Tres días después, en el noreste del Sector de Demonios de Sangre, en una vasta meseta conocida como Nueve Vacíos…
El lugar estaba cubierto de niebla colorida y nebulosa durante todo el año. De vez en cuando, extrañas auroras se elevaban hacia el cielo y rasgaban brechas de aspecto extraño allí. Las criaturas que traspasaron las auroras por accidente desaparecerían y emergerían en otro mundo.