Youyou lo miró de reojo.
—¡Así es, se parece mucho a ti!
—Tú... —Su gemelo mayor sólo podía mirarlo con los labios haciendo puchero.
El cachorrito parecía bastante perdido e indefenso, sin saber cómo vender su lindura o lloriquear por simpatía. Sólo podía sentarse luciendo miserable y mirar al hombre con sus redondos ojos puros.
El cachorro estaba completamente empapado por la lluvia; su pelaje estaba cubierto de barro y suciedad, se notaba que llevaba algún tiempo sin ser bañado.
De alguna manera, sus ojos parecían recordarle a alguien. Cuando se volvió para mirar los brillantes y chispeantes ojos de cierta mujer en la habitación, sólo pudo frotar sus cejas con resignación.
Yun Shishi preguntó sonriendo:
—¿Qué piensas? ¿No es este cachorro adorable? ¡Adoptémoslo!
—¡No!
Lo rechazó sin pensarlo dos veces. Extendiendo su pulgar y su dedo medio delicadamente para pellizcar la oreja del cachorro, la miró con rabia.