Se lavó las manos y se puso a un lado mío esperando a que le diera indicaciones.
- ¿Quieres intentar hacer la pasta?.- Ella asintió vigorosamente con una sonrisa. - Vale, ¿eres alérgica a los mariscos o a algo que no sea comida? .- Pregunté para conocerle aún mejor.
- Mmm... soy alérgica a el maní y a el pelo de algunos animales.- Respondió mientras hacia la salsa para la pasta.
- Ya veo.- Dije haciendo una ensalada mientras que ella peleaba con la bolsa donde estaba la pasta. - Déjame ayudarte.- Caminé hasta donde estaba ella y abrí el sobre para después dirigirme a limpiar los camarones.
- ¿Tu eres alérgico a algo?.-
- No, creo que no.- Respondí terminando con los camarones y dejandoselos a un lado.
Procedí a sacar la carne de un recipiente y comencé a sazonarlo mientras lo cocinaba cuidadosamente.
- ¿Dónde aprendiste a cocinar?.- Me miró fijamente mientras yo hacía lo mío.
- Mi hermana solía cocinar....-
- ¿Isabella?.- Negué con la cabeza y ella inmediatamente captó lo que quería decir. - Lo siento..-
- No te preocupes Sash, puedes hablar de lo que sea conmigo.- Sonreí sin siquiera notar que el peso que sentía cada vez que recordaba a mi hermana se hacía más ligero. - Ella me enseñó, nos hacía dulces y postres cada vez que podía... Isa es buena cocinando pero es un poco torpe, así que necesita que le cuiden.-
- Ella se distrae muy fácil.- Concordó conmigo.
- Tu también eres muy buena en la cocina.-
- Es porque mi madre amaba cocinar, así que me enseñó.-
- ¿Cómo era ella?.- Sentí una leve curiosidad por saber cómo era. - Escuché de Isabella que se parecía a ti.-
- Éramos muy parecidas, la diferencia era el color de los ojos, la nariz y labios... Este lunar también lo tenía ella.- Dijo mostrándome con orgullo su lunar en forma de media luna.
- Ya veo.- Respondí viendo con cariño a Sash que parecía feliz de contarme sobre su madre. -¿Porque no tienes fotos de ella en casa?.-
- Si había y muchas, pero digamos que las guarde por seguridad.- Entendí a qué se refería así que solo me límite a asentir.
- Cuando terminemos te mostraré una foto de ella.- Dijo sonriéndome mientras continuaba haciendo la pasta.
Continuamos hablando de cómo le había ido en la junta de hoy, hasta que terminamos de preparar todo.
- ¡A comer!.- Dijo orgullosa colocando sus manos en su cadera mientras observaba los platos en la mesa.
- Verte así me trae un recuerdo fantástico a la mente.- Reí.
- ¿En serio?.-
- El día en que te conocí estabas bailando con esa pose.- Ella bajo los brazos recordando.
- Shhh...- Dijo avergonzada.
- Desde ese día me gustaste.- Confesé haciendo que ella me viera asombrada a los ojos. - Me gustó mucho el ver aquel baile.- Volví a reír haciendo que Sasha caminara hasta donde estaba y me diera un leve golpecito.
- Vamos a comer antes de que se enfríe.- Le abracé llevándole hasta una silla para que se sentará.
Fui hasta el resto de bolsas que quedaban y saqué unas botellas de vino, le servi una copa y me senté.
- Por la mujer que me cautivo desde el primer día que la vi y que está frente a mí luciendo aún más hermosa que nunca.- Levanté la copa para hacer un brindis.
- Por el hombre que me rescató en varias ocasiones, que se convirtió en mi jefe, que se a vuelto importante para mí y que me gusta aunque recuerde aún aquel baile raro que hice.- Chocamos las copas entre risas y comenzamos a comer.
- Eres un gran cocinero.- Dijo levantando los dedos pulgares como aprobación.
- No es lo único que se hacer...- Solté haciendo que ella tociera con el rostro ruborizado.
- Te has vuelto más astuto.- Dijo por fin recuperándose, fingí inocencia y continuamos con la comida.
Al terminar de comer ella se "ofreció" a lavar los platos (por no decir que me hecho de la cocina en cuanto intente hacerlo yo), aproveché la oportunidad y tome la última bolsa que quedaba y la llevé a la sala con nervios.
- Listo.- Dijo arreglando su cabello y sentándose a mi lado. - ¿Qué pasa?.- Dijo poniéndose sería al verme callado.
- Hablemos.-
- ¿Sobre qué?.- Dijo alarmada.
- Sobre nosotros.- Solté tomando su mano con fuerza.
- ....- Ella no dijo nada y estaba aún procesando mis palabras.
- A lo que me refiero es que..- Me puse de cuclillas frente a ella tomando su otra mano viéndole a los ojos. - Eres una mujer maravillosa, es la primera vez que me gusta alguien... no tengo experiencia en esto de las relaciones pero me di cuenta que no es correcto seguir así...-
- ¿Qué quieres decir?.- Su rostro mostró incredulidad.
- Quiero decir que quiero hacer bien las cosas contigo... Quiero poder tomarte de la mano cuando estemos juntos, quiero verte, llamarte y mandarte mensajes demostrando lo que siento... Quiero que cuando alguien nos pregunté sobre nosotros yo pueda decir con orgullo que eres mi novia... ¿Quieres... quieres salir conmigo como mi...-
- Si.- Dijo interrumpiendome.
- ¿Si?.- Pregunté con duda por si había escuchado mal.
- Si quiero.- Ella me sonrió colocando su mano en mi mejilla. - Yo tampoco sé mucho sobre las parejas ni de las relaciones, pero estoy segura que si es contigo seré muy feliz.- Una sonrisa apareció en mi rostro, besé la mano que aún sostenía de ella.
- Gracias.- Miles de sensaciones invadieron mi cuerpo.
- Gracias a ti.- Susurró acercándose a mi para después darme un pequeño beso en los labios y abrazarme con fuerza.