaba una opción, pero tenía que esperar.
"¿Así rogaras por tu vida, Danzo?"
El anciano lo miró a los ojos. Toru, a pesar de que su expresión no mostraba emoción alguna, en sus ojos, en su mirada… él estaba lleno de ira.
***
'Parece que el ciclo del odio también lo afecta a él. Interesante, pero como eres un traidor, luego tendré que encargarme de ti y de recuperar mi Rinnegan' Se cruzó de brazos mientras miraba a Toru y Danzo. Aunque él también lo pensó un poco. ¿Sasuke no debería estar ahogándose en este momento? Así que chasqueo los dedos y de su ojo un espiral se formó, espiral del cual salió Sasuke. "Mira lo que te estas perdiendo"
El por un segundo se sintió aturdido por el golpe, pero luego miró al puente y se dio cuenta de todo.
"Toru…"
***
"¿Te quedaste sin palabras? Perfecto. Tengo muchas ganas de conversar. ¿Qué tal si hacemos de tus gritos un tema de conversación?" Guardó la daga rota y se acercó a Danzo. Se agacho y lo agarró del cabello, obligándolo a mirarle a los ojos. "La escala del dolor está dividida en diez niveles. Veamos cuantos niveles puedes alcanzar" Levantó la daga y la apuntó al brazo restante de Danzo.
"Estas loco- ¡Ahhhhhhhhh!"
Y luego apuñaló el brazo del anciano "Empecemos por el nivel 1. Bueno, aunque esto, más que el nivel uno, sería nivel 8 o 9, ¿verdad?" Una leve sonrisa se formó en su rostro mientras Danzo se retorcía de dolor. "Alcancemos el nivel 10. Si tenemos suerte, podremos descubrir el nivel 11 y 12. Será interesante, así que deberás ayudarme en esta investigación" La X en sus ojos giró. Aunque no podía ver la cara de Danzo, escuchar sus gritos de dolor era música para sus oídos.
El anciano miraba a este niño loco sonreír e inmediatamente intentó realizar aquel jutsu que sólo usaría en caso de que su muerte esté cerca. Pero…
"¡Ahhh! ¡Ahhhhhhhhhg!"
Toru le cortó la mano y luego le clavó la daga en el brazo, justo por debajo del hombro.
"Nivel 10, eh. ¿Y si muevo la daga así?"
"¡¡Gaaaaahhhgg!!"
"Si, si. Eso es lo que quería oír. Te doy diez millones de puntos. Ahora que has llegado al nivel 10, no tendrás problemas en llegar al nivel 11. Vamos, vamos, descubramos juntos el nivel 11 en la escala del dolor" Se levantó y puso su pie encima del brazo de Danzo. "Por veinte millones de puntos…"
¡Crujir!
"¡Ahhhhhhh! ¡Ahhhhhhhhh!"
"Bien. Aún no pasamos del nivel 11, pero esto es un gran avance. Sigue así, Danzo…" Su mirada se oscureció. "Porque esto no es nada comparado al sufrimiento que me hiciste pasar a mi…"
***
"Hm… él bastante brutal. Y yo que tenía pensado dejar al anciano para ti, Sasuke." Madara miró la situación con frialdad. Toru de repente aparece, golpea a Sasuke y comienza a torturar a Danzo. "Qué giro de acontecimientos tan raro" pero era placentero verlo de esta forma. Al fin la persona que ordenó la masacre de dos clanes está sufriendo las consecuencias de sus decisiones.
Al mismo tiempo que Madara observaba la escena, Sasuke apretó los puños con la poca fuerza que le quedaba. Estaba viendo directamente como Toru le causaba todo tipo de dolor a Danzo, y todo esto mientras el mismo Toru lleva una sonrisa sádica en la cara.
Inconscientemente también sonrió y agachó la mirada.
'Alguna vez llegué a decir que solo tú me entenderías y mírate… has sido consumido por la oscuridad, has decidido seguir tu camino al igual que yo. Nosotros los Uchiha vamos en la oscuridad y tú no eres la excepción…' pero aunque Sasuke pensaba esto, inevitablemente se sintió iracundo, ya que ahora Toru le había quitado su presa.
***
"No te mueras tan rápido, Danzo. El experimento sólo ha comenzado. Abre los ojos. Vamos, si no…"
¡Salpicar! La sangre sale nuevamente del cuerpo de Danzo. Su espalda se llenó de sangre, lugar donde Toru sostenía la daga en alto. Su mirada era muy diferente a la del comienzo de todo. Una sonrisa asesina estaba en su rostro. El sufrimiento que había sentido se convirtió en placer al oír los gritos del anciano.
"Desgraciado…. Desgraciado…" respiró pesadamente. Su visión era borrosa y ya no podía usar ningún jutsu, ya no podía suicidarse junto a este mocoso y eso era lo peor que le podía pasar. Se sintió impotente ante esta situación, su muerte estaba asegurada.
"Vaya… no pensé ver eso en una basura como tú. ¿Estás arrepentido? Fufufu… ¡JAJAJA! Sacas el peor lado de mi, Danzo. Ten por seguro que esto no va a terminar rápido"
¡Salpicar!
"¡Ahhhhhh!"
"Jajaja…"
¡Salpicar!
"¡AHHHHHHHH!"
"¡¡JAJAJAJAJAJA!!"
Una y otra vez, Toru apuñaló a Danzo en la espalda evitando los puntos vitales. Los gritos de dolor del anciano resonaron en el lugar. Parecía que el viejo iba a llorar en cualquier momento, pero ni siquiera eso podía hacer. Una y otra vez… salpicar, salpicar, salpicar, sus manos se marcharon con la sangre de Danzo. Su risa se mezcló con los gritos, risas y gritos que lentamente se fueron calmando, como una tormenta desapareciendo en el aire.
Danzo se había desangrado tanto que finalmente perdió la conciencia. A la vez, Toru sostenía la daga con fuerza mientras miraba al suelo. Su cabello cubrió sus ojos y los recuerdos de esa noche junto a los recuerdos de Itachi regresaron a su mente. Una pequeña lágrima se deslizó por su mejilla. Al final, su respiración fue pesada y lentamente levantó la mirada. Observó el cielo azul y suspiró.
Delante de Toru, un extraño humo se formó. Bajo su mirada y lo vio. Esa extraña figura era Danzo, quien lo miró con severidad.
"Has logrado lo que querías" Danzo miró a Toru, pero vio algo más en él. Frunció el ceño, porque sintió un asco inmenso al verlo. Era horrible, peligroso, sin piedad alguna. Y justo cuando su alma estaba siendo llevada a algún lugar, dijo: ¿Qué demonios eres…?"
Los ojos de Toru se abrieron en estado de shock ante esa pregunta y por alguna razón su vida pasada pasó frente a sus ojos en un segundo. Esas palabras de alguna forma lo afectaron, pero luego, esa inexpresividad en su rostro regresó y respondió con confianza.
"Si es que existe un infierno, nos veremos allí en el futuro…"
Finalmente el alma de Danzo desapareció y Toru se puso de pie. Sus manos y ropa estaban manchadas de sangre, y esto lo hizo sentir incómodo. Miró al cielo nuevamente y se mantuvo en silencio. Parece ser que guardó un pequeño objeto dentro de su ropa.
***
"Sasuke, déjame recomendarte algo. Si no necesitas más a esa mujer, matala. Ella sabe demasiado sobre nosotros"
"¿Nosotros? ¿Desde cuándo somos un equipo?"
"Eso no importa. Me llevaré el cadáver de Danzo. Tomate tu tiempo para hablar con Toru, si puedes regresarlo a nuestro lado, mejor"
"Hm… como si fuera a hacer eso"
Sasuke dio un salto junto a Madara y ambos aparecieron detrás de Toru. El solo se dio la vuelta y los miró a los ojos.
"Me llevaré eso y me iré" Tocó el cadáver y el espiral en su ojo apareció. Mientras era llevado por el espiral, miró a Toru una última vez. "Pronto nos volveremos a ver, Toru…" La luz del Mangekyo se mostró y luego Madara desapareció en la nada gracias a su habilidad.
Después de esto, él silencio fue eterno. Sasuke y Toru se miraron a los ojos por unos largos tres segundos hasta que el Uchiha decidió hablar.
"Eres un hipócrita…"
Cuando Toru escuchó esto, negó con la cabeza. En retrospectiva, si. Él es un hipócrita, pero no tenía por qué negarlo. Continuó inexpresivo y contestó con lo que su mente pensaba:
"Si, soy un hipócrita. ¿Cuál es el problema? Tu no eres mejor que yo, Sasuke"
Frunció el ceño y suspiró "Yo quería matar a Danzo, quería mi venganza y tu me la quitaste de las manos"
"¿Se supone que eso debe importarme? Yo quería matar a Danzo y lo hice. Hice que sufriera hasta que murió, me regocije con mi victoria porque al fin he completado la única venganza que me he propuesto en toda mi vida. ¿Qué tiene eso de malo, Sasuke? ¿Vas a llorar por ello, Sasuke?"
Sasuke, al igual que Toru hace unos segundos, negó con la cabeza, solo que él intentaba contener la risa.
"Ahora lo sé, ya pude confirmarlo. Tu eres igual que yo, Toru. Ambos hemos caído en la oscuridad" Apretó el puño con fuerza mientras sonreía. Su Mangekyo se había activado debido a sus emociones negativas. "Ambos completamos nuestras ambiciones desde la oscuridad, nosotros-"
"Nosotros nada, Sasuke. Eres tú solo. Si, puede decirse que ambos hemos caído en la oscuridad, pero a diferencia de ti, yo no me dejo controlar por esa misma oscuridad de la que tanto te enorgulleces. Soy diferente a ti Sasuke, no somos iguales, nunca lo fuimos. ¿Crees que por qué hemos vivido en condiciones parecidas somos iguales? Pues déjame decirte que sueñas como un niño enojado al que le quitaron su juguete. Podrás llorar y patalear, pero nadie te dará la atención que quieres, mucho menos yo"
"Fufufu… ¡Jajajaj!" Se tocó la cabeza con dolor. "Parece que te sobreestime. Eres igual a esa basura ninja de Konoha, por eso no entiendes mi odio y mi dolor. Yo soy un vengador. Pero dime, Toru. ¿Tu… qué eres…?"
Ante la pregunta, Toru se quedó en silencio por un segundo. Las palabras de Danzo inmediatamente aparecieron en su mente, pero sacudió la cabeza y respondió ignorando eso.
"Sasuke, ¿te das cuenta de lo que dices? Si tan solo se te hubiera pasado por la cabeza investigar sobre lo que pasó esa noche hace nueve años, no estaríamos de esta forma. Pero por culpa de tu estupidez, ahora solo eres un idiota que se volvió loco por ese odio estúpido con el que tuviste que cargar todos estos años" Es cierto que Toru es un hipocrita al decir esto, porque de alguna forma ambos son parecidos. Ambos en algún momento se dejaron llevar por el odio, solo que Sasuke ahora mismo ha sido consumido por eso mismo. Negando con la cabeza, le dio la espalda y comenzó a alejarse. "Al final ya no tengo nada más de que hablar contigo. Me olvidare de ti por ahora, Sasuke"
Toru dejó caer una gota de sangre en el suelo y un gigantesco loco apareció. De un salto subió al lomo del lobo y sin apartar la mirada del frente, desapareció entre las hojas de los árboles, dejando a Sasuke en medio del puente. Por un momento, Sasuke recordó su infancia. Era feliz, pero ahora solo hay odio y oscuridad en su corazón. Todo ha cambiado, el tiempo sigue su curso y todos los niños han crecido para convertirse en adultos.
***
En el cielo una pequeña mariposa de papel se acercó a ella. La mariposa se posó en su hombro y ella negó con la cabeza.
"Fue un error haber venido a este lugar"
Era Konan, un clon de ella, para ser más precisos. Se arrepintió de haber venido a este lugar. ¿En qué estaba pensando cuando siguió a Toru? Se tocó el pecho con dolor y pensó. De alguna forma ella sintió que sería abandonada y sin pensarlo tanto siguió al chico.
"Regresemos…" Cerró los ojos y su cuerpo se convirtió en cientos de hojas de papel, las cuales desaparecieron envueltas en pequeñas nubes de humo.
La cuarta guerra ninja ha sido anunciada por Madara. El mundo cambiará dentro de poco y hay seres que no quieren eso. Más allá de lo espiritual, más allá de los simples humanos, existen…
-En algún misterioso lugar-
Las voces de los dioses se escucharon resonar en aquella tribuna. Los asientos de la tribuna eran oscuros, por lo que no se podía diferenciar a los dioses que estaban ahí, pero tampoco parecía haber un techo, ya que el sol brillaba encima del centro con una luz tenue. En medio de la luz, una mujer de dos metros de altura se encontraba sentada sobre una gran cama roja. En su mano sostenía una pipa y sus ojos se mostraban de un color dorado brillante. Al igual que la mayoría de los presentes, su cabello era negro como la noche, pero también era tan hermosa como cualquier diosa del lugar. Tenía dos grandes pechos y un lunar en uno de ellos.
Se cruzó de brazos y miró hacia adelante.
"Acércate, Kaguya"
Después de escuchar la voz de la mujer, todos los presentes miraron la entrada de la tribuna, donde una mujer pálida, de cabello blanco y un par de cuernos saliendo de su cabeza, apareció. Traía puesto un kimono de princesa color blanco, con detalles de tomoe en las mangas. Sus ojos eran blancos, justo como los shinobis del clan Hyūga, pero también tenía un tercer ojo, que era una extraña combinación entre el Sharingan y el Rinnegan.
"Aquí estoy, Amaterasu-sama…"
Kaguya se inclinó ante la diosa y agachó la cabeza.
"¿Cuánto tiempo ha pasado ya? Han sido algunos milenios, ¿verdad?"
"Así es… Amaterasu-sama…"
"Entonces, ¿por qué los humanos siguen volviéndose más fuertes? Sabes lo que pasará si alguno de los humanos llega a abrir la puerta del infierno, ¿no?"
Kaguya apretó los dientes y respondió: "Susanoo no Mikoto-sama escapará y causará estragos tanto a los dioses como a los humanos."
"Así es. ¿Y eso es algo muy malo verdad?" dijo la diosa Amaterasu de forma arrogante.
"Lo es…" Kaguya tembló. Se suponía que ella mató al Dios Árbol y comió su energía, es decir, ella devoró el chakra del Dios Árbol, se supone que es más fuerte que cualquiera aquí, pero aún así temblaba cada vez que hablaba con su madre.
"Si lo sabes, ¿entonces por qué sigues aquí sin hacer nada?" Se bajó de la cama y se acercó a su hija. La miró con severidad y levantó la voz."¡El que los humanos sean tan poderosos es tu culpa! ¡Se suponía que crearíamos un Campeón con la energía del Dios Árbol! ¡Pero tú fuiste egoísta! ¡Tomaste ese poder para ti sola y luego se lo diste a los humanos! ¡Ese amor estúpido por los humanos te convirtió en un monstruo! ¡¿Sabes lo difícil que fue sacarte de esa estatua?! ¡Todo esto fue causado por tu culpa!"
Kaguya estaba casi con la frente en el suelo. Las palabras de esta diosa siempre tenían un poder extraño sobre cualquiera que la escuchase. Ella apretó los dientes con fuerza e intentó levantar la mirada para confrontar a su madre, pero en el momento que la vio a los ojos, inmediatamente volvió a agachar la mirada.
"Perdóneme, Amaterasu-sama. Haré algo al respecto, lo prometo"
"Ha~. No tiene caso hablar contigo. Siempre es lo mismo. Ni siquiera tus hijos son tan problemáticos" Regreso a la cama y miró a los dioses en la tribuna mientras su hija aún seguía de rodillas. "Escuchen, todos. Algunos ya lo sabrán, pero recientemente el Clan del Zorro nos visitó desde la lejanía del multiverso. Me hicieron algunas preguntas y ya podrán imaginar que"
Todos los dioses comenzaron a murmurar. Kaguya levantó la cabeza ya que no sabía esto y esperó en silencio.
"Hay una anomalía en nuestro mundo-" Alguien repentinamente la interrumpió.
"¡La única anomalía aquí son tus gigantescas tetas!"
Amaterasu miró al responsable y lo reconoció entre la multitud. Ese era Jashin, el humano que se convirtió en dios. Ella lo miró con puro odio y este se prendió en llamas negras.
"¡Ahhhh! ¡Soy inmortal, pero duele!" Gritó el tipo que, por alguna razón, se parecía a Hidan en su forma de maldición, con las marcas que lo hacían parecer un esqueleto.
"Saquenlo de aquí" Levantó el brazo y al instante dos dioses musculosos aparecieron. Tomaron a Jashin de los brazos y de las piernas, y lo arrastraron lejos del lugar. "Como iba diciendo" Se aclaró la garganta. "Hubo algunas explosiones de Caos en el mundo, por lo que tengo la teoría de que un Overlord se oculta en nuestro mundo, pero, de ser así, todos podríamos sentir la energía del Caos que emana de ese ser. Así que, aunque suene imposible, no voy a descartar esa posibilidad. Si esa teoría, no importa que tan imposible suene, si resulta ser cierta, la culpa será de esta diosa frente a ustedes. Si nuestro mundo perece, todo será culpa de Otsutsuki Kaguya" Apuntó a su hija, mirándola con ira.
Kaguya bajó la mirada y se sintió agobiada por las voces de los dioses que hablaban mal de ella.
-Cinco minutos después-
Un portazo se escuchó y luego Kaguya caminó por los campos de arroz en silencio. Frunció el ceño y apretó los puños tratando de pensar.
"Kaguya-chan"
Sin embargo, una voz resonó a su lado. Un pequeño kitsune blanco de tres colas se posó sobre su hombro y la miró con tristeza.
"Amaterasu-sama da mucho miedo. ¿Qué vas a hacer con lo que te dijo?"
"No lo sé. Llevo cientos de años buscando una solución, pero no he encontrado nada. No quiero exterminar a los humanos, pero si mi vida peligra, entonces no tengo más opción que recurrir a la extinción de la humanidad"
"Eso es muy peligroso. ¿Tus hijos aceptarán eso? Si mueres intentándolo, ellos irán contra la humanidad y posiblemente les pase lo mismo"
"No te preocupes, Miyo-chan. Encontraré una forma de remediar esto. No permitiré que vuelva a pasar lo mismo que hace tantos años. Mi amado… mis hijos…" Cerró los ojos con dolor. A pesar de que ahora tenía más hijos que antes (La Familia Otsutsuki), no podía negar que amaba más a Hagoromo y a Hamura con toda su alma. "Yo… creo que estoy dispuesta a seguir las órdenes de Amaterasu-sama"
"Ya veo…" El pequeño kitsune subió a la cabeza de Kaguya. "Si es lo que crees correcto, entonces no puedo detenerte"
"Gracias, Miyo-chan. Siempre podré confiar en ti…"
Continuará…