Pasó una hora. Casi un centenar de haces de luz flotaban sobre la sala principal del edificio del Parlamento. Las luces parpadeaban y los datos se vertían. Todos los archivos que Li Yao había traído del Sector Demonio Sangriento y las piezas de memoria de Anciano Primavera Abisal se mostraron de una vez por todas.
Los representantes y líderes del mundo de los Cultivadores contuvieron el aliento y leyeron con expresiones complicadas, a veces avergonzadas, otras con el ceño fruncido y otras con alegría.
Estaban asombrados ante la rigurosidad y crueldad del esquema de la Asociación de Patriotas. También les impresionó Li Yao, quien resolvió las trampas fatales como un cirujano empuñando un bisturí. Muchos representantes se avergonzaron de las decisiones equivocadas que habían tomado hace unos días.