Luego de que los hermanos Kuang y Zhang Ho terminarán el trabajo del día y se marcharan tras comer, con ayuda del pequeño Lu Ming preparó la comida que le llevaría a Lu Wei. También preparó algunas cosas más para revisar su herida.
Tomó la mamo de Lu Ming y luego de asegurar la puerta ambos se dirigieron al sendero que los llevaba al bosque.
Mientras pasaba por los campos algunos aldeanos que comían allí luego de limpiar y preparar el campo los miraron.
—Bah, que cómodo debe ser solo pasear y no tener que trabajar.
—Eso no durará mucho, quiero ver que hará cuando su dote se termine.
—Oye, ese niño que va con ese ger no es de la aldea, ¿o si?
—Hmp, es un pequeño pordiosero que vive en el bosque solamente.
—Debe de estar loco para traer a ese sucio niño consigo.
Zhou Zan fingió no escuchaba esos comentarios, pero no puedo evitar notar la forma en la que Xiao Ming se encogía avergonzado sobre si mismo, apretando en un puño su vieja y remendada ropa.
Zhou Zan había estado limpiando al niño un poco, la idea de comprarle ropa era algo que estaba en el fondo de su mente, el mismo necesitaba más ropa, tenía la tela pero no la habilitada para hacerla. Quizás debería preguntarle a la tía Chan Jie cuando le llevará la mermelada por la tarde.
Afianzó el agarre en la pequeña mano, cuando pequeños ojos oscuros lo miraron, Zhou Zan sonrió suavemente.
—Xioa Ming es realmente un niño bueno, muy amable que me ha estado ayudando mucho —dijo en voz alta, para distraerlo y hacerlo olvidar las palabras dichas por los aldeanos.
El pequeño lo miró sorprendido, un segundo después sus mejillas se tiñeron de rojo.
—Yo… yo… El tío Zhou Zan es quien es eso… amable… muy bueno —susurró.
Zhou Zan rió enternecido.
—Xiao Ming es realmente lindo.
El niño agacho la cabeza completamente avergonzado, hizo a reír a Zhou Zan un poco más.
El ger no se percató de la mirada de odio de la joven hija menor de la familia Wong, quien descansaba bajo de un árbol al otro lado del campo.
*
Lu Wei vio venir a su pequeño hijo y a Zhou Zan, su pequeño tenía una sonrisa en su rostro y parecía estar charlando con el ger con alegría. Se sintió un poco sorprendido, pero también muy feliz por eso.
—Papá, comida —dijo Lu Ming al llegar frente a él, mostrándole la comida.
Zhou Zan se acercó, lo saludó con una sonrisa antes de arrodillarse y dejar la canasta que llevaba en el suelo.
—Revisaré tu herida y cambiaré el vendaje.
—No es necesario.
—¿Te expliqué lo que era una infección, no es cierto? Si no limpio y cambio tu vendaje eso podrá pasar. Tardarás más en recuperarte.
—… Bueno.
—Abre tu ropa.
Lu Wei miró las suaves y bonitas manos de Zhou Zan sobre él y apartó la mirada.
—Todo va bien, solo hay que mantener la herida limpia, aunque creo sería mejor si un médico te revisará.
Lu Wei miró a Zhou Zan con atención.
—Nadie puede saber nos hemos estado encontrando a solas en este lugar.
Zhou Zan se encogió de hombros.
—No me preocupa tanto mi reputación.
Lu Wei negó con la cabeza, como si no lo entendiera.
—Estaré bien, me he recuperado de peores heridas.
Zhou Zan miró su pecho lleno de cicatrices y solo pudo darse por vencido. Lu Wei era definitivamente del tipo testarudo, entendía no se negaba por orgullo, sino porque de alguna forma creía estar haciendo lo correcto, cuidando la reputación de Zhou Zan. Sabía no lo haría cambiar de opinión, sin embargo debía haber algo más tras su comportamiento.
—Si la herida comienza a curar y sigue sin haber signos de fiebre en los próximos días, no volveré a mencionar lo de llamar a un médico.
Lu Wei no respondió.
Zhou Zan miró a Lu Ming, quien sostenía la caja de comida cerca de ellos.
—Xioa Ming, tu papá es tan testarudo, no crezcas para ser así —bromeó con ligereza.
Xiao Ming parpadeó, entonces asintió con mucha seriedad. Zhou Zan rió divertido y le sonrió a Lu Wei.
Lu Wei solo lo miró como si realmente no lo entendiera y apartó la mirada.
—Xiao Ming me dijo que el hermano Lu fue un soldado —dijo, terminando de ponerle el nuevo vendaje.
—Si…
—¿Significa que regresaste recientemente de la guerra?
Lo vio acomodar su ropa.
—Si.
—Eso es sorprendente.
Para Zhou Zan realmente lo era. Para una persona moderna como él la idea de luchar en una guerra era atemorizante y sorprendente, se debía tener un gran valor, más importante, se debía tener una verdadera habilidad y fortaleza. Zhou Zan ni si quiera había podido sobrevivir más de unos pocos años en el apocalipsis.
—Xiao Ming es afortunado de que su padre haya vuelto sano y salvo —cambió su mirada a Lu Wei—. Debes haber estado realmente decidido a volver con tu familia, debes haberte esforzado mucho.
Lu Wei solo lo miró fijamente y un segundo después asintió.
—Mi familia ahora solo es mi hijo…
Lo vio tocar la cabeza de Xiao Ming, pareciendo incómodo un momento después con la demostración de cariño.
Zhou Zan recordó los rumores, deseaba preguntar más, pero no era el momento adecuado, no con Lu Ming allí.
—Lamento escuchar eso.
Lu Wei no respondió, solo tomó la comida entregada por Xiao Ming. Entonces llevó su mirada a Zhou Zan.
—Gracias.
—De nada, espero te guste.
El hombre asintió con seriedad y procedió a comer.
Gracias por leer este pequeño capítulo