Katherina
Mi plan B era esperar a que mientras que todos me miraban con lastima emprender mi huida lo más lejos posible de los humanos. Sin embargo, la lastima no era lo que se veía en sus ojos y cuando se me acerco un humano, solo pensé en morderlo y en huir. Por desgracia, aunque lo mordí con todas mis fuerzas este solo me cogió del cuello frustrando mis intentos de huir y me empezó a llevar a algún lado.
Mientras que me llevan a su destino, noté que el hombre que mordí intentaba hablarme y comunicarse conmigo, pero no le entendía una palabra. Y, además, debe de estarme diciendo las palabras típicas que se les dice a los animales asustados. Por lo que no trate de entenderlo mucho. Estaba más preocupada por nuestro destino.
Ahora que lo pienso puede que mi plan B allá funcionado hasta cierto punto, estas personas pueden haber decidido mantenerme como su mascota. Aunque, visten salvajemente, son mejor que vivir en el bosque. Puede que no pueda comunicarme con humanos, pero prefiero estar, aunque sea rodeada de ellos.
Puede que de ahora en adelante mi vida sea la de una mascota, todos los humanos a mi alrededor pendientes de mis necesidades, a cambio de que yo los entretenga actuando torpemente. Tal vez llegue el momento en el que entienda su lenguaje y me vuelva la mascota más popular de la tribu y viva como una reina. Supongo que ese futuro no suena tan mal.