Una tarde de viento, Mary tuvo que salir al jardín por detrás de la casa a recoger ropa y sábanas limpias. El viento es fuerte, capaz de volar cualquier objeto. Sola en el jardín, hizo todo corriendo. Al no llegar hasta el cable, siempre se tiene que subir a un taburete pequeño. Su cabello baila al son del viento, y su vestido vuela acompañado con hojas secas. El taburete se mueve mucho, Mary no es capaz de encontrar equilibrio y el viento lo empeora más. El cielo se ve gris, se avecina una tormenta. Los trabajadores de los establos y de las huertas hacen lo posible para acabar más rápido antes de que llegue la lluvia.
Hay tanto viento que la chica pierde el equilibrio y cae, pero unas manos grandes la sujetan por la cintura. Son manos de hombre, estas suben por la cintura de Mary suavemente para que baje del taburete. Su cuerpo está muy cerca del cuerpo del hombre desconocido. Al darse la vuelta asustada, ya no es un hombre desconocido. Es aquel hombre de la fiesta, en la cocina con el vaso de agua. Su presencia hace que la chica se ponga nerviosa e incapaz de mirarlo directamente a los ojos . Este la mira durante varios segundos. Asombrado por la belleza que tiene delante.
_Deberias tener más cuidado - la voz del hombre resuena tan grave pero sensual en los oídos de Mary, que asiente en agradecimiento - Ya me acuerdo de ti... - se queda pensativo- Si... Eres la niña de la cocina, la del vaso - se rie suave - Wow, pensé que eras otra criada. En un mes has crecido bastante y ahora eres una mujer muy bella - El viento es aún más fuerte y ninguno se mueve - ¿Cual es tu nombre?
_Mary WordsWorth señor - dice tímida.
El hombre se acerca más, su figura alta y esbelta hacen inusual e intimidante la figura de Mary, su corazón va a mil. El hombre recoge la última sábana y se la da.
_Supongo.... que te volveré a ver, Mary - y curioso dejando el aire en pensamientos, el joven marchó hacia la casa guiñando el ojo derecho a la muchacha.
_Es a mi... - se dijo entre dientes a ella misma - ¡Basta Mary! - se dio la vuelta, sus mejillas arden de calor por la vergüenza - ¿Que te pasa? Cada vez que ves a este hombre te pones tonta - Algo rara y molesta, Mary recogió el cesto de ropa y sábanas limpias y marchó a la casa también.
A la tarde todos los trabajadores se encontraban de descanso, es domingo, por lo que es su día libre, pero la tormenta llegó antes de que se marchasen, por lo que se encuentran en la casa en sus habitaciones descansando. Mary está en la cocina, leyendo un libro.
_Mary, haz una infusión de té ahora mismo, rápido, para el señorito Ethan, se encuentra en su habitación- llego rápido una de las criadas, Violet - Yo no puedo, estoy muy ocupada con la señora, no me deja en paz - dice cansada - Estoy ayudándole en unos preparativos para dentro de dos semanas, es confidencial. Es una pesada - dice con rostro de burla.
_De acuerdo, de acuerdo... Pero, ¿dónde está la habitación del seño...
_¡Segundo piso, siguiendo el pasillo al final del todo...! - dijo la chica saliendo de la cocina rápidamente.
_Genial, ¿Y quién es el señorito Ethan? - preparando la infusión, fue a entregarla, toca la puerta para entrar y ahí lo encuentra de nuevo, al hombre de la cocina y del jardín, pero no está solo, nada menos que Carol, una de las criadas, que al parecer estaban haciendo cositas privadas, Mary avergonzada y algo molesta pide disculpas, y Carol sale corriendo avergonzada de la habitación.
_Vaya, parece que nos vamos a ver más a menudo, Mary - dice este gracioso - Anda, deja aquí la infusión- se acerca nerviosa con las piernas flojas a dejarlo en el escritorio.
_Aqui tiene -se acerca sin mirarle a la cara y deja la taza de té preparada para irse - Yo no he visto nada.
_¿Tanta prisa tienes? - ésta, a punto de salir hacia la puerta, el joven la detiene - Me gusta conocer a las personas que trabajan en mi casa, si no te importa - la chica se da la vuelta y se queda de pie escuchando. Este se levanta con la camisa medio abierta y se acerca a Mary más de lo que ella esperaba, asustada retrocede hacia la puerta hasta que la cierra con la espalda, Ethan, algo extraño no puede dejar de acercarse a ella, su cara ha cambiado, parece otro hombre, tiene cara de perversión, Mary se asusta. Intenta abrir la puerta para irse pero el joven la detiene. Sin ser capaz de decir alguna palabra, la joven intenta escapar, cada vez se pone más tenso todo, Ethan recorre una de sus manos por debajo del vestido por la pierna de Mary- ¡ Mary, cada vez que te veo, me vuelves loco! No sé por qué - se acerca a su cuello a punto de besarla a fuerzas con los ojos cerrados y dolorosos por no poder controlarse.
Y ahí fue cuando la chica, con todas sus fuerzas lo apartó y lo abofeteo tan fuerte que le quedó él rostro rojo, recordó esa noche cuando la violaron y no se dejó, esta vez no.
_Es la última vez que me tocas cerdo repugnante - lo amenaza con el dedo furiosa - no sabe como pudo decir esas palabras, ni la fuerzas con la que lo emujó y la bofetada tan fuerte, da pasos hacia atrás para salir pero está muy nerviosa, las manos le tiemblan.
El hombre algo confuso, vio la cara asustada de Mary con lágrimas. Avergonzado se acerca para pedir perdón.
_Mary yo... - pero antes de que dijera algo, ella se fue corriendo a esconderse, y él no pudo hacer nada. Todo sucedió tan rápido.