El certificado era cálido al tacto en el momento en que salió de la impresora. La anciana señora Huo estaba tan feliz que tenía los ojos húmedos.
—Ahora para la boda... —Sus palabras sonaron en agudos susurros, tanto emocionados como impacientes—. Chen, es hora de que te incorpores al servicio en el campamento. ¡Resuelve esa misión de alto secreto rápidamente y cásate con Wen He en casa! —Instó la anciana mientras sacaba un par de anillos de compromiso—. ¡Cuida bien de tu esposa de ahora en adelante!
—Sí, madre —dijo Huo Chen con el estuche en sus manos mientras mostraba una sonrisa brillante y plástica.