Era una linda mañana en casa. Como todos los días, Edward me envió un mensaje al celular deseándome buenos días y me levanté temprano para poder ver a Jacob pronto. Una vez en la escuela, a la hora del almuerzo, lo busqué con ayuda de Jane hasta que lo encontré.
— ¡Hola Lizzy!
— ¡Hola Jacob!
— Te extrañé, pequeña. — dijo mientras me rodeaba con sus brazos.
— Yo también a ti Jacke.
— No lo creo.
— ¡¿Por qué?!
— Porque te vi con otro chico el otro día. Ustedes dos hacen linda pareja. — dijo completamente celoso.
— Fue un error, lo prometo. Él es sólo un conocido y no me gusta, además es irritante. Me gustas tú Jacob, por favor no lo olvides.
— Bien, creo que tienes razón. Además, él tiene novia.
— ¡¡¡¿Qué?!!!
— Sí, ¿No lo sabías?
— No, pero como sea, no me importa en lo absoluto.
Después de lo ocurrido estaba un poco confundida. Es decir, ¿Cómo se atreve ése tonto chico a coquetear conmigo si ya tiene una novia? y ¿Por qué Jacob se puso tan celoso si no somos novios realmente? O quizá es un malentendido y él realmente cree que lo nuestro va en serio, ¿Quién sabe?
Estaba en un trance con todos mis pensamientos cuando de repente alguien (que no era Jeanne) me tocó la espalda con su dedo en el laboratorio de química.
— Hola linda, ¿Qué estás haciendo?
— De hecho estoy trabajando en mi práctica de laboratorio, así que necesito concentrarme si no te importa.
— ¿Siendo pesada de nuevo? ¿Nunca te cansas?
— No y tu cara me molesta, así que ya vete.
— Pero qué chica tan mala. Apuesto a que eres más suave en el interior. — dijo tocando mi pecho con su palma, gesto que realmente me puso nerviosa.
— Ni siquiera me conoces en lo absoluto, — dije apartando su mano — ¿Por qué no mejor te vas y molestas a alguien más con tus teorías? tu novia, por ejemplo. Apuesto a que ella puede aguantarte mucho más que yo.
— Ya, está bien está bien. Ya me voy, pero no tienes que estar celosa, preciosa. — dijo mientras se daba la vuelta para alejarse de mí.
— ¡No estoy celosa idiota!
— ¡Mientes!