-¿Qué ves, Victoria?- pregunto Kain sin apartar su mirada del desierto. Aparte de su voz, solo sonaba el fuerte viento en la cima de la montaña. Ululaba y de vez en cuando siseaba porque arrastraba pequeños restos de arena y piedra.
-Solo una tierra árida, querido- respondió Victoria mientras se aplastaba el costado izquierdo del cabello, sentía que el viento se lo desordenaba.
-¿Y si te diera la tecnología para crear grandes caminos y edificios?-
Victoria aparto la mirada del desierto y miró a Kain, tuvo que levantar la vista para surcar los treinta centímetros de diferencia en su estatura. Él se veía grande e imponente, sereno como si fuera un enorme mar en calma. Sus largas orejas se extendían casi veinte centímetros desde su cabeza y su largo pelo era elevado como una nueve blanca por el viento. Después de mirar lo suficiente, Victoria asintió y volvió a mirar la ciudad.
-Entonces podría ver una gran oportunidad de negocio- respondió Victoria juntando sus antebrazos como si estuviera arrullando algo y se apoyó sobre su pierna derecha en un gesto coqueto.
-¿No una ciudad?¿No un país?¿No un futuro mejor para todo el mundo?-
-Soy una comerciante, no una regente, querido-
-Sí, pero también eres una madre y no creo que quieras volverte rica ahora y dejarles un mundo hecho polvo a nuestros hijos y nietos-
Victoria entendió más o menos a dónde quería llegar su marido, era algo que le había explicado hace mucho tiempo. Según Kain, la sociedad debería moverse de manera que al largo plazo pudiera ser sostenible, decía que la nobleza no persistirá para siempre y que llegaría el día en que la gente dirigiría su país. Qué los recursos no son infinitos y deben ser repuestos de la misma manera que se consumen. Todas eran cosas que la misma Victoria encontró escandalosas y solo pensó que era un de esas cosas que Kain había leído por ahí. Solo dios sabe lo que hay en la cabeza de los filósofos y sabios. No obstante, entendía el concepto de dejar un mundo para que pudieran vivir sus hijos y nietos.
-¿Adonde quieres llegar, querido?- pregunto Victoria
Kain estiro sus manos como si abrazara al mundo y dijo -quiero transformar este desierto en una gran país, convertirlo en un lugar tecnológico y de conocimiento. Quiero que este sea un lugar en donde la ignorancia y la discriminación racial sean motivo de burla-
-¿Para que quieres hacer algo así?-
-Para que la gente tenga un lugar adonde ir, el cual no este regido por el capricho de nadie o de un dogma que nadie entiende, pero que todos veneran. No puedo confiar en la humanidad-
-¿Y qué quieres de mi?-
-Qué me ayudes a planificar esto, que inviertas y tomes una tajada del pastel. Te permitiré ser la mayor propietaria, pero habrán restricciones y normas. A cambio, te daré la posibilidad de inmortalizarte para la posteridad-
Victoria soltó un suspiro y una fuerte corriente de viento le elevo el cabello dando así la impresión de que se hubiera peinado hacia atrás. Aunque la idea de poseer semejante tecnología era interesante, no podía ver el alcance de tal proyecto. Solo podía ver un montón de tierra árida. ¿Adónde se construirían los edificios?¿De dónde sacarían agua dulce?¿Como funcionarían los sembradíos? ¿Había oro en estas tierras?. Solo mas incógnitas y más incógnitas. Al final, solo podía ver las posibilidades de abrir un nuevo mercado, pero no una gran ciudad y muchos menos un país. El continente Bergarito junto con el continente demoniaco, eran dos tierras abandonadas de la mano de dios. Eran lugares al que los aventureros iban a pulir sus habilidades. A lo mejor, si había un oasis cerca, se formaba una ciudad y servía como un nido de esclavitud y prostitución. Un lugar en donde los grandes hombres de poder, iban a ventilar lo que no podían en una sociedad normal, ya sea por el dogma o por la moral pública.
-Supongamos que puedes construir una ciudad- dijo Victoria cambiando su apoyo a la pierna izquierda
-No es solo una ciudad- respondió Kain con una sonrisa
-Pero supongamos que es una ciudad, y es el lugar de ensueño que deseas. Con academias de magia y todas las cosas maravillosas que se te ocurran-
-Ya-
-El resto del mundo empezara a mirar tu tecnología, van a querer tomar todo lo que desarrolles-
-Podrán, pero solo después de diez a veinte años. Nos excusaremos que es una tecnología que esta a prueba. Si alguien trata de tomar lo que es nuestro, lo aplastaremos-
-Aja, ¿Y por cuantos años eso podrá ser posible?-
-Por supuesto, sé que no será para siempre. El resto de los países empezara a competir con nosotros, pero por los próximos cien años, seremos los lideres en tecnología y vigilaremos que los malos elementos no entren al continente. Solo cuando haya un gran país que se pueda valer por sí mismo, dejaremos que vengan los extranjeros instalarse-
-¿De donde sacaste esta idea?-
Kain agacho su mirada con pesar y dijo -el otro día estuve conversando con mis muchachos. Bebimos más de la cuenta y conversamos de Ars. Ese muchacho hizo su camino a la cama de Ariel. No obstante, la muchacha le aclaro los puntos desde un principio. Debía ser rey. Todos nos partimos a carcajadas porque no lo veíamos por ningún lado, pero Ars se lo tomo muy en serio. El viaje a Ranoa a través de todo el continente central, le abrió la mente a un mundo que no sabía que existía. Entre borracho y lucido, nos dijo que haría todo lo posible para mejorar Asura, pero que lo veía difícil. Dijo que era un proyecto al largo plazo, que por lo menos le tomaría cien años. Tenían que cambiar muchas cosas-
-¿Por eso los cien años de vigilancia?- pregunto Victoria mientras hilaba los puntos
-Así es. Por eso, cuando llegue su momento, el continente Bergarito se convertirá en el líder del mundo- respondió Kain levantando la vista una vez más -tanto en tecnología, como en magia y sabiduría. A lo mejor algún día toca fondo y termina no muy diferente de ahora, pero mi sueño es que se convierta en un lugar en donde la ignorancia no hiera a la gente. En donde todo el mundo pueda crecer a sus anchas y no teman que un tipo caprichoso venga y los obligue a algo, solo porque su estatus se lo permite-
-¿Quién se encargara de administrar esto?- pregunto Victoria -no veo que vayas a permanecer tanto tiempo aquí-
-Pensé en Kain, pero él esta apegado a Isolte y ella a Asura, así que ese muchacho se quedara en Asura y ayudara a su hermano. Ars, lo mismo, se volverá rey de Asura en el futuro. Así que me queda Elías, ese muchacho tendrá el respaldo de María y Silvia. Así que al largo plazo, ellos se instalaran aquí y convertirán este desierto en una gran nación-
-¿Y tu que harás?-
-Me preocupare de limpiar toda la basura y desarrollar la tecnología. No solo será tecnología para mejorar la vida de las personas. También será para combatir al dios humano, tratare de buscar una forma de protección y de identificación de sus apóstoles. Hoy, el dios humano esta tranquilo, pero cuando renazca Laplace, sus apóstoles se contaran por decenas o a lo mejor cientos. Tratara de hablarle a la mayor cantidad posible de guerreros formidables y en ese momento, necesitamos una forma de poder detenerlos-
Victoria tomo una gran respiración y no agrego más palabras. Era un gran sueño. En un principio pensó que le dejaría su compañía a Elías para que la manejara, pero ese muchacho nació con una mente para la ciencia y no para los negocios. Podría dilapidar toda su fortuna para desarrollar sus invenciones. Por otro lado, María es más confiable, pero ella irá a donde este Elías. ¿Quién le queda? Nadie, así que Victoria solo pudo soltar un suspiro y pensar en extender su tiempo de trabajo. Se sintió cansada, era divertido hacer negocios, pero todo tenía un límite. De vez en cuando le daban ganas de tener una vida como la de su madre, que solo vivía para ver a sus hijos y nietos, gastar dinero en lo que le gustara, viajar de aquí para allá y fornicar. Ella sintió un gran abrazo que la protegía contra el viento y cerró los ojos mientras escuchaba al viento ulular con fuerza.
Después de eso, Victoria se apartó y golpeo sus mejillas con las palmas de sus manos. Miró a Kain con un ánimo renovado y le pregunto -bien ¿Por dónde empezamos?-
Kain soltó una carcajada y la abrazo otra vez, se agacho y le planto un largo beso. Ella tomo la cara de Kain con ambas manos y se derritió mientras se besaban.
Después se separaron y empezaron a descender por la escalinata. Mientras descendían y el viento les mecía el cabello. Victoria le pregunto -¿Supongo que el laberinto tuvo algo que ver con esta idea?-
-Sí- respondió Kain con más soltura -con los muchachos lo estuvimos investigando, tomando nota de cómo funcionaba todo el circuito de mana del laberinto y sacamos ideas. Los muchachos siguen trabajando en el carrito impulsado por mana, pero eso no es lo único. También entendimos como los circuitos alimentaban los círculos de invocación. Por supuesto, todo en una pequeña escala, pero al punto de que podríamos imitar la tecnología de Orario. De esa manera, podríamos crear varios dispositivos que producirían agua potable y otras comodidades. Créeme, de aquí a cinco años, la gente del continente central deseara vivir en las casas de la ciudad de Lapan. Todo será tecnológico y conveniente ¿Quieres ver cómo funciona el laberinto?-
-Ya que voy a invertir, sería bueno ¿Podemos sacara algo útil del laberinto aparte del conocimiento?-
-Varias cosas- dijo Kain elevando su voz, el viento ululaba muy fuerte y se llevaba los sonidos -hay unas arañas que producen seda, también hay monstruos con forma de insectos que te pueden dar materiales para hacer medicinas. Sin embargo, necesitamos estudiar primero como los podemos criar-
-Veo- grito Victoria, perdió el equilibrio en un peldaño y casi se cae por la escalinata. Kain la alcanzo a atajar y evito el peor escenario. Si llegaba a caer, rodaría hasta el borde de la escalinata y después caería hasta el fondo de la montaña. Como eran más de treinta metros de altura, no sobreviviría.
Kain viendo que el viento estaba muy fuerte y Victoria tenía poca resistencia, la tomo en brazos como a una princesa y descendieron de esa forma.
Mientras estaba en los brazos de Kain, Victoria se rio y dijo -podría acostumbrarme a esto ¿No has pensado en trabajar a tiempo completo para mi? Te pagare dos veces, créeme, te va a gustar-
Kain se rio y le robo un beso a Victoria de sus tiernos labios.