El Caballero de los Caballeros dirigió su mirada hacia Wilhelm, e hizo una ligera reverencia.
_Julius: Wilhelm-sama.
_Wilhelm: De lo que hubiera querido decir, Subaru-dono ya lo ha dicho casi todo. Es verdad que no guardo sentimientos muy armoniosos por Glotonería… Y por ello, yo también le confiaré esto, Julius-dono. Me temo que en esta ciudad hay demasiados indeseables involucrados.
Viendo al Demonio de la Espada hablar con tal libertad, Julius se sintió alentado. Ricardo, que hasta entonces había guardado silencio mientras observaba su conversación, procedió a hablar.
_Ricardo: ¿Pero qué…? Pareciera que mi opinión no tiene valor en esta sharla. ¡No les importo, ¿verdad?! Pero bueno, 'toy de acuerdo en que esta formación es la mejor.
_Anastasia: Parece que Ricardo quiere argo de amor. Quejarte de esa manera con tu tamaño no luce muy lindo, ¿sabes? …Te lo encargo, Julius.
_Ricardo: Relájate. ¿Arguna vez me has visto mentir, Anita?
_Anastasia: Deja de una vez de llamarme de esa manera. Recuerda que pa' ti soy tu líder, Ricardo.
Ricardo soltó una carcajada ante los pucheros avergonzados de Anastasia. Esos ojos oscuros que miraban a Anastasia poseían un brillo delicado.
_Subaru: Así pues, los equipos han quedado decididos ¿no?
—Respondiendo el comentario de Subaru, todos los presentes en la mesa redonda asintieron.
_Subaru: Para el ataque contra Sirius de la Ira, serán Priscilla y Al. Contando a Liliana, serían tres.
_Priscilla: La mera contemplación de que mi persona pudiera sucumbir ante la manipulación de emociones es realmente para reírse. Le demostraré a mi oponente que se encontraba en el lugar equivocado, en el momento equivocado, y contra el enemigo equivocado. ¡Imbéciles sin remedio como ella se merecen una lección!
_Liliana: Yo sólo canto~, y no hago más que canta~r. ¡Eso es lo que soy, nada más que un cúmulo de carne cantante! Mi vida no tiene valor, valor tiene el escenario. Bien, bien, ahora sí me siento motivada. ¡Ahora mismo, siento que puedo hacerlo!
_Subaru: …
Priscilla batía su abanico hacia sí misma mientras Liliana encontraba motivación de forma cuestionable. El rostro de Al estaba oculto, pero todo su cuerpo daba la impresión de que no estaba muy convencido.
Aunque lucían como un trío ligeramente preocupante, su nivel de confianza era el más alto de todos.
_Subaru: Los siguientes, para capturar a Lujuria, tenemos a Garfiel y Wilhelm-san.
_Garfiel: Sí. Agarraré el pescuezo de esa mujer 'stridente y hará que llore y se disculpe.
_Wilhelm: Nos encargaremos. —Siendo nosotros dos, la victoria es segura.
¿Podría decirse que aquellos con mayor espíritu de lucha eran ellos dos?
Wilhelm —El Demonio de la Espada— tenía una responsabilidad con su líder, y también estaba su esposa, a quien jamás olvidaría.
Y en cuanto a Garfiel, había algo en su interior que simplemente no llegaba a tomar forma, una especie de emoción que sacudía su ser.
Tal vez estos dos guerreros buscaban respuestas en la batalla que tenían por delante, pero era imposible estar seguro de si era eso lo que sentían.
_Subaru: Y para la aniquilación de Glotonería, están ustedes dos, Julius y Ricardo.
_Julius: Esta tarea se nos ha sido encomendada por nadie más que ustedes. Sin duda se llevará a cabo. Será completamente erradicado.
_Ricardo: Esos bastardos hicieron sufrir a mi familia. No necesito escushar na'a pa' saberlo. Dolor es lo mínimo que les haré sentir.
Esos dos eran los que menos conexiones tenían con el Culto de la Bruja. Y aun así, no costaba nada asegurar que seguirían dando todo de sí, dado que era una certeza total que ambos eran oponentes muy respetables.
Juntos, ya habían superado otras adversidades. Entre estos compañeros de batalla, no cabía ninguna duda.
Precisamente por eso era posible decidir cederles al detestable Glotonería.
_Subaru: El último es Codicia, con Reinhard somos dos. ¿Cuento contigo?
_Reinhard: —Sí, confía en mí. Yo también confiaré en ti, Subaru.
Ante la pregunta de Subaru, Reinhard asintió con su usual actitud de convicción. Pero algo en su aura apacible de siempre parecía haberse suavizado más, y aunque en el campo de batalla podría percibirse como deshonesto, su apariencia sencillamente desbordaba humanidad.
Subaru se preguntaba por qué era tan reconfortante esa mirada.
_Anastasia: Bien, con esto, las opciones para la batalla han si'o toma'as. Y a continuación, toca deci'ir dónde deben 'tar los Espejos de Comunicación pa' informar, de los cuales tenemos tres. Asumiendo que dejemos uno aquí en er Ayuntamiento… ¿qué hacemo' con los otros dos?
_Subaru: Personalmente, querría que uno sin duda fuera para la batalla contra Ira. Y el otro para… Lujuria o Glotonería, cualquiera de esos dos, eso pienso.
_Anastasia: ¿Cuáles son tus motivos?
_Subaru: La influencia de Ira puede cubrir a toda la ciudad. Su derrota o victoria tendrá repercusión sobre la situación entera. Por lo tanto, son noticias que necesitamos conocer con rapidez.
En cuanto al uso de los Espejos de Comunicación, todos asintieron ante la sugerencia de Subaru como si fuera una verdad incuestionable. Respecto a la razón para llevar o no un espejo contra Codicia,
_Subaru: Tal y como se ha dicho, Reinhard irá a por Codicia. Es optimista decir que no hay mucho más que desconozcamos del poder de Codicia, pero no es imposible que sea superado en un instante. Si eso sucede, la situación tiene que poder manejarse de tal manera que Reinhard pueda ser enviado como refuerzo a cualquiera de los frentes restantes.
_Otto: Pero, a menos que el equipo que luche contra Codicia posea un Espejo de Comunicación, transmitir esa información sería imposible ¿no? Aun así, pienso que la sugerencia de Natsuki-san es correcta.
_Subaru: La respuesta es simple: usaremos el dispositivo mágico de transmisión. Nos mantendremos informados de los frentes que necesitan ayuda con una transmisión a toda la ciudad. Usando el Espejo de Comunicación, Anastasia-san organizará toda la información, y será la responsable de mantenernos a todos al tanto. ¿Qué les parece?
_Anastasia: Creo que es una elección sabia. Parece que la cabeza sí te funciona a veces, Natsuki-kun.
Dijo Anastasia mientras reía impresionada, entonces le lanzó uno de los espejos a Priscilla.
Priscilla lo atrapó con su abanico y lo puso frente a Liliana.
_Liliana: ¿Eh? ¿EH? ¡¿EH?!
_Priscilla: Llévalo tú, cantante. Yo no levanto nada que pese más que un cubierto.
_Liliana: Ese abanico pesa más que algunos platos. No digas cosas tan pomposas.
_Priscilla: No hables con tal imprudencia, observa su diseño. Posee adornos e incrustaciones de oro y sólo con eso ya es de peso considerable. No te atrevas a compararlo con vulgares platos.
_Liliana: Entonces sí pesa más que un cubierto…
Independientemente de lo que dijo, al final Liliana acabó cargando con el espejo. Dejando de lado a Liliana, que empezó a arreglarse el cabello frente al espejo, el último Espejo de Comunicación le fue entregado a Wilhelm.
_Subaru: Tomando en cuenta el número de enemigos, el frente de Lujuria necesita el espejo más que los del frente de Glotonería. Siendo dos personas, debería irles bien… pero contacten a Anastasia de inmediato si parece ser demasiado peligroso.
_Wilhelm: Entendido, me aseguraré de hacerlo.
Mostrando consideración por Julius, Wilhelm puso el espejo en el bolsillo de su pecho.
No obstante, se trataba de una decisión un tanto preocupante. En su estado actual, Wilhelm podría arder de furia e ignorar la instrucción que se le acababa de dar. Y obviamente Garfiel era de los que explotaban a la menor provocación.