—No me puedo mover, cansada...—murmuró Lu con sus ojos cerrados con fuerza. Ella no podía mover siquiera un músculo. Huo ayudaba mucho con eso al poner todo su cuerpo sobre el suyo, mientras le echaba un par de vistazos a las bolsas de compras que había desparramadas por el sofá.
—¿Estuviste de compras hoy?
—Si…
—¿Compraste tan poco y dices que estás cansada?
—Estaba con Lin,y ella compró MUCHO.—Para ser honestos, Lu había sido más como una asistente de compras que una compradora en sí.
—La próxima vez usa mi tarjeta.—Le susurróél gentilmente mientras que su mano se hundía en el pijama de la muchacha.
—P... por favor...estoy muy cansada...no puedo hacerlo esta noche... —Abrió desganadamente sus enrojecidos ojos para darle una mirada—. ¿No estás cansado también?—Ella notó la fatiga en su hermoso rostro.