Feng Kun admiraba a Xia Ling mientras ella sonreía, y dijo: —Este es un vino nuevo de fruta. El sabor es exquisito, creo que te gustará.
Xia Ling cerró sus ojos mientras tomaba un sorbo. Las estrellas del cielo nocturno se tornaron mágicas y misteriosas como si todo el mundo estuviera envuelto por una capa de color resplandeciente. La suave música se escuchaba en el fondo, reconoció aquellas melodías familiares de su vida pasada.
—¿Recuerdas esas canciones? —Le preguntó Feng Kun gentilmente—. Hicimos estos juntos.
—Hmm —murmuró. El nivel de alcohol en el vino era alto, sintió que su mente reaccionaba más lento.
Los párpados de Feng Kun comenzaron a moverse. Ese suave "Hmm" era como un relámpago en sus oídos. Subconscientemente apretó sus puños ya que habían comenzado a temblar por el nerviosismo. Se forzó para mantenerse calmado y continuó usando una voz suave mientras la llamaba: —Xia Ling.