El pequeño monje tuvo su cirugía sin problemas, sus hemorroides no eran tan serias como pensaba.
El doctor solo necesitó darle dos inyecciones en el lugar donde estaban las hemorroides e insertar un dispositivo de tratamiento en el trasero del pequeño monje. Entonces, él operó el dispositivo y comenzó el tratamiento.
Le tomó menos de veinte minutos completar el tratamiento.
Ellos ni siquiera tuvieron que usar la cirugía de invasión mínima.
No hubo operación y él no sangró tampoco. Después de veinte minutos, las hemorroides del pequeño monje habían sido casi completamente curadas. Pero al mismo tiempo, el pequeño monje aún mantenía una postura con sus piernas abiertas, esperando a que los efectos de la medicina terminaran.