Li Lei lo pensó antes de decir: —No es necesario.
Xiao Ling todavía estaba molesta con él, y ver a Su Tang podría empeorar las cosas. Si las dos damas se pelearan, habría grandes problemas.
Al escuchar esto, Su Tang bajó la cabeza y se quedó callada por un momento antes de responder en voz baja: —Está bien.
Al ver lo triste que se veía, Li Lei se sintió un poco mal e intentó decir algunas palabras de consuelo.
Su Tang hizo otra sugerencia. —¿Por qué no hacemos que Xiao Rui salga con Shaohui? Los dos niños no pueden tener grandes quejas entre ellos. Sería bueno que interactúen más y no se peleen entre ellos.
Estas palabras tocaron un acorde en Li Lei. Si se casara con Xiao Ling en el futuro, Shaohui también se convertiría en su hijo. Li Rui era, en el papel, su hijo biológico, y si los dos no se llevaban bien, plantearía problemas en el futuro. Bajó la cabeza para mirar al pequeño Shaohui y preguntó suavemente: —¿Puede Xiao Rui jugar contigo un rato?