-Buenas noches director -lo saludé alegremente.
-Buenas noches, señor Doyle, ¿le puedo preguntar qué hace aquí? -me preguntó con voz calmada, pero yo sabía que estaba preparado para todo.
-Verá, en realidad estoy aquí para hablar con usted -le respondí despreocupadamente.
Mi actitud pareció tranquilizarlo un poco, pero aún así me miró fijamente.
-No le recomendaría intentar usar Legeremancia en mí, director Dumbledore -le advertí -. Tengo algunas defensas que si bien pueden parecer inofensivas son... potentes.
Dumbledore se sorprendió visiblemente de que supiera lo que estaba intentando hacer.
-¿Por qué dices que querías hablar conmigo? -cuestionó -. Podría haberme hablado esta mañana en el Gran Comedor. Además te vi entrando al mismo tiempo que Harry y luego como te quedaste viéndolo. Esa fue un encantamiento bastante impresionante, sobre todo sabiendo que es usted de primer año.
-Bueno, de lo que quiero hablarle... es bastante importante -contesté rascándome la nuca. Capté la atención del viejo mago con esas palabras -. Bueno, en realidad quiero comentarle unas cuantas cosas.
El hombre me indicó que continuara con un gesto de la mano.
-Lo primero de lo que quiero hablarle es sobre Harry -empecé -. No es por tirarme flores, pero tengo un control de magia bastante superior al promedio, quizás incluso mejor que el de los profesores...
-¿Sabes acerca del control de magia? -preguntó el director acariciándose la barba -Eso es bastante impresionante para alguien de tu edad, ¿hasta que nivel lo has llevado?
-Puedo extender mi magia hasta los treinta metros, luego pierdo el control -informé rápidamente. Para lo que pretendía hacer, no podía guardarme mis habilidades.
Dumbledore me miró boquiabierto y me pidió que lo demostrara. Extendí mi En hasta el límite y luego sentí como otra fuente de magia pasaba junto a la mía.
-Ya veo, no conoce la técnica del Ojo Mágico, así que extiende su propio En para ver hasta dónde llego -reflexioné.
-Parece que decías la verdad, estoy realmente sorprendido -me comentó -. ¿Pero que tiene esto que ver con Harry?
-Verá, debido a mi control de magia, fui capaz de inventar una técnica a la que llame Ojo Mágico -revelé. En este punto me estaba arriesgando, pero debía seguir adelante -. Me permite ver fuentes de magia.
Dumbledore respiró profundamente.
-Entonces fue usted al que sentí el día de la selección -me dijo, a lo que yo asentí -. Qué técnica más impresionante.
-Luego puedo enseñársela, pero volviendo a lo que le quería comentar, también he observado a Harry con el Ojo Mágico -comenté, cambiando mi expresión alegre anterior a una seria -. Ese chico parece tener otra fuente de magia dentro de él. Además es terriblemente oscura, no pondría la mano en el fuego, pero es posible que Voldemort lograra colocar parte de su alma en Harry esa noche.
El mago más grande del mundo palideció.
-Hasta este punto has caído, Tom? -se preguntó a sí mismo en voz alta, luego me miró a mí -. Esta información es increíblemente valiosa, se lo agradezco de verdad, señor Doyle, pero le pediré que no lo revele a nadie más.
-No se preocupe, director, es por eso que he elegido este momento -dije volviendo a mi tono alegre.
-Esta información puede cambiar las cosas a nuestro favor, ¿hay algo que pueda hacer para agradecerte? -preguntó, mirándome con una sonrisa de abuelo.
Mi sonrisa se ensanchó.
-Bueeeeeno, verá, con este Ojo Mágico también descubrí otra cosa -empecé con una sonrisa de ojos, a lo que Dumbledore me miró divertido -. Descubrí el como funciona la recolección de magia.
Por un momento, parecía que Albus Dumbledore iba a caer de culo al suelo, pero logró estabilizarse y mantenerse de pie.
-Pero hay un problema, y es que no sé cómo recolectar la magia, sé que es posible y sé que usted es capaz de tal cosa -Dumbledore me miró, sabiendo lo que iba a decir -. Entonces me preguntaba si usted, oh gran director de Hogwarts y mejor mago de la historia actual, me podría enseñar el método.
Dumbledore pareció reflexionar.
-Su actitud es muy diferente a la de Tom o Grindelwald, parece astuto pero también despreocupado, espero no arrepentirme de esto -pensó el director -. Quizás es justo a quien he estado esperando.
-Está bien, te lo enseñaré, pero tengo una condición -aceptó.
-Bien -murmuré en voz baja y él se rio.
-Quiero que también me enseñes este Ojo Mágico tuyo -me pidió.
-Esta bien -acepté de inmediato -. De todas formas se lo iba a enseñar.
Pareció complacido con mis palabras.
-Entonces te espero en mi oficina a las seis de la tarde a partir de mañana, es posible que le lleve hasta el final de las vacaciones dominarlo -me informó mientras escribía con magia las instrucciones para llegar a su oficina en un pergamino y me lo entregaba.
-¡Genial! -exclamé tomando el trozo de pergamino -. Ahora si me disculpa, director, debería estar en la cama, buenas noches.
Una vez dicho esto, hice un gesto dramático con la mano y me hice invisible.
-Que chico más curioso -dijo Dumbledore a nadie en particular -. Parece tener bastante talento y es buen chico, será interesante ver como crece, sin embargo...
Dumbledore miró al espejo de Oesed, había intentado ver en la mente de Liam y lo único que pudo encontrar fue lo que vio él en el espejo.
-Es la primera vez que conozco a alguien que no ve nada a parte de a sí mismo en el espejo.
Al día siguiente me desperté con fuerzas renovadas, estaba contento de que la noche anterior hubiera ido tan bien, si Dumbledore no hubiera aceptado tan rápido, hubiera tenido que revelar más cosas y hasta que no confiara por completo en el viejo hombre prefería guardarme algunos ases bajo la manga.
Fui a la biblioteca, donde me encontré con Harry y Ron, que hablaban acerca de Flamel. Los miré divertido, realmente no tenían demasiada idea en cuanto a guardar secretos se refiere. Decidí echarles un cable porque... ¿Por qué no?
-Buenos días, chicos -los saludé mientras caminaba hacia ellos.
Se pusieron nerviosos visiblemente.
-Buenos días, eres Liam Doyle, no? -me saludó Harry.
-¡Oh! ¿Me conoces? -pregunté jovialmente -. Sois Ron Weasley y Harry Potter, verdad?
Ambos asintieron y se acabaron de presentar.
-Entonces, escuché que buscabais información acerca de Nicolas Flamel, si queréis os puedo ayudar, qué necesitáis? -les ofrecí.
-¿Sabes algo de él? Hemos buscado entre cientos de libros sobre magos modernos y no hay nada -se quejó Ron frustrado.
-Bueno, es normal que no hayáis encontrado nada -empecé -. Nicolas Flamel es un alquimista y actualmente tiene cerca de seiscientos años...
Ambos abrieron sus bocas y pareció que llegarían hasta el suelo, si hubiera sido una novela de cultivo china entonces probablemente hubieran escupido sangre por la boca. Solté una carcajada por sus expresiones.
-¿Cómo alguien podría vivir seiscientos años? -cuestionó Harry -. ¡Debería ser una momia!
-En realidad, Flamel es considerado el mejor alquimista del mundo actualmente debido a que pudo crear una piedra filosofal -les expliqué -. La piedra filosofal tiene el poder de convertir los metales en oro y de crear el elixir de la vida, que hace inmortal a aquel que lo bebe.
Ambos amigos abrieron los ojos como platos, me dieron las gracias diez veces en menos de un segundo y salieron corriendo.
-Cuantos ánimos tienen por la mañana -soltando una pequeña carcajada, me dirigí al Gran Comedor para tomar mi desayuno, estaba hambriento.
Esa tarde, a las seis, me dirigí hacia la oficina del director, a la cual se accede por medio de una escalera de caracol de piedra en movimiento, que a su vez está oculta por una gárgola en el tercer piso.
-Sorbete de limón -exclamé dramáticamente a la gárgola.
El águila de piedra empezó a girar y subir, dejando una escalera de caracol a su paso la cual recorrí. Cuando llegué a la puerta del despacho, golpeé tres veces y se abrió.
La oficina del director en sí era una gran sala circular con muchas ventanas y muchos retratos de directores y directoras de edad. El retrato del antecesor inmediato del actual director o directora se colgaba detrás de la mesa de la cabeza. La oficina también contenía una serie de tablas delgadas en la que se ubicaban delicados instrumentos de plata que giraban y emitían pequeñas bocanadas de humo, así como una increíble colección de libros.
A un lado, estaba el magnífico pájaro rojo de Dumbledore, un fénix llamado Fawkes.
-Me alegra de que haya podido venir, señor Doyle -escuché. Miré hacia la izquierda y allí estaba Dumbledore.
-Fui yo quien le pedí ayuda, señor, sería muy maleducado por mi parte no asistir -le respondí.
-No hace falta que seas tan formal, chico -dijo haciendo un gesto despectivo con la mano.
Le sonreí.
-De acuerdo, director -acepté -. Bueno, para que veas que cumpliré con mi palabra de enseñarte el Ojo Mágico, te mostraré como funciona antes que nada.
Y empezamos nuestra primera sesión. Le enseñé la forma exacta de llevar magia a los ojos para que funcionara la técnica y el pareció muy sorprendido con cómo funcionaba, alabándome por haber sido capaz de inventar algo tan útil.
-Debido a que es capaz de ver la magia, también puede identificar maldiciones o incluso seguir rastros mágicos sin la necesidad de usar constantemente Homenum Revelio -expliqué.
Dumbledore aprendió rápido, no tanto como yo, pero seguía siendo aterrador, aunque no debería extrañarme, puesto que fue considerado uno de los mayores genios de la historia. Una vez logró usar a la perfección el Ojo Mágico, me indicó que me sentara en una postura de meditación.
-Para empezar a absorber magia, te explicaré cómo funciona -empezó -. La recolección de magia no solo trata en RECOLECTAR magia con tal de aumentar tu nivel de esta, hay diferentes niveles, a los que se les nombra como "Reinos".
(Nota del Autor: Voy a explicar los reinos y para hacerlo imaginad de de mientras Dumbledore se lo está explicando a Harry)
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Sistema de Reinos:
-Reino de la Recolección de Magia: Para entrar a este Reino, el mago deberá recolectar magia en el ambiente hasta que sea capaz de entrar a su Mundo Interior, una vez logrado esto, habrá ingresado correctamente. Para recorrer el Reino, deberá continuar absorbiendo magia para formar unos Pilares en el Mundo Interior.
-Reino de la Creación del Núcleo: Una vez formados cinco Pilares y después de recoger magia suficiente, los Pilares se fusionaran para formar un Núcleo Mágico, que contendrá toda la magia del mago. Este Reino tiene tres niveles, que se determinan según el estado de la magia dentro del Núcleo. El primer nivel es Núcleo Gaseoso, el segundo Núcleo Líquido y el tercero Núcleo Sólido.
-Reino de la Separación del Espíritu: Teniendo un Núcleo Sólido, la cantidad de magia suficiente y ser iluminado respecto a uno mismo, el mago será capaz de llevar a cabo la Primera Separación, entrando en este Reino. Cada vez que el mago lleve a cabo la Separación, deberá deshacerse de una parte de su Espíritu, si la iluminación respecto a de qué parte deshacerse resulta incorrecta, el mago morirá o, en el mejor de los casos, perderá toda su magia y no será capaz de volver a usarla nunca más.
-Reino de la Corroboración del Camino: Habiendo separado el Espíritu tres veces, el mago deberá confirmar corroborar él mismo el Camino que ha elegido en su cultivo, este Reino consiste solo de dos partes, los Principios y la Convicción.
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-Definitivamente esto es como una de esas novelas Xianxia -pensé con un poco de dolor de cabeza -. Parece que me estoy metiendo de cabeza en un mundo que me traerá muchos problemas, pero... ¿Qué es la vida sin un poco de riesgo?