Al mismo tiempo, estaba indignada y con el corazón roto. Ella rechinó los dientes y gritó: ―¡Si no fuese por mi infertilidad, probablemente ya me habría casado con él hace mucho tiempo!
―¿Qué quieres decir? ¡Explícamelo claramente!
Aaron la presionó en su malestar.
Mu Wanrou recordó aquel incidente y le explicó: ―Hace seis años, estábamos a punto de comprometernos, pero él solicitó primero un chequeo de rutina. Eventualmente, el doctor descubrió una anomalía en mi cuerpo; soy congénitamente infértil e incapaz de dar a luz. El abuelo pensó en muchas soluciones, e incluso buscó a otros médicos para tener otra opinión, pero todos dijeron que era imposible para mí quedar embarazada en esta vida.
―¿Cómo es posible?
Él frunció el ceño.
Por un lado, un médico acababa de afirmar que el cuerpo de Mu Wanrou no presentaba ninguna anomalía; por otro lado, médicos de alto nivel confirmaron su incapacidad para concebir un hijo.