—Ya iba a irme — le dije, fingiendo estar tranquila.
—¿Qué hacías aquí?— preguntó dudoso.
—Solo estaba dando una vuelta por el Hotel a ver si veía a mi ex compañera antes de irme.
—¿No era más fácil subir a buscarla a su piso?
—No estaba allá— Akira me miró dudoso. Estoy segura que no creyó una sola palabra. No se me ocurrió nada más.
—Esta noche iremos con mi hermana a cenar. Pasaré a buscarte a la casa. Ahora quiero que te vayas.
—Como ordenes, primo— sonreí antes de irme. Akira se quedó por esa área. Supongo que está buscando si Kazuo está ahí. Engañarlo es lo más difícil que existe.
Vine con el chófer para la casa, me quedé con Kaori y mi madre. No sé porqué siento inquietud por ese hombre, es como si lo hubiera visto antes, pero eso es algo imposible. Espero no poder encontrarlo nunca más y menos ahora que Akira está pendiente de todo sobre mí. No tengo que esconderle algo como eso, pero conociéndolo, no entenderá nada y no me dejará explicarle. Siempre pensará lo que quiere, aunque yo no hice nada malo.
Akira
—Quiero que muestres los videos de la cámara de seguridad del restaurante, aproximadamente hace dos horas.
—Si, señor.
Lisa
El tiempo ha pasado muy rápido. Atendí a Kaori, la bañé y la vestí. Hice lo mismo para esperar que Akira pasara por mi. He estado algo nerviosa y pensativa. No puedo mostrarle eso o sabrá que algo está ocurriendo y no quiero preocuparlo.
Dio la hora y Akira llegó. No me dirigió ninguna palabra y yo tampoco lo hice. Actué como si nada estuviera pasando. Pasamos a recoger a su adorada hermana y fuimos junto a su manager a un restaurante. Akira le ayudó a bajarse muy caballeroso y atento con ella. No me acostumbro a esto, ni tampoco quiero. Le dio un beso en la mano al bajarla y eso me acabó de molestar. Ni siquiera me ha mirado, solo ha estado concentrado en ella. Ya veo lo muy metido en el papel que está. Akira se sentó a su lado y yo me senté con la manager.
—¿Cómo ha estado todo, Reiko?— preguntó amablemente su hermana.
—Muy bien, ¿Y tú?— respondí.
—Bien, hace mucho no salía con más personas. Siempre he estado en presentaciones y nunca tengo tiempo para mí. Esta salida me hace muy feliz.
—La Srta. Amaya nunca ha tenido amistades, siempre está sola — añadió la manager. Es muy amable y se ve que es muy inteligente.
—Es una lastima, pero ahora puedes hacerlo. Seria un honor que saliéramos todos juntos— las dos estuvieron de acuerdo. Intenté sonar lo más sincera posible.
—Me dijo Akihiro que tienes novio, Reiko. ¿Por qué no lo invitaste?
—Esta muy ocupado con el trabajo y le sería difícil asistir.
—Debe ser difícil tener un novio tan ocupado. ¿Lo extrañas mucho?— es incómodo hablar de este tema frente a Akira.
—Si, pero ya estoy acostumbrada— sonreí.
—Se acostumbra muy rápido— comentó Akira. No entendí su comentario. Akira comenzó a comer y todos lo hicieron.
Al terminar, Amaya me pidió que la acompañara al baño, así que la acompañé.
—No quiero molestarte, pero quisiera un consejo. No sé qué hacer, me tiene muy nerviosa el hecho de gustarle a Akihiro. Quisiera hacer algo para poder estar más cerca de él, pero mis intentos no funcionan. Eres su prima debes saber que le gusta. ¿Será que me puedes ayudar?— ¿Pedirme la ayuda para acercarse a Akira? Es algo realmente inrritante.
—¿No ha pasado nada entre ustedes todavía? — pregunté, queriendo averiguar. Sé cómo es Akira y tener una chica dispuesta y enamorada como ella, estoy segura que ya tuvo que haber intentado algo.
—Una vez casi hacemos algo, pero cambió de opinión a última hora. No sé si es que no le gusto lo suficiente. ¿Cómo puedo saber cuánto le gusto?
—Sé directa y dícelo. Él es alguien que le gusta que le hablen directamente, si lo haces podrías ganar lo que quieras. Él habla mucho de ti y nunca lo había visto así con una chica, supongo que es bastante lo que le gustas.
—¿Debería estar a solas con él está noche y tratar de mostrarle mis sentimientos?
—Si eso deseas, puedes hacerlo— me estaba sintiendo molesta, pero necesitaba disimular. La idea de imaginarme a Akira con otra mujer es doloroso.
—Gracias por tu consejo, Reiko. No sabes lo agradecida que me siento contigo— me abrazó sin avisar.
Volvímos a la mesa y Akira se levantó para ayudarla a sentarse.
—Quiero aprovechar para pedirte una cosa, Amaya, ahora que están todas aqui — le agarró la mano y la acercó a su labios, lo mismo que hacía conmigo—. Sabes que me gustas mucho desde el día que te conocí, quizás esto sea muy pronto, pero no aguanto más. Quiero que seas mía. ¿Te gustaría ser mi novia?— casi vómito el trago que me estaba tomando. Esperé cualquier cosa menos eso. Cerré mis ojos y me tomé la copa de vino completa para bajar el trago amargo que sentí. Aunque sea un maldito plan, esto ha ido muy lejos. Sentía las ganas de irme de ahí, pero no puedo ser muy obvia. Ella se quedó como una tonta mirándolo fijamente y aceptó. Se besaron en frente de mi y ya estaba al límite de perder los estribos. Ignoré lo que estaba pasando y traté de mirar a otro lugar y sonreír.
—Los tortolitos deben estar solos— dije entre dientes, fingiendo una sonrisa—. Los felicito, me hace muy feliz. Hacen una linda pareja. Cuidala mucho, primo — Akira me miró serio—. ¿Por qué no los dejamos solos?— le pregunté a la manager, buscando la forma de salir de ahí. Ella accedió y se despidió al igual que yo.
Al salir, pude respirar. No podía derramar una sola lágrima y menos frente a la manager. Me controlé todo lo que pude.
—No puedo estar de acuerdo con esta relación de la Sra. Amaya— comentó la manager.
—¿Por qué?
—Hay una cosa que ella no le a dicho a tu primo y no soy quien para hacerlo. Tengo que apoyarla, aunque no esté de acuerdo, es parte de mi trabajo.— ¿Qué tratará de decir con eso? No puedo preguntar o seré muy obvia. Me hace sentir preocupada.
—Eso es algo que deciden ellos. Si están feliz de estar juntos, que les aproveche. Me siento muy feliz por ellos.
—Aunque tú no lo pareces— comentó, mirándome por encima de sus lentes.