Delia despertó con el chillido de una alarma en su reloj, observó el reloj en la pared y se dio cuenta de que era poco más de la 1 una de la mañana, en su mente contó los días, pero los números no coincidían "Es un error" pensó somnolienta pero aún se puso de pie y salió a ver.
Al llegar a la sala sintió un ligero rastro de feromonas de su joven amo, aunque era una beta era bastante sensible a las feromonas así que sabía que no era agresiva como la mayoría de las veces, pero aún era un aroma pesado. Se dio cuenta de la gravedad de la situación, su brazalete seguía brillando y una pequeña luz verde se encendió.
Delia corrió a la cocina, con mano experta tomó una máscara de gas y un maletín, se armó con una pistola llena de supresores y otra con tranquilizantes, en la casa solo había dos lugares en los que el joven amo podría estar: el cuarto blanco y el cobertizo. Corrió hacia el sótano para entrar a la habitación que solo ella y su joven amo conocían, el aroma a feromonas había comenzado a dispersarse, pero aún era ligeramente reconocible, bajo por las escaleras ocultas y se enfrentó con una puerta de hierro, presiono la lave que había heredado del fallecido anciano Moore y una pequeña ventanilla se abrió.
Sus ojos se abrieron con sorpresa, tirado sobre el suelo blanco e encontraba su joven amo temblando, su piel se había puesto roja y las venas de sus cienes resaltaban, parecía sufrir bastante, quiso extender la mano, pero sus dedos chocaron con el cristal de la ventanilla.
Su brazalete volvió a brillar, en el cuarto su joven amo presionaba su cuello con fuerza, sobre su piel podía verse un ligero brillo, producto del chip que su abuelo había implantado en él.
Una vez cerrada la puerta no podría abrirse por 8 horas desde afuera y por 12 horas con el mecanismo interno, su joven amo estaba atrapado ahí.
Desde la ventanilla podía verse a su joven amo gritando mientras se apretaba el cuello como si quisiese ahorcarse ¿Cuánto tiempo llevaba así? Los ojos de Delia se enrojecieron y ligeras lagrimas se formaron en sus ojos, sin perder más tiempo tomó un frasco de su maletín, abrió una ligera escotilla en el panel de control y lo insertó para después girarlo, en la habitación blanca un gas blanco salió del techo, Erick observó sorprendido y una expresión de alivio se formó en su rostro.
Erick se enfrentó a la puerta cerrada, no podía ver nada, pero sabía que Delia debía estar ahí afuera, el dolor había disminuido y del techo salió vapor celeste, Erick lo reconoció como un calmante desarrollado por Lea, antes de perder la consciencia gesticulo "Saya" y se durmió.
Delia observó cómo su brazalete dejaba de brillar. Por un segundo se desplomó en el suelo y analizó la situación ¿Qué podría causar el celo de su joven amo? Pensó en el omega en la habitación del tercer piso y sus puños se apretaron ¿De que servía ese omega si no podía librar del celo a su joven amo? ¿Por qué causar el celo de su joven amo y después dejarlo sufrir?
Se obligó a calmarse, el chico no sabía nada, no podía culparlo, pero aún se sentía molesta al pensarlo, recordó el último gesto de su joven amo y se puso de pie con las piernas pesadas, sentía que los años la golpeaban un poco. Como un fantasma se deslizó por el tercer piso hasta la habitación opuesta de su joven amo, intentó abrir la puerta, pero la encontró cerrada desde adentro
-Chico listo
Murmuró, de su falda sacó el manojo de llaves y abrió la puerta. En la cama como un elfo dormía el joven, su cabello caía sobre su frente y sus labios rojos estaban ligeramente entreabiertos, en su cuerpo no había rastro de haber sido impregnado por el alfa, aunque había un ligero aroma a feromonas en su habitación, parecía haber reaccionado al celo de su joven amo.
Tal vez, consciente de que alguien lo miraba sus pestañas temblaron un poco con signos de despertar, pero un dardo tranquilizante volvió a mandarlo a dormir, Delia limpio la evidencia para salir después de darle una última mirada al niño. No sabía si el chico le causaría más sufrimiento a su joven amo, si era así su existencia no era necesaria, incluso si era eliminada por su joven amo después, su joven amo era como un hijo para ella, no soportaba verlo sufrir.
Ella era consciente, la pareja que necesitaba su joven amo era alguien que pudiera compartir sus cargas y pararse a su lado, ya fuera alfa, beta u omega, alguien que necesitara protección solo sería un obstáculo, un error que debía ser limpiado… pero no podía interferir, al pensar que su joven amo ya tenía 27 años, que tal vez no llegaría a los 30.
-No me decepciones
Susurró hacia la puerta cerrada, en el Omega podía ver algo diferente, al menos su instinto le decía que no era solo una cara bonita, que tal vez era lo que su joven amo necesitaba, pero durante el tiempo que lo había estudiado solo podía ver a un granjero que no podía estar sin hacer nada. "Tal vez más adelante" se consoló y volvió al sótano.
A las 8:30 Delia entró con un sequito de personas en batas blancas, Erick ya descansaba en el sillón, había ojeras en sus ojos, los tranquilizantes no eran completamente efectivos en él debido a su físico. La sala antes callada se volvió ruidosa, Erick fue inyectado con supresores suficientes para destruir a cualquier otro alfa pero que apenas calmaban su celo
-Esta situación es anormal
Declaro Leah, Joseph estaba detrás tomando muestras de sangre. Erick quería rodar los ojos ¡Obviamente era anormal! ¡No se suponía que pasara así! En realidad podía mantener la cordura durante su celo la mayor parte del tiempo, eso nunca había detenido su trabajo incluso si lo hacia sentir incomodo e irritable pero era evidente que su situación actual era diferente de su celo habitual
-su físico se ha deteriorado de nuevo- Recordó Joseph- no puede seguir así…
Joseph probablemente quería soltar su sermón sobre la salud pero la mirada de advertencia de Delia lo hizo callar. Erick sabía que estaba mal, no quería escucharlo, solo quería soluciones, algo que funcionase antes de que el omega despertara si era posible
-Está bien, solo quedarse en la habitación, es imposible suprimir las feromonas por completo, lo más seguro sería volver al laboratorio… pero permanecer aquí está bien, Delia debería estar segura. Dejare la receta con ella
Leah se apresuró a cubrir a su esposo. Erick inconscientemente observó hacia arriba inconscientemente, el chico solía despertarse a las 7 pero llevaba bastante tiempo dormido, al recordar el amor de Delia por sus dardos tranquilizantes solo podía lamentarse y darle una disculpa desde su corazón
- ¿Puedes suprimirlo?
Preguntó a sabiendas
-Su condición no es buena, es posible hacerlo, pero su celo podría soltarse en cualquier momento, es algo peligroso en este momento
Dijo Leah pensando en cómo convencer a su jefe, pero para su sorpresa este no insistió.
-Delia prepara una maleta
Ordenó Erick, Leah y Joseph se sorprendieron, su jefe siempre había pasado su celo en casa, era como un anciano que nunca escuchaba los consejos del medico, terco y obstinado, su acuerdo actual era tan extraño como ver nieve e verano
-En realidad está bien quedarse, siempre y cuando guarde reposo
Joseph explico inconscientemente.
-No es conveniente
Explico raramente Erick, Leah observó a su jefe ávida de información, pero él la ignoro y se dirigió a la cocina por un vaso de agua, Leah lo vio alejarse y su mirada se dirigió a Delia expectante, esta quería darle una mirada despectiva, pero recordando que ella era quien llevaba el tratamiento de su joven amo se reprimió y explico vagamente
-Hay un omega en la casa
El cerebro de Leah corrió rápidamente y dedujo que era su objeto experimental… es decir, el florista objeto de los afectos de su jefe. Nadie cuerdo pensaría en usar una persona resguardada por Erick Moore, pero ella se consideraba un genio, cosas como cordura o locura, siempre las había considerado ajenas a su estatus. Una sonrisa enamorada se formó en su rostro, sus mejillas se sonrojaron y una mirada apasionada se dirigió hacia las escaleras, un apretón en su mano derecha de parte de su esposo la despertó solo para encontrarse con la mirada hostil de Delia, sonrió en modo de disculpa y se dirigió a la salida, no sin antes darle una última mirada a las escaleras. "pronto" se consolo mientras salía
-Delia- La voz de su joven amo la llamo en la cocina, Delia le lanzó una mirada de advertencia a la doctora y se fue- ¿Cocinaste esto?
Delia observó un rato lo que parecía ser una sopa y algo de carne, a pesar de que estaba fría aún se veía algo apetecible… pero no era algo que ella hubiese preparado, eran platos más hogareños por no decir rústicos, tapados con plástico transparente
-No cocine ayer, debió ser el joven amo Saya
Erick que quería reprender a su nana se detuvo al escucharla llamar "Joven amo" eso que sonaba normal cuando se refería a él era algo dulce cuando se refería al omega, como si fuesen una pareja… no, estrictamente hablando era un invitado, pero eso no le impedía volver loca su imaginación
- ¿Le dijiste que lo hiciera?
-De ninguna manera- Delia se horrorizo- lo tirare ahora
Tomó un plato para vaciarlo en la basura, en la casa no había nada que no fuese fresco, algo que había pasado más de 12 horas afuera solo podía ser desechado, pero una mano la detuvo
-Empácalo, lo llevare para el almuerzo
Delia lo empaco sin decir palabra, pero en el fondo se sentía algo agraviada, su joven amo cuyo sentido del gusto era demasiado sensible para su propio bien, que sentía que un platillo era una abominación incluso si llevaba media pisca extra de sal ¿Se comería eso? ¿Qué pasaría después? ¿Comer en un puesto de la calle? ¿Pollo frito, pizza, alimentos congelados, sopas instantáneas?
Mientras empacaba vio cómo su joven amo tomaba un pequeño trozo de carne, al probarlo sonrió abiertamente, entrecerrando los ojos como si hubiese probado un manjar exquisito y no una simple pieza de pollo. Delia no recordaba cuando fue la última vez que lo vio sonreír, ese omega… no parecía tan malo, una sonrisa brillante se formó en su rostro y corrió a armar la maleta.
Más tarde observó cómo su joven amo se iba. Media hora después se dirigió también al laboratorio.