La emoción de Victoria se desvaneció al instante. Al principio pensó que hoy sería el comienzo de todo lo bueno, pero no esperaba que la despidieran en su primer día en la nueva empresa.
Stella la miró con expresión de culpabilidad y le preguntó: —Victoria, ¿has ofendido a los Huxley?
Stella había estado ocupada con su empresa de cosméticos, por lo que antes no tenía claro el problema de Victoria en la Corporación Ace.
Victoria comprendió al instante lo que estaba pasando. Resultó ser obra de Cayden.
—Lo siento, Victoria. No puedo evitarlo. No hay manera de que esta pequeña compañía nuestra pueda derrotarlos —se disculpó ante su amiga, con culpa.
Victoria sonrió y dijo: —Está bien, Stella, no te culpo. Si yo fuera tú, probablemente haría lo mismo. Me voy a ir entonces. Tomemos juntos el té de la tarde en otro momento.
Victoria mantuvo sus buenos modales y se levantó para irse.