Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 204
Camino lentamente, mientras observo a mi alrededor… No siento la presencia de nadie. Ningún rastro de ese hijo de puta.
—¡¡Sal, Sufuco!!
Algo se acerca por debajo del suelo. Un movimiento rápido y casi imposible de detectar a tiempo, pero logré sentir las vibraciones del suelo.
Di unos pasos hacia atrás. Saldrá en 2, 1...
Nerlín sale del suelo frente a mí y me golpea en la cara con su puño derecho. Un golpe que ya había previsto. Y un golpe que ya sabía cómo devolver el daño que me hizo multiplicado varias veces.
—¡Hola, Daniel…!
Por su expresión, ya se dio cuenta del gran error que fue atacarme con su puño.
Se dio cuenta de que su mano cayó al suelo. Le corté la mano cuando me atacó. No iba a desperdiciar la oportunidad que me dio.
—Tú debes ser Nerlín.
Es la primera vez que nos vemos, pero la reconocí por esos exagerados pechos y ojos. Mi maestro me contó sobre ella y me dio su descripción, tanto de su personalidad como apariencia.
—I-imposible…
Activo mi modo rosa, y con un rápido ataque, le corto la cabeza a Nerlín. Como dije antes, no perderé el tiempo hablando. No soy el tipo de protagonista que busca la paz y evita las peleas. Desde que Sufuco mató a la persona que más amaba, la oportunidad que tenían los demonios de llegar a un acuerdo de paz desapareció.
—Absorber… Listo.
El alma de esa demonio es mía. ¿Creyeron que sería una pelea larga solo porque ella era un demonio importante? Este es el resultado de mis entrenamientos. Cada hueso roto, cada noche que pasé sin dormir. Todo ese maldito infierno que pasé entrenando. Todo eso valió la pena.
—Sufuco... ¡Ven!
Observo a mi alrededor… Sufuco aún no aparece. ¡Vamos, eres el único que quiero ver en este momento!
—¡¡¿Sorprendido?!! ¡¡Ya no soy el mismo chico de antes!! ¡¡Podría decirse que ambos tenemos la misma fuerza!! ¡¡Ven a pelear!!
Estoy exagerando, Sufuco me sigue superando, lo sé, pero cuento con la ayuda de Sandro y mis amigas...
—Se acerca.
Siento la presencia de Sufuco detrás de mí y volteo a verlo.
Es él. Mis escalofríos lo confirman.
Se acerca caminando hacia mí. Una presencia digna de uno de los demonios más poderosos. Con solo verlo mis instintos me gritan que escape, pero no lo haré. Pelearé. Aunque no lo parezca tengo orgullo. Ya escapé una vez de él y eso me costó la vida de mi abuela. No quiero perder a otra persona importante para mí.
—Vaya, mataste a Nerlín. Felicidades, Daniel, has mejorado. Mataste a Solmar y a Nerlín. Pero, ¿podrás derrotarme a mí?
Realmente quiero decir que sí podré, pero no diré una mentira.
—No lo sé, pero lo intentaré... ¿Eh?
Este dolor en mi pecho. Ese sonido de una pistola disparando.
Acaso... ¿Acaso me dispararon en el pecho?
—¿Eh?
Mi pecho explota… Tengo un enorme agujero en el pecho. Y duele... Duele más de lo que cualquiera podría imaginar.
—¿Q-qué?
No tengo tiempo para quejarme del dolor o llorar, debo usar magia curativa lo más rápido posible.
Me regenero rápidamente, pero Sufuco se acerca rápidamente hacia mí y me da un gran golpe en la cara con su puño derecho.
Comienza a golpearme, pero no puedo defenderme… No tengo poder mágico… ¡¿Por qué no tengo?! ¡¿Me lo acabé?!
—Las balas comunes y corrientes no podrían hacerte daño. Solo los ataques mágicos te harían daño. ¿Sabes cuánto poder mágico se necesitó para fabricar esa bala? Sacrificamos a 107,792 demonios para fabricar esa bala, pero valió la pena. ¿Por qué no me atacas? ¿Acaso estás cansado?
Me toma de la nuca y azota mi cabeza contra el suelo.
—Eres un inútil.
—M-maldito…
Aunque quisiera golpearlo, yo... Yo... Yo no tengo la energía para hacerlo... No puedo... moverme...
•
•
Daniel se desmayó y Sufuco sonrió.
—Funcionó bastante bien.
Nelfrar aterriza al lado de él, tiene una pistola en su mano derecha.
—Valió la pena sacrificar a todos esos demonios. Logramos derrotar a Daniel sin necesidad de matarlo.
Nadia, Melgar y Sinfer aterrizan al lado de ellos.
—Ya nos encargamos de sus compañeros.
—Bien, comencemos.
•
•
En el barco, Sandra está reviviendo a los demás, usando su magia de tiempo. Todos estaban muertos, excepto ella, que estaba escondida.
Los cuerpos están rodeados por un brillo verde, la magia de Sandra.
—Se fueron… Fue buena idea esconderme.
El brillo desaparece.
Todos se recuperan de sus heridas y abren los ojos.
—¿Eh? ¿Nos derrotaron?- Dijo Sandro.
—Ese pequeño demonio asesinó rápidamente a todas. A ti, hermano, te mató la madre de Daniel, mientras intentabas esquivar los ataques de ese pequeño demonio.
—Ya recordé… Estaba a punto de activar mi 100%, pero la madre de Daniel me cortó la cabeza… Se volvió más poderosa… Afortunadamente, nos reviviste rápidamente… Nuestras almas no alcanzaron a ser destruidas... ¡Vamos, Daniel necesita nuestra ayuda!
•
•
En el pueblo, amarraron el cuerpo de Daniel a un tronco.
Sufuco está acariciando su cabeza, mientras le aplica magia curativa para que Daniel recupere algo de su energía y despierte.
La madre de Daniel simplemente se queda observando el rostro de su hijo, sin decir nada más.
—Sacrificar a todos esos demonios, solo para ser capaces de agotar la energía mágica de Daniel y evitar matarlo. Sufuco evitó una pelea directa con él... ¿Por qué prefirió sacrificar a tantos demonios y no peleó directamente con mi hijo? ¿Acaso le tiene miedo a Daniel? No... Esto no es posible, Daniel no tiene el poder suficiente para derrotar a Sufuco. Entonces, ¿por qué...? Ah, mejor olvido eso. Si le pregunto a Sufuco, yo seré la que termine muerta.- Pensó Nadia.
—Un poco más… Listo.
Sufuco le da una cachetada a Daniel y se despierta casi al instante.
•
•
Al abrir los ojos, lo primero que veo es a Sufuco y... a Nadia.
—Hola, Daniel.
—¡Hola, hijo!
Bajo la cabeza… Otra vez me derrotó… No soy el típico protagonista fuerte y perfecto, soy un inútil… Un inútil.
—Daniel, despierta a Cano.- Dijo Sufuco.
Espera, ¿no me han quitado a Cano?
—Vaya, vaya…
Sonrío y levanto la mirada.
—¿Aún tengo a Cano? ¿Por qué no aprovecharon y me la quitaron? Solmar me la quitó mientras dormía.
—Lo que pasa es que…
—¡Cállate, Nadia!- Dijo Sufuco enojado.
Sufuco me toma del cuello.
—No te lo diremos… Despierta a Cano.
—Hagan lo que quieran, pero nunca les daré a Cano.
—Supuse que dirías eso.
Sufuco abre la boca y un alma sale de su boca. ¿Qué piensa hacer con eso?
La toma con su mano derecha y sonríe.
—¿Sabes de quién es esta alma?
—¿Dani?
E-esa voz...
¿Es… el alma de mi abuela?
—¿A-abuela?
—¡Dani, no les hagas…!
El alma de mi abuela explota… Explotó... Desapareció... M-mi abuela... Frente a mí... Y yo... Yo... Y-yo no hice nada para evitarlo.
—Supongo que eso será suficiente.- Dijo con una gran sonrisa.
—Abuela…
Cuando un alma es destruida, nunca regresará.
Mis lágrimas caen al suelo… Perdí a mi abuela para siempre… Maldita sea.
—Abuela…
—Creo que no fue suficiente… Vayan por las almas de sus compañeras.
—Eres un inútil, Daniel. Tu abuela se sacrificó por ti, pero fue en vano. Tu abuela realmente era una estúpida.- Dijo Sinfer con una gran sonrisa diabólica.
—No… Mi abuela no era una estúpida… ¡Mi abuela no era estúpida! ¡No la conocías!
Estoy realmente enojado, pero debo tranquilizarme… No debo despertar a Cano… No debo despertarla.
—Vaya que la conocíamos bien, Daniel.- Dijo Melgar con una gran sonrisa.
—Sufuco le dio un nuevo cuerpo. Pobre, ella lloraba y gritaba del dolor cuando Sufuco la torturaba y la violaba.- Dijo Sinfer con una gran sonrisa.
¿Q-qué?
—N-no… No, no, no, no... N-no... M-mentira...
Mi abuela sufrió… Sufrió mucho por mi culpa... M-mi maldita culpa.
—M-mientes…
—No, no miente. Yo la torturaba todo el día y la violaba. Y cuando me aburría, le cortaba el cuello, los dedos… La mataba de miles de maneras, solo para divertirme.- Dijo Sufuco con una gran sonrisa.
Por mi culpa... Por mi culpa ella fue... Al igual que... N-no... No...
—M-maldito…
Por mi culpa... ¡Por mi culpa!
Aprieto los dientes, mientras que mis ojos comienzan a cambiar de color. Puedo sentir mis ojos cambiando. No, no solo mis ojos, todo mi cuerpo está cambiando… Mis lágrimas no dejan de caer al suelo… Mi abuela sufrió demasiado por mi culpa… Soy realmente un maldito inútil.
—Recuerdo cuando me suplicaba que me detuviera.
—¡Cállate!
—Si su nieto no fuera un inútil, ella seguiría con vida… Por tu culpa, ella está muerta.
Mi cabello comienza a cambiar de color. No puedo evitarlo, ella despertó.
—¡¡Cállate!!
La furia se apoderó por completo de mi cuerpo.
Mis ojos se volvieron rojos y mi cabello blanco. Mis dientes se volvieron puntiagudos... Activé a Cano.
—Por favor... cállate...
Bajo la cabeza.
—Lo activó.
Ya... no hay nada que pueda hacer... Soy... un inútil... Un inútil. Perdí.
... ¿Todo a mi alrededor se volvió negro?
—¿Te rendirás tan fácil? Esperaba más de ti.
Polvo blanco flotando frente a mí. Cano.
—¿En dónde estoy?
—Estás en la nada. Bueno, así lo llamo. Tenemos uno o dos minutos para hablar, así que seré breve. No eres un inútil, solo tuviste mala suerte. Sufuco es un guerrero con experiencia, más de la que tú tienes. ¿Acaso pensabas que lo derrotarías con el poder del amor y la amistad? Ese es un pensamiento demasiado patético, idiota.
—Pero... ¿Qué puedo hacer? No sé qué hacer.
—Rompe la regla más importante.
—No... No puedo, mi maestro me dijo que...
—En este momento, "eso" es lo único que puede ayudarte. O lo usas o te mueres. Decide.
—Pero... No lo sé...
—¿Dejarás que la muerte de tu abuela sea en vano?
—...
—Demuestra que no eres un inútil, ¡y usa eso!
—... Sí... Lo haré... Cano, te doy permiso de usar eso.
—Fufu. Esto será divertido.
Todo a mi alrededor volvió a la normalidad. Dejaré que la furia se apodere por completo de mí.
•
•
—Serás mía.
Sufuco extiende su mano e intenta tomar el cabello de Daniel, pero un campo de fuerza invisible se lo impide.
—¿Eh?
Un campo de fuerza rodea el cuerpo de Daniel por completo.
—¿Qué pasa?
Daniel se libera y levanta la cabeza lentamente.
—Me hicieron enojar.
Rei aparece frente a él y lo toma con su mano derecha.
—No debieron hacer eso.
Sonríe… Una sonrisa nada normal en él. Su sonrisa es diabólica y da mucho miedo. No por su apariencia, da miedo por el poder que está liberando.
Nadia y Sinfer comienzan a temblar de miedo. Sus instintos les están diciendo que escapen inmediatamente de ese lugar. Daniel representaba un gran peligro para ellos, y lo supieron al instante en que Daniel sonrió.
—¿C-controla a Cano?- Dijo Nadia.
—I-imposible…- Dijo Sinfer.
—Poder de las almas…
Un poder prohibido, incluso para los Dioses. El poder de absorber por completo la energía de las almas y transformarlas en energía mágica.
Marcas negras con forma de rayo aparecen en sus brazos y en su rostro.
Rayos negros comienzan a salir de su cuerpo y la isla completa comienza a temblar.
—E-este poder es… increíble.- Dijo Sinfer.
Fuego negro rodea a Rei, multiplicando su poder total por 10.
—¡D-Daniel, este poder es demasiado, incluso para mí! ¡Aún estás a tiempo de detenerte!
Pero Daniel no quiere detenerse.
—Magia demoníaca…
Le crece un pequeño cuerno negro en su frente.
—Sufuco…
—¿Daniel?
Él se aleja de Daniel, tiene miedo. Por primera vez en mucho tiempo, su cuerpo le dice que escape.
—¿P-por qué eres tan poderoso?
Daniel se acerca hacia él lentamente.
—¿Por qué te contestaría? Idiota.
Sufuco intenta golpearlo en la cara con su puño derecho.
Un golpe tan poderoso, que mataría al instante al Daniel normal. Sufuco usó todo el poder mágico que pudo para mejorar ese golpe, pero...
—Fufu.
Daniel recibió el golpe y sonrió. No le hizo nada.
—¿Es todo?
Daniel le da un gran golpe en el estómago, que lo saca volando.
—Ese golpe no me hizo nada.
Melgar intenta atacarlo por la espalda, pero Daniel esquiva sus ataques fácilmente, incluso sin ver atrás.
—¿Es todo?
Daniel le da un golpe en la cara con su codo izquierdo y su cabeza explotó. Mató a Melgar sin necesidad de verlo.
—Eso fue fácil.
—D-debemos irnos.
Sinfer toma de los brazos a Nelfrar y a Nadia, y se alejan volando.
—¿Intentan escapar?- Dijo Daniel riendo.
Sufuco intenta atacarlo por sorpresa, pero Daniel detiene su puño con su mano izquierda fácilmente.
—Eso fue inútil.
Le da un gran golpe en el estómago, y su estómago explota.
—Eres un inútil, Sufuco.
Daniel salta y se dirige hacia Sinfer.
—¡No van a escapar!
Los alcanzó en menos de 1.5 segundos.
Golpea a Nelfrar en el pecho, y su cuerpo completo explota. Su sangre salpica su rostro y saborea su sangre.
—Delicioso.
Toma de las piernas a Sinfer y a Nadia, y comienza a dar vueltas.
—¡Quiero divertirme con ustedes un poco más!
Los lanza y chocan fuertemente contra el suelo.
El choque fue tan potente, que incluso hizo temblar a la isla.
—¡¿Es todo…?!
Pero todo gran poder tiene sus límites, y Daniel los alcanzó.
Su cuerpo comienza a recibir una fuerte descarga eléctrica.
—¡¡¿Qué me pasa?!!
Volvió a su forma normal y pierde la consciencia.
Comienza a caer al suelo y Sufuco se levanta lentamente, su herida se regeneró.
—M-maldito…
Sandro y las demás se dirigen hacia ellos.
Sufuco se da cuenta y aprieta los dientes con fuerza.
—Maldita sea, ya casi no tengo poder mágico.
Sandro atrapa a Daniel y Sufuco toma los cuerpos de Nadia y Sinfer.
—Maldita sea…
Se aleja volando a una gran velocidad. Escapó pues sabe que, aunque él sea fuerte incluso sin magia, no conoce los límites de Sandro.
El campo de fuerza desaparece y Rei vuelve a su forma humana.
—Sandra, rebobina su cuerpo. Este idiota usó un poder prohibido.
—Sí.
Un brillo verde rodea el cuerpo de Daniel, pero nada cambia en su interior.
—E-espera… Su cuerpo… Mi magia no funciona.
—¿Qué?
—Su cuerpo sufrió bastante… Y su poder mágico… desapareció…
El guante de Daniel comienza a desintegrarse.
—E-espera… ¿Daniel ya no tiene magia?- Dijo Lina.
—No…
El guante se desintegra por completo.
—Su cuerpo ya no tiene magia… Logré curar sus heridas, pero su cuerpo… Su cuerpo está dañado.
El guante se regenera y una nota aparece frente a Rei.
—Esperen… ¡Su magia regresó! ¡Su cuerpo volvió a la normalidad!
Rei está leyendo la nota y sonríe. Se dio cuenta de que lo que acaba de pasar fue gracias al sacrificio de una persona... Y sí, sacrificio.
—Maisha… Gracias.- Dijo Rei.
•
•
(Godfer.)
Maisha está parada frente al Dios supremo. Están en un lugar completamente blanco.
—¿Estás consciente de lo que hiciste?
—Los Dioses también estamos en peligro. Si Daniel no derrota a Solfrar, nosotros moriremos… Sacrificar mi vida valió la pena. No me arrepiento de lo que hice.- Dijo con una gran sonrisa.
—Hiciste un buen trabajo como Diosa... Por eso no destruiré tu alma, vas a reencarnar… Obviamente olvidarás todo… Gracias por todo, Maisha.
Maisha comienza a volverse polvo y simplemente sonríe.
—Adiós, Daniel.
Se vuelve polvo por completo y el Dios supremo comienza a saltar emocionado.
—¡La forma perfecta de Daniel es increíble! ¡Derrotó a Sufuco fácilmente! Si entrena poco a poco con la magia de las almas, él logrará poder usar su forma perfecta, sin sufrir daño… Buena suerte, Cris… No, ya no eres Crisfa... Ahora eres Daniel, el que hace posible lo imposible.- Dijo con una gran sonrisa.
•
•
(Pov- Dios supremo.)
Sacrificar todos esos demonios para lograr eliminar los puntos mágicos de Daniel funcionó, pero no volverá a funcionar otra vez. Ahora que sus puntos mágicos regresaron a la normalidad gracias a Maisha, se volvieron el doble de fuertes y resistentes.
—Fufu. Sufuco, cometiste un gran error.
Debieron matar a Daniel cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo, pero no lo hicieron. La magia que usó Solmar para robar a Cano no la usaron porque ese hechizo solo funciona una vez en cada espíritu. Deben esperar más de 500 años para que la vuelvan a usar.
—Una regla sencilla, ¿verdad?
Yo inventé ese hechizo, así que sé perfectamente que no se puede crear otro parecido.
Solo podrán robar a Cano derrotando a Daniel, aunque también hay otros métodos. Cualquier método necesita una cosa: que Daniel sea derrotado.
—Esto se puso más interesante.
Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 205
"Daniel." "Daniel." "Oye." "Daniel."
Escucho las voces de mis amigas, me están hablando, pero estoy profundamente pérdido en mis pensamientos. Las escucho, pero no puedo responder. Tantos pensamientos en mi mente me tienen distraído.
Estoy afuera de mi habitación, y Crismi, Seiya, Lina y Sandra, están paradas frente a mí, hablándome. Sus voces se están alejando cada vez más de mí, hasta llegar a un punto que ya no puedo escuchar nada.
—¡¡Daniel!!
El último grito de Crismi me regresa a la realidad.
Me acaricio el rostro.
Tengo ojeras, no he dormido en dos días… No puedo hacer otra cosa que no sea llorar. Dejé de entrenar y me la he pasado llorando todo el día. Mi abuela... Maisha... Yo... Yo... Yo no sé qué haré con mi vida.
—Daniel se ve bastante mal.- Dijo Crismi.
Sí, me veo mal… Tengo la boca un poco abierta, una mirada rara… Tengo una expresión de tristeza en mi rostro. No necesito un espejo para saber que parezco un idiota en este momento, pero ni siquiera puedo sonreír, ni fingir una sonrisa falsa como siempre.
—Daniel, responde, por favor.- Dijo Seiya.
—Solo necesita descansar.- Dijo Lina.
—D-Daniel, di algo.- Dijo Sandra.
Me quedo en silencio por 5 segundos. Solo necesito esos segundos para dejar atrás esos pensamientos suicidas y fingir que todo está bien. Fingir estar bien... Fingir.
Sonrío un poco, pero mantengo la misma expresión. No puedo cambiar tanto mi expresión como quisiera. No puedo fingir que estoy bien. No puedo.
—Tengo hambre.
—¡¿Eso es todo?!
Todas dijeron eso, con un tono alto y un poco furioso, excepto Sandra y Seiya, ellas lo dijeron solamente con un tono alto, ellas parecen solamente sorprendidas.
—Sí… Solo eso…
Bostezo y me alejo de ellas… Realmente tengo sueño. Dormir me tranquilizará... Realmente... Realmente espero que eso me tranquilice.
Seiya me toma del brazo izquierdo y volteo a verla.
—¿Qué pasa?
—Daniel, estuviste encerrado dos días en tu habitación… ¿Qué te dijo Rei? Él no quiere decirnos.
—Lo siento… Estaba demasiado triste… ¿Alguna de ustedes ha estado embarazada?
Lina levanta la mano derecha.
—Yo, pero mi hijo murió.
... Está mintiendo. Pero miente solo para ayudarme. Ella sabe que esa pregunta tiene algo que ver con mi condición, de eso estoy seguro.
—... ¿Cómo te sentiste cuando lo perdiste?
—Me sentí… fatal… Quería morir.
Respuesta clásica. Definitivamente está mintiendo para ayudarme. Y lo agradezco. Necesito ayuda.
—Me pasó lo mismo… Una Diosa llamada Maisha fue eliminada por el Dios supremo… Ella y yo… tuvimos sexo… Y quedó embarazada… Y murió embarazada…
Comienzo a llorar y me limpio las lágrimas rápidamente.
—Lo siento, me veo patético… Perdí a una amiga, y a mi hijo o hija… Maldita sea…
Crismi me acaricia la mano derecha.
—Daniel, no pienses tanto en eso, te afectará.
—Sí, lo sé… Tengo hambre, vamos a comer.
Me alejo de ellas caminando.
—Soy un inútil…
Mi abuela sufrió demasiado por mi culpa, y ahora perdí a Maisha... Todo se está viniendo abajo... Todo.
•
•
(Dos días antes.)
Daniel estaba acostado en su cama y abrió los ojos poco a poco.
—Me duele la cabeza…
Rei apareció al lado de él, en su forma humana.
—Buenos días, Daniel.
—Buenos días, maestro… ¿Qué me pasó?
—¿No lo recuerdas?
—Espera… Sí, recuerdo un poco... Maté a Nerlín, a Melgar, y creo que el otro era Nelfrar… ¡Maldita sea, ya casi mataba a Sufuco! Mi cuerpo comenzó a recibir una fuerte descarga eléctrica... No sé por qué.
—Es el precio que pagaste por usar el poder mágico de las almas…
Sacó una nota de su bolsillo.
—Lee esto.
Le entregó la nota y Daniel comenzó a leer.
Después de 5 segundos, Daniel comenzó a temblar.
—N-no…
Y sus lágrimas salieron de sus ojos.
—¿P-por qué lo hiciste, Maisha?
Maisha murió.
—M-Maisha… ¿Ella realmente está muerta?
—Sí… Cuando usaste el poder de las almas, tu cuerpo no lo soportó… Tu cuerpo sufrió un daño llamado: "Demasiado poder". Tu cuerpo no era el adecuado, así que todo tu poder mágico desapareció de tu cuerpo. Eso pasa cuando un cuerpo no puede soportar enormes cantidades de magia. La magia desapareció de tu cuerpo, porque tu cuerpo rechazó esa magia.
—Ella… me devolvió la magia.
—Solo un Dios podía devolverte la magia… Tu cuerpo ya no aceptaba la magia. Sandra intentó rebobinar tu cuerpo, pero no lo logró… La magia de tiempo no funcionó. Ese daño es un castigo divino, por querer usar más poder mágico de lo que puedes.
—Pero ella… estaba embarazada… A-aquí dice: "Nunca conoceremos a nuestro hijo, pero no importa, no me arrepiento de nada, valió la pena… Buena suerte, Daniel… Te amo."
Iba a tener un hijo… Maisha murió embarazada.
—Maestro… ¿Puede dejarme solo? No quiero ver a nadie.
—Sí, está bien.
Rei salió de la habitación y Daniel se levantó de la cama.
—Maldita sea… ¿Por qué lo hiciste?
Golpeó su cabeza contra la pared.
—¿Por qué? Maisha…
•
•
(Pov- Daniel.)
(Presente.)
Estoy comiendo con mis amigos, en silencio, nadie se atreve a hablar.
Es un gran silencio incómodo. Debo terminar con este silencio. Agradezco que nadie quiera hablar para que me sienta tranquilo, pero no podemos estar así por siempre. Debemos seguir adelante, lo sé. No cometeré el error de seguir deprimido... No lo cometeré otra vez.
—Ustedes son unos inútiles.
El silencio terminó con mis palabras hirientes.
Todos me observan confundidos y me levanto de la mesa.
—Todos ustedes fueron derrotados fácilmente. Yo también. Todos nosotros somos inútiles. Si Sandra no se hubiera escondido, todos ustedes estarían muertos… A partir de ahora, el entrenamiento será más duro. Entrenaremos 12 horas al día. Tendrán 8 horas para dormir. Y tendrán 4 horas libres. Dejaremos de ser inútiles…
Cierro los ojos y tomo aire.
—Bien…
Abro los ojos y sonrío… Es una gran sonrisa amistosa y alegre. Dejaré atrás al Daniel deprimido, ese Daniel no nos sirve en este momento, necesitamos al Daniel alegre y optimista. Un Daniel que les dé esperanza. Maisha me dio otra oportunidad, y no la desperdiciaré.
—¡¿Están conmigo?!
—¡Claro que sí!
Eso dijeron todos. Están muy bien sincronizados. Perfecto.
—¡Comencemos!
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