—¿Xin'er? —Una voz familiar dijo el nombre de Lu Xinyi.
Lu Xinyi giró la cabeza hacia el lugar de donde provenía la voz. Una sonrisa floreció en su cara cuando vio a Tang Shui y Tang Lilou caminando hacia ellos.
—Tío Shui. —Lu Xinyi bajó su cabeza en saludo—. No sabía que estarías aquí.
—¡Xin Jie! —Tang Lilou se adelantó y abrazó a Lu Xinyi—. ¡Te extraño!
Lu Xinyi se rió y dejó que su marido le quitara la copa de vino de su mano.
—¿En serio? Pero nos hemos visto la semana pasada, y nuestra clase está a punto de reanudarse pronto.
—¡Una semana ya es demasiado tiempo, Xin Jie! —insistió Tang Lilou. Su atención se dirigió entonces al grupo de periodistas que estaban chismorreando sobre su Xin Jie antes.
—¿Cómo se atreven a llamar a mi Xin Jie un patito feo? ¿Se olvidan de quienes son y de quién es ella? —les regañó.