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A Tang Yuansi nunca se le había pasado por la cabeza que esa era la única razón por la que ella estaba allí frente a él.
Ella ya lo sabía todo.
La mirada en sus ojos se atenuó mientras que los nervios de su cuerpo se tensaron al igual que una cuerda de arco que se estiraba fuertemente.
No recordaba cuándo había empezado a sentir cariño hacia ella.
Sólo recordaba que ella siempre había estado dentro de su corazón desde la primera vez que la vio.
En ese momento, él había sido un huérfano (sin padres) poco comunicativo del orfanato.
Otras personas lo percibieron como un antisocial y, paulatinamente, comenzaron a alejarse de él.
Aunque evidentementeambos eran de dos mundos diferentes, ella era la única que siempre encontraba excusas para ir al orfanato y buscarlo.
Ella lo acompañaba en la biblioteca que se encontraba en ruinas y, por lo general, se paseaba por ese lugar durante todo el día.