—Shen Yi me va a matar. O tal vez a Xiao Lan o a ambas —pensó Lu Xinyi mientras miraba las alfombras del Audi manchadas de batido de chocolate derramado. Su marido no estaría nada feliz al respecto.
—Lamento tanto haber derramado el batido. Prometo que pagaré por la limpieza —Xiao Lan se sintió culpable de darle más problemas a Xinxin.
—No, no, está bien. No llamé a Shen Yi para avisarle que íbamos a salir con su auto.
Sí, Shen Yi tendría un ataque cuando descubriera que ella se había escapado con Xiao Lan. Generalmente, podía simplemente pedirle a un chofer que la llevase, pero Lu Xinyi sintió que no había tenido un "tiempo de chicas" desde que se separó de Meng Jiao.
—Estoy segura de que no le importará que vayas a salir de compras conmigo. De todos modos, no has salido desde hace días —tranquilizó Xiao Lan a Lu Xinyi.