¿Qué tipo de muerte y cómo me gustaría que dispusieran de mi cuerpo?
Xiao Ling ni siquiera quería pensar en eso. Sólo quería continuar viviendo. Ella continuó caminando por algún tiempo, y lentamente se adelantó mientras él le presentaba sus colecciones. Ella señalo a una honda y preguntó: —¿A Li Lei le gustaba jugar con eso cuando era niño?
—¿Nunca te lo dijo antes? —Li Feng dejo salir una bella sonrisa— Ya que nunca te lo dijo, ¿por qué habría de decírtelo yo? Lo que a él le gusta no tiene nada que ver contigo. Algunas cosas no están destinadas para que tú las sepas.
Xia Ling estaba demasiado perezosa como para discutir con Li Feng y se dio cuenta de este no era un buen tópico para dilatar el tiempo. Por lo que le hizo otra pregunta: —¿Cómo murió aquel conejo?
Esta vez, Li Feng comenzó a hablar y explicar qué había sucedido sin titubear.