Repentinamente, la lluvia se abrió paso entre las nubes, dando inicio una de las típicas lluvias torrenciales de este pequeño país. En este momento, Konan y Toru han regresado a Amegakure. Nadie los recibió en la entrada a excepción de los guardias shinobis, por lo que simplemente pasaron por la puerta en silencio y rápidamente entraron al edificio más alto de toda la aldea. Aquel que tenía esas extrañas caras hechas de metal, aquel en el que alguna vez Nagato comandó su organización, Akatsuki.
Konan, con los cuerpos de Nagato y Yahiko, con el silencio con el que llegó, se alejó de Toru, yendo al sótano del edificio.
Esto dejó solo a Toru, quien subió las escaleras con desánimo. Su mente una y otra vez recordaba ese momento. Cuando Hinata lo miró con esa máscara, cuando sostuvo el kunai y sin dudarlo le cortó la garganta.
Ella era excepcionalmente fuerte, decidida, ella había crecido y eso de alguna manera hizo que Toru se sintiera extraño. Últimamente él había experimentado emociones que no lograba entender, una tras otra, como fuertes olas que golpeaban su mente.
Al final, logró llegar al punto más alto del edificio. Miró esto y se sintió nostálgico. Aunque sólo habían pasado cuatro días desde la última vez que estuvo aquí, para él se sintió como una eternidad. En todo el viaje de regreso, Konan no dijo una palabra y eso solo alargó el viaje.
"Ha~..." Como siempre, se sentó en el suelo para observar la lluvia. Allí mismo, se miró las manos y como si fuera una ilusión, las vio llenas de sangre. Apretó el puño y dejó salir otro suspiro. Luego de un largo segundo, de la manga de su túnica, sacó el sello de papel que tenía atado a la muñeca. Lo puso sobre el suelo y juntó las manos. "Liberar…"
*Puff* Una pequeña nube de humo se hizo presente y objetos extraños aparecieron sobre el sello de papel. Allí estaban las dagas de Toru, que anteriormente pertenecían a su madre. Las miró recordando algunas cosas que vio en los recuerdos de Itachi.
"La Espina Sangrienta de Konoha…" Así es como solían llamar a Asahi Kyoko durante la guerra. Toru lo vio en las memorias de Itachi. Entre todas las cosas que estaban sobre el sello, estaba la capa negra que también fue usada por Kyoko, algunos kunais, shurikens, medicinas, entre otras cosas. Sin embargo, lo que atrajo más la atención de Toru fue la botella de sake que había guardado anteriormente cuando envió de vacaciones al equipo Ajisai.
Guardó todo a excepción de la capa, las dagas y el sake. Así mismo, regresó su mirada a la lluvia y agarró la botella. Retiro la tapa y de su túnica sacó un cuenco para sake y sirvió un poco del líquido.
Levantó la mano con la bebida y brindó dentro de su mente. 'Banzai… por lograr mis objetivos…' y vertió el contenido del cuenco en su boca. Saboreo un poco el sake y luego lo trago.
"¿Eso es sake? Eres muy joven para esas cosas…" La voz de Konan se escuchó a sus espaldas.
Toru no se dio la vuelta y sirvió otro poco de sake.
"Lo descubrí hace poco. Me ayuda a relajarme"
"Esa relajación pronto se convertirá en un vicio. Deberías hacer eso con responsabilidad…"
Al escuchar esto, Toru sonrió. "Heh… hablas como mi madre…" y vertió otro poco de esta deliciosa bebida en su boca. Trago el sake sin ningún cuidado y dejó salir un suspiro satisfecho.
En vista de que Toru no parecía escuchar su recomendación, Konan se acercó a él y se sentó a su lado. El chico miraba la lluvia, en silencio y con una cara casi inexpresiva, solo que esta vez tenía una leve sonrisa en sus labios.
"El sake se debe beber en compañía…" dijo ella. "Para celebrar, para charlar. También para acercar los corazones de los participantes. Es mejor cuando bebes acompañado que completamente solo"
Estas palabras le interesaron a Toru. "Lo dices como si ya tuvieras mucha experiencia bebiendo sake"
"En toda mi vida, nunca busqué consuelo en la bebida. Tenía a Nagato y a Pain aún conmigo, por lo que podía resistir el dolor si aún los tenía a ellos"
"Y ahora ninguno de los dos están…"
"Así es…"
Konan cerró los ojos y escuchó el ruido de la lluvia. Toru la miró y la acompañó en el sentimiento. Luego, sacó otro cuenco para sake de su túnica y vertió un poco de sake en él. Extendió su mano y miró a Konan.
Ella se dio cuenta de inmediato y aceptó el trago.
"Gracias…"
"De nada…"
*Glup x2*
Ambos bebieron el sake al mismo tiempo. Konan hizo una cara que le pareció graciosa a Toru. El solo sonrió al verla. Al final, ella tenía razón, es mejor beber en compañía de alguien más. Ambos bebieron dos o tres tragos más y al final, Toru usó sus propias rodillas para descansar sus codos mientras se relajaba viendo la lluvia.
"¿Qué se supone que haremos ahora?"
"No lo sé" Ella había perdido a Nagato, el único líder de Amegakure. Pronto, toda Amegakure se enterara de que Pain ha muerto, y el país entrará en anarquía otra vez.
Ellos necesitan un líder, alguien que los proteja y les de esperanzas, pero Konan no podía tomar ese puesto, ella no se consideraba lo suficiente buena para el trabajo. Ella no estaba hecha para liderar, pero sí para seguir órdenes.
Dejando eso de lado, ella también recordó algunas cosas extrañas que hizo Toru durante el ataque a Konoha. Si hay personas que este chico ame, entonces él se tomó ese tiempo al principio de todo para sacarlas de la zona de peligro.
"Destruimos Konoha…" lo miró directo a los ojos. Ambos tenían el rostro un poco sonrojado por el alcohol en su sangre, pero ellos aún estaban dentro de sus cinco sentidos. "¿Cómo te hace sentir eso?" Desde siempre quiso saber que tanto había en la mente de Toru. ¿Cuáles eran sus motivaciones reales? No esas falsas ansias de venganza.
Sin embargó, la respuesta de este chico fue…
…
…
…
"No lo sé…"
"... ¿Qué quieres decir?"
"Simplemente eso… no lo sé. Nunca lo supe…" Él escondió la cara entre las rodillas. "Logré mi venganza, protegí a las personas que se supone que me importan. Pero aún así…" todos los recuerdos del momento se proyectaron en su mente. Se sujetó el pecho con fuerza mientras trataba de hablar. "No lo sé… yo… no se como sentirme… desde siempre… Nunca supe lo que en verdad sentía…" levantó la mirada y tomó la botella a su lado.
Rápidamente se la llevó a la boca y se tragó una gran cantidad del contenido. Los ojos de Konan se abrieron un poco al ver esto.
"Ha~... siempre fui un raro" volvió su mirada a Konan. "Nunca supe lo que quería…" y sonrió… sonrió como lo hacía su madre hace mucho tiempo.
"¡¿?!" Inevitablemente sus ojos se abrieron en shock al verlo. Era la primera vez que Toru sonreía así, era una sonrisa muy hermosa, pero a la vez triste por las palabras que la acompañaban.
Fue ahí cuando ella entendió. Todos tienen una forma de lamentar lo que los lastima. Algunos lloran, otros se mantienen fríos y otros… sonríen ocultando lo que sienten. Ella supo que la risa de Toru era su forma de llorar, pero era tan triste saber que el mismo Toru no se daba cuenta de esto.
¿Cómo puede alguien tan joven estar tan roto? Ella no sabía la respuesta. Ni Nagato o Yahiko fueron así en su juventud, mucho menos ella. ¿Será porque en aquellos tiempos todo era más difícil? No, la respuesta era algo más. ¿Pero qué era ese algo?
"Yo también quiero…"
Ella le arrebató la botella a Toru de las manos y vertió una gran cantidad del sake en su garganta. Bebió y luego golpeó la botella contra el suelo a la vez que dejaba salir un largo suspiro satisfecho.
Esto dejó a Toru un poco confundido. Esto fue bastante raro e incómodo. Bueno, él también acababa de darse cuenta que había dicho unas cosas un poco extrañas y patéticas.
"Últimamente he estado actuando extraño. No es propio de mi"
"De alguna forma puedo entenderlo"
Ambos se miraron y se dieron cuenta de lo extraña que era esta situación. Ambos miraron la lluvia en silencio, pero a pesar de que todo estaba tan calmado y silencioso, esto ya no era incómodo como en el pasado.
El silencio entre ambos era muy cómodo. Ambos se sentían relajados en este momento. Dejaron ir todas las cosas que les causaban dolor y se centraron en sentirse satisfechos y en paz.
Ambos estaban bastante cerca, tanto que sus hombros se tocaron, pero aún así se mantuvieron relajados. Toru tomó su cuenco de sake y le sirvió otro poco a Konan. Ella tomó el sake con una expresión, aunque casi inexpresiva, relajada. Y así, juntos, bebieron y continuaron con lo suyo.
"Cuando entrenamos junto a Jiraiya-sensei, Nagato era muy tímido y lloraba mucho, pero para mi y Yahiko, era como un hermano pequeño al que teníamos que proteger. Al final él…"
"Al final fue él quien terminó protegiéndote después de perder a Yahiko…"
"Si. Nunca deseamos convertirnos en Akatsuki, pero queríamos traer la paz al mundo, por lo que fue necesario actuar"
"Ahora Akatsuki ya no es nada de lo que solía ser. Ni siquiera estoy seguro de si debo regresar. Lo más seguro es que Madara vendrá a matarnos, no, estoy seguro de que él vendrá a matarnos. No nos dejará ir así nada más"
"Yo también consideré esa posibilidad. Así que, por favor, necesito tu ayuda"
"¿Ya lo olvidaste? Te dije que te ayudaría por un tiempo. Estaré aquí hasta que logre encontrar algo mejor que hacer"
Ambos se miraron…
"Gracias. Tal vez ahora tú eres lo único que me queda" Miró al suelo con los ojos humedecidos.
"No poseo nada en este mundo. No soy nadie, no soy nada. Ya no soy un ninja de Konoha, ya no soy un miembro de Akatsuki. Es difícil creer que yo sea lo único que queda para ti…"
"Después de Nagato o Yahiko, tu eres el único en el que tal vez pueda confiar…"
"Konan… "
Ella levantó la mirada. Toru se sintió confundido en ese momento. El se ganó el odio de toda su aldea natal, se ganó el odio de las chicas que lo amaban. En este mundo, él ya no era nadie y no tenía nada. En su vida pasada, él fue alguien, pero al final tampoco tenía nada. Fue un hombre solitario y sin emociones que se obsesionó con proteger el mundo. Tuvo una infancia terrible que le rompió el corazón en mil pedazos y lo convirtió en un hombre roto.
Y eso no cambió en esta nueva vida. Si alguien lo necesitaba, si alguien mostraba que podría darle algo de felicidad, de una forma tan patética y deprimente, el… el… se aferraba a esa persona…
"Uh…"
Se sentía extraño, pero ella tenía una extraña sensación en su corazón. Inconscientemente, su rostro con el de Toru estaban acercándose. Ambos estaban mal, el mundo los había tratado mal.
Tal vez, solo tal vez, ambos solo eran dos almas destrozadas que intentaban sanarse la una a la otra.
Sus labios estaban bastante cerca, pero Konan se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer, así que sostuvo a Toru de los hombros. "Fue suficiente sake por esta noche. Ya es tarde. Así que, ve a dormir…" Ella se levantó y salió del lugar.
Esto dejó a Toru confundido. Ni siquiera él sabía que estaba pasando. Miró la botella y se dio cuenta de que, a veces, el alcohol puede sacar el lado mas patético de tu ser. Así que, guardó el sake sobrante y miró las dagas y la capa. Las tomó entre sus manos y fue a su habitación.
-Al día siguiente-
El uniforme de la organización Akatsuki se encontraba sobre la pequeña mesa de su habitación. Toru estaba preparándose para comenzar el día, pero ahora su ropa entera es diferente. El tenía una camiseta negra con el emblema del clan Asahi en la espalda, pantalones cortos hasta las rodillas y vendas blancas que cubren sus brazos y piernas. Se puso la capa encima, después la bufanda con la placa de Konoha y por último se puso el arete con forma de garra en la oreja derecha.
Con esto terminado, abrió la puerta y miró por última vez ese uniforme.
'Es más cómodo así" Cerró los ojos por un segundo y continuó avanzando.
***
Cuando llegó a aquel lago, caminando sobre el agua, se mordió el dedo y dejó caer una gota de sangre.
"Kuchiyose no Jutsu"
*Puff* Aquel lobo apareció.
"Toru-dono. Pasaron cuatro días desde que me invocaste. ¿Para que me necesitas?"
"Quiero que le digas al equipo Ajisai que las vacaciones se terminaron. Ahora necesito que ellas investiguen sobre el estado del mundo ninja en general, toda la información que sea posible"
"Bueno… con respecto a eso"
*Puff* Una nube de humo frente a Okaminaru apareció, luego tres chicas se postraron ante Toru.
"No será necesario que nos llame, Toru-sama" Ajisai, frente a sus compañeras de equipo, se puso de pie y miró al chico. "Nos tomamos nuestras vacaciones como una forma de viajar por los diferentes países. Todo ha estado siendo bastante movido recientemente" (Ajisai)
"En este momento, los Kages se dirigen al País del Hierro para una reunión" (Fuyo)
"Raikage, Mizukage, Tsuchikage, Kazekage y Hokage. Todos ellos están en camino al País del Hierro. Van acompañados por dos shinobis. Viendo como están todas las aldeas, esto puede ser bastante serio. Tal vez tarden en llegar en una semana más o menos" (Suiren)
Toru se tocó la barbilla al escuchar esto. Tsunade se recuperó muy rápido de sus heridas, por lo que le sorprendió la fortaleza que tenía esa mujer para levantarse y salir del país.
"Tsunade si que es algo…" (Toru)
"¿Tsunade? ¿Se refiere a la antigua Hokage? Según nuestra investigación, ahora mismo, Senju Tsunade se encuentra en estado de coma. Quien tomó el rol de Hokage se hace llamar Shimura Danzo" (Ajisai)
…
…
…
"¿Danzo…?"
Continuará…