—¡Ahora lo entiendo...! —exclamó William en un estado de revelación.
Aunque Lin Li sólo se lo había explicado brevemente, fue suficiente para que él entendiera la imagen completa. Siendo el principal tasador de Ciudad de Roland, ninguna otra persona podría tener más experiencia y mejor habilidad que él. Además, al ser el dueño de la Tienda de Consigna de Tiempo, había visto muchas armas fuera de serie.
William podría no haber oído hablar delaAdamantina de Mala Suerte y no conocer el origen de ese metal mágico, pero eso no afectabaa su juicio sobre el valor del metal. Su capacidad para albergar una cantidad ilimitada de maná podría explicarlo todo.
—Y bien, Sr. William, ¿tienes alguna otra consulta? —le preguntó Lin Li a William sonriendo mientras le devolvía la daga a Norfeller.
—Eso es todo. Gracias, Mago Felic, —respondió William mientras sacudía la cabeza. Luego, se levantó de la silla lentamente.
—Je, je, eres demasiado cortés...