Ser abrazada por él se sentía tan seguro y reconfortante.
Ella enterró su rostro en su pecho, sobre su camisa húmeda, sintiendo como su corazón latía por debajo.
Ba-boom. Ba-boom.
Huo Chen sonrió ante su iniciativa.
Yang Yang todavía lo amaba. Ellos todavía podían estar juntos.
—No te preocupes acerca de la familia Huo. Yo me encargaré de ellos.
Esta vez él mantendría su promesa y se quedaría con ella.
Lu Zhaoyang lloró en silencio, reconfortada por sus palabras.
Una brisa fresca sopló en la terraza, pero ninguno de los dos sintió el frío. Sus corazones estaban tibios por la compañía del otro.
Huo Chen miró con una sonrisa gentil hacia su rostro con lágrimas y le secó las mejillas.
—Solo prepárate para convertirte en la novia más hermosa, mi novia.
Antes de que Lu Zhaoyang pudiera decir nada, la puerta de la terraza se abrió de golpe.