Al final Hércules me convenció en la idea de acompañarme a Irak. Pero para no levantar sospechas de que íbamos a comprar armas de forma ilegítima, tuvimos que hacer un cambio radical acerca de nuestro estado civil.
Le había hecho un pasaporte nuevo y le cambié la identidad.
Me estaba poniendo una media de seda con liga y que se ponía en el liguero que me había puesto previamente. Un corset negro que se ataba en la espalda y era supuestamente para la "luna de miel" que iba a pasar con el señor Rochester.
Estaba por ponerme un vestido hasta las rodillas y Hércules entra a la habitación y se quedó congelado. Estaba sexy y provocativa, y le encantó ver cómo me quedaba el liguero y las medias. Por más que era una misión para obtener la venganza de ambos, no iba a desperdiciar la oportunidad de meterme en la cama y a lo ser posible en la suya.
Sentí algo de vergüenza y placer, sentí como la mirada de Hércules me recorría el cuerpo antes de cubrirlo con el vestido. Me sentí que era deseada y que me encontraba deseable. El ego femenino se inflo un poco.
Estábamos en el aeropuerto esperando a que nuestro avión estuviera listo para partir.
Ivanhoe aparece y antes de clavar sus ojos en los míos, cerré los ojos y Hércules me besó con una pasión descontrolada, que empecé a correspondería. Coloque una pierna en una de las suyas y él pone la suya en mi rodilla, empieza a subir hasta llegar al borde de la media, mostrando la liga.
Quería que él no parará y siguiera con el espectáculo que estábamos montando.
Empecé a ronronear como un gatito y sentí como las oleadas de placer empezaban a querer manifestarse.
Coloque mi mano sobre su pecho y lo empuje levemente para que el aire llegará a mis pulmones. Lo miré, no había abismo de algo malo, sino pasión y deseo. Y juro por todo lo que se puede jurar, que también había piscas de posesión.
No me la esperaba, pero me encantó ya que me hizo sentir que solamente existía yo.
Había que comportarse en Irak y al llegar a la habitación que habíamos reservado del hotel. Hércules cerró la puerta con llave y le había puesto seguro.
Me dí la vuelta, dándole la espalda y baje las tiras del vestido que cayó en el piso.