«Maldición. Si no hubiera estado durmiendo por tanto tiempo debido a ese estúpido sello en el cementerio no estaría así de débil.» El general fantasma pensó para sí mismo. Era un poco humillante para él haber sido obligado a retroceder por ese pequeño granuja que aún estaba en la primera Etapa.
Song Shuhang sacudió en secreto su puño, ¡esa cosa de verdad que era dura! Incluso si estaba debilitado, el cuerpo de ese general fantasma podía ser comparado con el de un cultivador en la Segunda Etapa. Si uno fuera a comparar algo con él , su dureza no sería menor a la de la puerta de acero que Song Shuhang intentó destruir cuando recuperó la estatua de Verdadero Monarca Bai.
Después de estabilizarse, el general fantasma aulló con enojo hacia Song Shuhang.
—Chico, ¿realmente quieres ser nuestro enemigo?
—Jaja —Song Shuhang se rio. Su mano se convirtió en una garra de dragón y el Puño Básico Numero Tres explotó hacia el general fantasma a toda potencia.