Parecía que el príncipe no iba a participar en este duelo, se veía muy confiado en sus guerreros. Así que me enfoqué en ellos.
En cuanto me volteo veo que sacan un par de Kerambits, armas pequeñas y parecidas a garras hechas de una aleación de metal y obsidiana, lo cual indicaba que eran guerreros águila, la guarda personal del rey y líderes en el ejército.
Si no hacía una movida inteligente era muy probable que muriera en manos de esas garras.
Sin embargo pese a ser armas poderosas y brutales, los kerambits tenían un problema con la pelea a distancia, arranqué las flechas de mi cuerpo y me dispuse a sacar mi simitarra un arma ligera y de largo alcance que esperaba me ayudara a salir victoriosa de esta, si moría sería luchando y derribando el máximo posible de guerreros y si se me presentaba la oportunidad al príncipe Miktlan.