Quitándome el polvo Estaba a punto de sugerir que multamos un gabinete de auto vacío, Rennook habló. "Hades voy a buscar chicas, les dije que las encontraría en los tranvías y que iría con ellas a los exámenes de ingreso si no te importa si me despido, ¿no?". La miré en esos ojos de mar de perlas con pecas fruncir el ceño y cada vez que me hacía pensar. "Dioses, ¿cómo se supone que voy a decir que no dos lunas lloronas perfectas en duelo hundiéndose en un mar de hermosas pecas rojas? No puedo verla llorar de nuevo, no, no puedo decir que no, este es su día también". Y así, ella se apresura antes de que yo pudiera decirle nada. Bueno, con Rennook en su camino, resoplé, pensé que comencé a buscar un gabinete vacío para mí. Los primeros gabinetes se llenaron con estudiantes de segundo año por el aspecto de la cresta y las batas, así que intenté retroceder por el otro lado.