La llegada de Liam hizo que el lugar quedara completamente en silencio. Voldemort apretó los puños tan fuerte que incluso salió un poco de sangre al darse cuenta de que había empezado a temblar.
—Es ese chico... -pensó el mago tenebroso entrecerrando los ojos hacia Liam, habiéndo logrado calmarse un poco —. Su poder... ¿Cómo es posible que haya aumentado tanto en tan poco tiempo?
Liam miró a los Mortífagos con una expresión en blanco, viendo que estaban paralizados. Hizo un movimiento con la mano, expulsando una cantidad controlada de magia que viajó a gran velocidad hasta la estatua que sostenía a Harry.
La estatua se destruyó con un fuerte estallido y el joven Potter cayó al suelo, respirando agitadamente. Echó un vistazo a su maestro y sintió un escalofrío, la sensación que emitía hacía unas pocas semanas era totalmente diferente, mucho más tranquila.
Ahora, Liam irradiaba un aura bestial, como si fuera un animal esperando ser soltado. Sabía que ese sentimiento había estado siempre allí, de alguna forma, pero Liam lo mantenía oculto a la perfección, no tenía nada que ver con la maldición impuesta sobre él.
—¿Qué ha pasado? -se preguntó mentalmente —. ¿Se ha descontrolado su magia?
El fino control que recordaba de su maestro ya no parecía estar allí y en ese momento ejercía la misma presión que la magia de Voldemort, así que Harry supo que había logrado la Tercera Separación.
—Parece que mi sentido del tiempo se ha distorsionado un poco, no me ha dado tiempo de llevar mi control al máximo, una pena —comentó con voz severa, como si se estuviera recriminando a sí mismo —. De todas formas, no deberías haber regresado hoy, Voldemort, ahora mismo estoy un poco cabreado.
Ni siquiera pasó un segundo después de que dijo estas palabras, cuando el suelo en el que estaba anteriormente Liam explotó. Voldemort fue el único que pudo reaccionar a tiempo, condensando un escudo hecho de aire. Se escuchó un fuerte sonido de gong cuando Liam golpeó el escudo, levantando una onda expansiva que mandó a volar tanto a los Mortífagos como a Harry.
Voldemort salió disparado como un proyectil, aunque logró cubrirse del daño gracias al escudo.
Liam miró a Harry, que se estaba levantando.
—Te los dejo a ti —le dijo, señalando a los secuaces del Señor Tenebroso.
Sin siquiera esperar un asentimiento, desapareció con pura velocidad.
Voldemort deshizo rápidamente el escudo, volaba a velocidades más allá del sonido debido al golpe de Liam. Intentó detenerse, pero se dio cuenta de que su enemigo acababa de aparecer encima de él.
Liam levantó un brazo y una mano gigante del tamaño de una piscina olímpica se materializó.
—¡Qu...? —Voldemort no pudo terminar su exclamación cuando la mano descendió a velocidades vertiginosas, golpeándolo efectivamente y siendo lanzado al suelo como si se tratara de un meteorito.
Hubiera levantado una gran cortina de polvo y provocado un pequeño terremoto si no fuera porque, debido al golpe inicial, habían llegado al mar. Entonces, en vez de eso el agua se levantó como si se hubiera lanzado una bomba.
Liam esperó a que saliera su adversario, sin embargo en su lugar aparecieron serpientes que volaban directamente hacia él... millones de ellas. Como un horrible enjambre de mosquitos alargados y con colmillos venenosos, las serpientes se movieron hacia su presa, cada una tenía la cantidad de magia de un cultivador en el Primer Pilar de la Recolección de Magia.
—Es un buen momento para probarlo —murmuró Liam.
De repente, sus ojos afilados brillaron en amarillo como dos faros que iluminan en la noche. Aparecieron escamas de color carmesí cubriendo todo su cuerpo, su tamaño empezó a aumentar hasta alcanzar los cincuenta metros de altura y más de doscientos metros de largo. Liam, en su nueva forma, abrió su boca llena de dientes, que repentinamente adquirió una luz rojiza.
—Aliento de destrucción —recitó en su mente.
Voldemort, que salió del agua para realizar un ataque furtivo en Liam mientras sus serpientes lo distraían quedó paralizado con lo que pasó en el siguiente segundo.
Hubo un destelló que el mago oscuro pudo discernir como llamas y, luego, silencio... hasta que sonó un estruendo masivo que incluso podría haber dañado los tímpanos de un cultivador de nivel mediano. Se formó una nube en forma de hongo que cubrió al menos veinte quilómetros de diámetro.
Se habían alejado unos cien quilómetros de la costa, pero aun así la onda expansiva, así como las enormes olas creadas por la explosión probablemente provocarían el caos en el mundo muggle, pues creerían que se trataría de algún país enemigo haciendo pruebas atómicas tan cerca de su territorio.
—Mierda, aún conteniéndome tiene tal efecto —pensó Liam, frustrado consigo mismo —. Debería haber esperado hasta tener mi control de vuelta para poder probar los efectos.
Su gigantesca forma de dragón disminuyó hasta que volvió a su forma humana. Aunque su fuerza aumentaba a niveles increíbles durante su transformación, aún no estaba acostumbrado a pelear con un cuerpo tan grande, así que decidió luchar así por el momento.
Liam podía sentir que Voldemort no había muerto por la explosión, aunque su magia parecía bastante agotada, probablemente tuvo que usar una gran cantidad para protegerse del ataque de su ataque.
—Aquí viene —pensó.
Justo en ese momento, Voldemort apareció delante de Liam, tenía varias quemaduras en su cuerpo, pero eso no pareció detenerlo. Levantó una mano y se formó una enorme serpiente de fuego que arremetió contra Liam.
El joven cultivador apenas tuvo tiempo de formar una barrera debido a sus habilidades sobresalientes en el ámbito. Sin embargo, la barrera solo pudo neutralizar a la serpiente de fuego, que desapareció después de clavar sus colmillos en ella y romperla, creando el efecto de un cristal roto.
Ninguno de los dos perdió el tiempo, cuando Voldemort apareció entre los fragmentos de barrera. Controlaba una gran masa de agua que estaba flotando detrás de él y luego lo lanzó hacia Liam, como un chorro a presión.
Sabiendo lo peligrosa que podía ser el agua a tanta presión, pero no teniendo tiempo suficiente como para esquivar, convocó a Ama no Sakahoko y le aplicó una buena cantidad de magia antes de realizar un corte.
—Estilo del Alma: Cortador de la Gran Montaña —el movimiento de Liam creó un tajo vertical que destruyó el ataque de Voldemort.
Liam no se detuvo, sacó la Banri no Kusari y ató rápidamente uno de sus extremos con Ama no Sakahoko. Mientras llevaba a cabo esta acción, Voldemort esquivó el ataque sin muchas dificultades, gracias a la disminución de poder al colisionar con el agua a presión.
—Ahora iré en serio, chico —gruñó.
Liam se extrañó de que no lo llamara sangre sucia, pero lo que no sabía era que, para Voldemort, el poder lo era todo. Teniendo en cuenta eso, Liam, que había llegado a un nivel igual que el suyo, ya no podía ser considerado un sangre sucia y, en su lugar, lo reconoció como un mago y un cultivador hecho y derecho.
Este es el rasgo distintivo de un verdadero cultivador, el honor y el orgullo, después de todo, si Voldemort no reconociera a Liam, ¿no se estaría criticando a él mismo, que estaba en su mismo nivel?
—Tráelo —Liam lo provocó.
El más joven de los dos empezó a estirar de la Cadena de mil ri, que pronto alcanzó una longitud de casi doscientos metros. Voldemort convocó un extraño bastón de color negro con una calavera en uno de los extremos.
Liam usó su fuerza inhumana para hacer girar la cadena con Ama no Sakahoko en la punta. El veloz movimiento, que se aceleraba cada vez más, empezó a crear vientos que removieron el agua.
En un momento dado, la lanzó hacia el mago oscuro, produciendo un boom sónico. Voldemort movió con elegancia su bastón, girándolo una vez en su mano antes de golpear a Ama no Sakahoko, desviándola a un lado.
Se preparó para atacar, pero entonces se dio cuenta de que Liam había aparecido justo al lado contrario de hacia donde había desviado la cadena, a unos doscientos metros debajo de él.
El joven cultivador sonrió antes de empezar a mover su brazo en círculos, con Banri no Kusari agarrada fuertemente con sus dos manos. Voldemort se vio envuelto en una jaula hecha con la cadena que giraba a velocidades aterradoras.
Empezó a levantarse el agua y se formó un tornado debido al movimiento del viento.
—¡Es inútil! —exclamó mientras movía en círculos a su bastón, que empezó a emitir una energía amarilla.
Golpeó el aire y se formó un símbolo que salió disparado hacia el tornado, creando un sonido parecido al de cuando dos espadas chocan. Los vientos y el agua que se había acumulado desaparecieron como si nada, aunque la cadena no fue afectada.
Salió rápidamente de la jaula hecha con la cadena y voló hacia Liam, levantando su bastón mientras lanzaba otro de esos símbolos.
Liam empujó hacia él tan fuerte como pudo a Banri no Kusari y se impulsó en el propio aire, lanzándose contra su enemigo. Realizó un corte con Ama no Sakahoko en su mano, que deshizo el símbolo de Voldemort, haciendo que sus ojos se abrieran de incredulidad.
Giró sobre sí mismo y lanzó, con un grito de batalla, su Arma del Alma. Pareció haber fallado cuando pasó muy por encima de Voldemort y este se burló, pero pronto Liam hizo presión hacia abajo con Banri no Kusari, creando un ataque muy parecido a un péndulo.
El ataque cortó el mar mientras se dirigía hacia el hombre serpiente. El susodicho volvió a crear el escudo de aire para protegerse, lástima que no supiera de las habilidades de Ama no Sakahoko.
La Alabarda Celestial Invertida pasó a través del escudo, devorando su magia, y uno de los brazos de Voldemort fue separado de su cuerpo bajo su mirada impactada.
Pero como alguien que ha peleado en un sinfín de batallas, no perdió la concentración y, en cambio, agarró la cadena con la mano que le quedaba.
Su bastón se había desmaterializado cuando se cortó el brazo que lo sujetaba, así que en cambio canalizó un hechizo eléctrico a través de la cadena. Liam no la soltó, los relámpagos de la tribulación celestial habían sido mucho más poderosos.
Ahora que a Voldemort le faltaba un brazo, la pelea prácticamente estaba decidida. El mago oscuro lanzó a la desesperada tres serpientes de fuego, cada una más grande que la que había usado al principio.
Esta vez, sin embargo, Liam prefirió defenderse levantando un gran muro de agua, que no fue difícil considerando que estaban en el océano. Apareció una densa cortina de humo, aunque eso no obstaculizó los sentidos de ninguno de los dos cultivadores.
Voldemort sintió a Liam acercarse y se preparó para bloquear, pero no esperaba que el mencionado apareciera en su forma de dragón. Lanzando un grito que salió de una mezcla entre su frustración y rabia, atacó con su propio puño para contrarrestar el golpe que se acercaba.
Ambos colisionaron y la pelea fue decidida. El conocido como mago oscuro más poderoso de todos los tiempos sintió cada hueso de su cuerpo romperse ante el puñetazo de dragón de Liam. Escupió una gran cantidad de sangre y salió volando hacia el cielo, apenas consciente.
Liam endureció su mirada.
—¡Ahora sí! —exclamó con voz profunda, distorsionada en su forma de dragón —. No afectará a nadie si va al cielo.
Abrió la boca y reunió toda la magia que pudo en un momento.
—¡Aliento de destrucción! —las llamas esta vez brillaron aún más blancas que antes, quemando incluso el aire por donde pasaban.
Voldemort miró la luna en lo alto del cielo, mientras caía.
—Cuando reviva me aseguraré de matarte —murmuró para sí mismo antes de que se lo tragara un mar de llamas ardientes, volviendo su cuerpo a la nada.
A más de cien quilómetros de distancia, Dumbledore sintió el terrible ataque con su En, girando rápidamente su mirada hacia la dirección en la que había ocurrido la batalla.
—Liam, ese poder... —se quedó quieto un segundo antes de soltar una carcajada feliz —. Ya veo, por fin me has superado...
Se quedó en su oficina, riendo con ganas.
De vuelta al campo de batalla, Voldemort intentó escapar en su forma de humo espiritual, pero Liam apareció de repente a su lado.
—¿Pensaste que podrías escapar? —cuestionó con seriedad —. Sabemos sobre tus horrocruxes, así que te sellaremos hasta que los hayamos destruido todos.
Con estas palabras, el humo soltó un chillido y trató de volar más rápido para escapar. Liam negó con la cabeza e hizo algunos movimientos con las manos, creando una barrera que encerró a "Voldemort".
—Esta barrera no podría haberte retenido antes, pero en esta forma debilitada no tendrás ninguna posibilidad —le explicó —. Una vez encerrado es cuestión de pasar unas horas configurando barreras con tal de que no escapes pronto.
Y en ese mismo punto, en medio del Océano Atlántico, Lord Voldemort, uno de los cultivadores más poderosos de la Era Moderna, fue sellado por otro cultivador con el nombre de Liam Doyle.
Fin del capítulo.
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Bueno, antes que nada sé que puede haber parecido una pelea mucho más fácil de lo que debería haber sido, sin embargo hay razones para ello. Pensad que Voldemort, nada más empezar la pelea, usó un hechizo para convocar a un millón de serpientes con base de cultivo, débiles, pero incluso así no hubiera sido posible para Liam derrotarlas a todas si no hubiese sido por su ataque en forma de dragón (por cierto lo del dragón se explicará en uno de los siguientes capítulos).
En este punto, ya supongo que os vais dando cuenta de que a Liam no le queda mucho por hacer antes de "ascender" y convertirse en un cultivador en el Reino de los Ancestros. Hará el viaje con Fleur que debería durar unos pocos capítulos y luego ya pasaremos a la siguiente fase de la historia, que se separará por completo del canon de Harry Potter.
Espero que os haya gustado y hasta la semana que viene ^^