Kurama se estaba dirigiendo a su casa luego de despedirse de las chicas que habían decidido seguir entrenando. Mientras caminaba por el distrito comercial, pudo sentir como alguien lo estaba observando - "Deja vu..."
Lentamente miró alrededor mientras intentaba sentir la presencia de quien quiera que lo estuviera vigilando pero con toda la gente que había alrededor era imposible. Él estaba a punto de liberar un poco de Chakra para poder hacer que la persona que lo estaba observando saliera pero cambió de parecer cuando vio como una silueta familiar aparecía detrás de uno de los postes de luz - ". . ."
Kurama negó con la cabeza al ver como la niña se asomaba ligeramente, ella no era otra que Hanabi Hyuga, la hermana menor de Hinata.
"Siento que he visto esto antes..." - murmuró Kurama mientras en otra realidad, una Hinata estornudaba.
"Creo que no me ha visto..." - murmuró la joven Hanabi mientras volvía a asomarse - "Estoy segura de ello..."
Kurama decidió ignorar la situación porque sentía que ella dejaría de seguirlo luego de un tiempo pero para su molestia, eso no pasó. Hanabi continuó siguiéndolo por 10 minutos. Él frenó sus pasos de lleno y le dio una mirada a la joven Hyuga, quien al ver que el chico estaba mirando en su dirección, decidió esconderse nuevamente. Kurama tenía que admitir que la chica tenía talento... ¿tal vez era algo de genético del clan Hyuga?
Nuevamente, la Hinata de otra línea temporal estornudó.
Kurama cambió de rumbo hacia un callejón y Hanabi continuó siguiéndolo a una distancia prudente pero antes de que se diera cuenta, la silueta del pelirrojo había desaparecido.
"¿Donde se habrá ido?" - preguntó Hanabi mientras salía de su escondite.
"¿Quien?" - preguntó una voz detrás de ella.
"Kurama-san... un chico amable de cabello rojo" - respondió Hanabi pero dio un salto cuando comprendió de que él estaba detrás de ella. La pobre Hyuga solo podía sonrojarse al ver que la habían atrapado, otra vez.
"No es bueno el seguir a las personas, Hanabi-chan" - dijo el pelirrojo con los ojos entrecerrados - "No cuando esa persona puede tener malas intenciones..."
"H-Hola... Kurama-san..." - dijo Hanabi con un rostro avergonzado.
"Hola... pero no cambies el tema, Hanabi-chan" - respondió Kurama mientras miraba a la princesa del Byakugan - "¿Por qué me estas siguiendo?"
"B-Bueno... te vi mientras volvía de la academia y pensé que podríamos hablar un momento..." - dijo Hanabi mientras lo miraba con expectación.
"Ya veo... pero solo tenías que venir de hablarme... no había necesidad de esconderte y seguirme como si fueras una Stalker" - dijo Kurama mientras su ceja temblaba ligeramente.
Hanabi se sonrojó nuevamente al escuchar como el pelirrojo la había llamado. Ella no podía decir que era un término incorrecto, después de todo, ella lo estaba siguiendo desde las sombras mientras observaba todos sus movimientos.
"Solo quería hablar sobre mi Onee-chan..." - murmuró la menor de las hermanas Hyuga.
"Si quieres saber sobre Hinata-chan, solo tienes que hablar con ella" - suspiró el pelirrojo mientras negaba con la cabeza.
"Lo sé... pero todavía no he podido reunir el valor de hablar con ella..." - suspiró Hanabi mientras le daba una mirada tímida al joven de cabello naranja rojizo - "No hemos hablado en años..."
"Es por eso que tienes que intentarlo, Hanabi-chan" - sonrió el joven Uzumaki - "Hinata-chan no será la primera en actuar porque siente que no quieres hablar con ella"
"¡Es imposible que eso suceda!" - gritó Hanabi pero se sonrojó cuando vio la forma en que actuó - "Es solo que algunos de los Ancianos siguen diciendo que Onee-chan no merece ser la heredera del clan... y me están obligando a entrenar sin descanso..."
Kurama solo bufó en molestia - "Esos viejos parece como si tuvieran un palo en el culo..."
"No deberías decir malas palabras frente a mi, Kurama-san" - negó en desaprobación la joven Hyuga.
"No deberías espiar a las personas, Hanabi-chan" - respondió Kurama mientras le giraba los ojos.
"Ok... admito mi culpa" - suspiró en derrota la princesa Hyuga.
"Bueno... ahora es tiempo de un pequeño castigo" - sonrió Kurama mientras le daba una mirada juguetona a la pequeña Hanabi.
"¡¿Por que sonríe así, Kurama-san?!" - preguntó Hanabi con un ligero temor. Kurama le estaba dando una mirada que no presagiaba nada bueno.
"¿Kurama-san?" - preguntó Hanabi nuevamente al sentir como el pelirrojo la agarraba de la cabeza y ella no podía soltarse.
"¿Qué hubiera pasado si te hubieran atacado por haber seguido a la persona equivocada, Hanabi-chan?" - preguntó el pelirrojo mientras aplicaba más fuerza en el agarre - "¿Qué hubiera pasado si te hubieran secuestrado?"
"Etto... Kurama-san..." - murmuró la joven Hyuga mientras hacía una mueca de dolor - "¡Mi cabeza me empieza a doler! ¡Incluso pude jurar escuchar como se me agrietaba!"
"¿Dices que sientes dolor?" - dijo el aún sonriente Kurama con sus ojos entre cerrados.
"¡Duele Kurama-san!¡Vas a romperme mi cabeza si sigues apretándola con tanta fuerza!" - gritó Hanabi mientras intentaba deshacerse del agarre de Kurama - "¡Itai! ¡Itai! ¡Itai!"
"Espero que estés aprendiendo la lección" - dijo fríamente el Uzumaki mientras la soltaba..
"¡Si!" - dijo Hanabi mientras se sobaba la cabeza para intentar reducir el dolor - "¡Prometo no seguir a desconocidos!"
"*Sigh~* Solo ten más cuidado, Hanabi-chan..." - suspiró Kurama mientras le acariciaba el cabello -"Si fuera otra persona, podrías haber terminado peor..."
"H-Hai..." - asintió con debilidad la pequeña Hanabi mientras se acariciaba la cabeza - "Nota mental... no hacer enojar a Kurama-san..."
"Bueno Hanabi-chan, no puedo dejarte rondar sola por estos lados así que voy a llevarte a casa" - dijo Kurama con una sonrisa real esta vez.
"Gracias Kurama-san" - dijo Hanabi con calma pero cuando dio un paso, empezó a sentir un pequeño dolor en su tobillo.
"¿Hmm~?" - al ver la incomodidad de Hanabi, Kurama se dio cuenta que el tobillo derecho de la niña estaba un poco morado - "Supongo que fue cuando intentaste zafarte de mi agarre..."
"Lo siento Hanabi-chan, supongo que fue mi culpa que te lastimaras el tobillo" - dijo con pesadez mientras le miraba la pequeña inflamación en el tobillo de la Hyuga.
"N-No fue tu culpa Kurama-san, se que te preocupabas por mi y lo hiciste para que aprendiera mi lección" - negó la joven Hyuga mientras le daba una pequeña sonrisa.
"En momentos así me gustaría haber aprendido algún tipo de Jutsu médico" - suspiró el pelirrojo. Él podía regenerarse a gran velocidad gracias a que era un Semi-Bijuu y que su cuerpo había sido templado con grandes cantidades de chakra Mokuton pero él no tenía forma alguna de ayudar a los demás.
"Con el ungüento de mi clan, esto estará como nuevo mañana" - sonrió Hanabi mientras intentaba pararse con inconformidad.
"Eso me alivia un poco pero no cambia el hecho de que fue mi culpa que todo esto terminara así" - dijo Kurama con seriedad - "Ya sé..."
El joven Uzumaki lentamente se acercó hacia la joven Hyuga, quien solo pudo sonrojarse al ver el rostro del pelirrojo tan cerca.
"¡Onee-chan, dame fuerzas!" - pensó Hanabi mientras el chico se acercaba cada vez más. Ella podía sentir la respiración de Kurama a pesar de que era leve.
"¿Sucede algo Hanabi-chan?" - preguntó Kurama al ver que la pequeña no se movía.
"Calma Hanabi... respira hondo..." - murmuró la Hyuga menor mientras intentaba calmarse - "Él es el chico que le gusta a Onee-chan así que no pienses en nada raro..."
Kurama solo la vio con una sonrisa mientras pensaba que las dos hermanas eran similares.
Luego de un tiempo, Hanabi reunió algo de valor para poder mirar al chico pero sabiendo que lo perdería pronto, ella levantó la cabeza con gran velocidad, sin saber que Kurama se había acercado nuevamente para intentar ayudarla - "¡Eiii~!"
*¡Bam!*
"Ugh..." - Kurama solo pudo soltar un pequeño gemido de dolor al sentir como la pequeña Hyuga le había dado un cabezazo en el mentón. Normalmente esto no sería problema pero Kurama no estaba preparado para el ataque.
* * * * *
Hanabi usó Cabezazo... ¡Es Super Efectivo!¡Golpe Crítico!
Kurama cayó de frente al piso mientras que Hanabi cayó encima de él.
Kurama Salvaje ha sido debilitado, Hanabi ganó 150 puntos de Exp... Hanabi subió de nivel... Hanabi quiere aprender Cabezazo Zen, pero ya conoce 4 Movimientos... ¿Deseas borrar alguno para aprender Cabezazo Zen?
¡Si!
Que ataque deseas borrar.... Cabezazo, Embestida, Golpe Karate, Persecución.
Embestida...
¿Entonces desea borrar Embestida?
Si
3...2...1... Pff~ Hanabi a olvidado Embestida.... Hanabi aprendió Cabezazo Zen...
* * * * * *
"¡¿K-K-Kurama-san?!" - gritó la sorprendida Hanabi mientras observaba al pelirrojo en el piso.
"¡Ugh~! Tienes que estar más atenta al entorno, Hanabi-chan..." - murmuró el Uzumaki mientras se sobaba el mentón.
"¡GOMENASAI!" - gritó Hanabi mientras repetía su disculpa a una velocidad impresionante.
"No te preocupes" - sonrió el pelirrojo mientras se daba media vuelta y le indicaba que se acercara - "Sube, te voy a llevar a casa"
". . ." - Hanabi solo asintió con vergüenza mientras se subía a la espalda del chico y tenía que admitir que se sentía segura.
"Es hora de partir" - sonrió el pelirrojo mientras empezaba a correr en dirección hacia la Residencia Hyuga. Hanabi tenía que admitir que esto era divertido.
Luego de un tiempo, los dos llegaron a la casa de Hanabi.
Los guardias se sorprendieron cuando los vieron llegar, más cuando vieron la sonrisa que la joven Hyuga tenía en su rostro. Hanabi era conocida en la residencia por siempre tener una expresión seria pero con Kurama ella estaba actuando como una niña normal - "Etto... Kurama-sama... ¿Cómo es que trae a Hanabi-sama en su espalda?"
"Cuando volvía de mi entrenamiento con el equipo 8. vi que Hanabi-chan tenía lastimado uno de sus tobillos" - respondió Kurama - "¿Cómo es que podía dejarla ahí sola sin protección?"
El guardia levantó una ceja mientras miraba el tobillo de la joven Hyuga y notó que en verdad estaba inflamado. Lentamente volteó a ver a su compañero que asintió sin necesidad de decir algo y rápidamente salir corriendo en dirección hacia la Residencia.
"Supongo que fue a avisarle a los médicos" - dijo Kurama con calma.
"Efectivamente..." - asintió el guardia restante - "Gracias por traer a Hanabi-sama, Kurama-sama..."
"No te preocupes" - asintió el pelirrojo - "Por cierto, Hinata-chan no volverá hasta dentro de dos horas... ella sigue entrenando junto a Ino-chan"
"Gracias, se lo informaré a Hiashi-sama" - asintió el guardia mientras miraba a la joven Hyuga - "Hanabi-sama, creo que será mejor que se baje de Kurama-sama porque estoy seguro de que tiene algo que hacer"
"Ok..." - murmuró Hanabi mientras se bajaba con cuidado de la espalda del chico.
"Lamento no poder quedare más tiempo pero tengo que volver a casa" - dijo Kurama mientras miraba a la princesa del Byakugan - "Nos vemos pronto Hanabi-chan y recuerda lo que te dije"
"¡Ya entendí, Kurama-san!¡No soy estúpida!" - dijo Hanabi con insatisfacción aunque pensaba otra cosa - "¡Pff~!¡Ni creas que no lo haré de nuevo!"
"¡Nos vemos!" - dijo el pelirrojo mientras desaparecía del Recinto Hyuga.
"Kurama-san... supongo que tendré que ayudar a Onee-chan" - murmuró Hanabi mientras pensaba en como darle ventaja a su hermana mayor y tal vez con eso podría ver más seguido al chico de cabello rojo.
"¿Dijo algo, Hanabi-sama?" - preguntó el guardia.
"No es nada" - negó la joven Hyuga, solo para ver como un grupo de Ninjas Médicos se acercaba a su ubicación.
* * * * *
Habían pasado 15 minutos y Kurama estaba nuevamente en casa. Lentamente abrió la puerta pero fue en ese momento cuando escuchó un sonido que conocía bastante bien.
Con mucho cuidado, él caminó hacia su habitación, solo para escuchar gemidos desde dentro.
Lentamente abrió la puerta y vio algo que sinceramente ya esperaba. Kushina estaba masturbándose mientras gemía su nombre.
La bella pelirroja despertó de su sesión de placer cuando escuchó la puerta abrirse, solo para ver como Kurama le daba una media sonrisa. Ella intentó defenderse pero no salían palabras de su boca, así que solo soltó un suspiro avergonzado.
"Sinceramente no esperaba este recibimiento" - dijo Kurama mientras miraba a la semidesnuda pelirroja.
Kushina solo se tapó el rostro por la vergüenza que sentía pero se sorprendió cuando sintió como alguien estaba tocando su intimidad. Lentamente levantó la mirada y notó como Kurama estaba delante de ella con una mirada apasionada. Ella comprendió de inmediato lo que sucedería así que activó el sello de privacidad para que los dos pudieran iniciar su nuevo acto de pasión.