Cuando desapareció el último rayo del crepúsculo, el entorno del castillo volvió a su estado original. El bosque a su alrededor permaneció tan denso como siempre. Contra el resplandor de la tarde, solo se podía ver un Tomahawk negro puro conduciendo por la carretera principal que conectaba el castillo. Se escuchaba el débil sonido de la ropa del conductor agitándose contra el viento.
Ese día, todos los piratas informáticos enviaron una notificación de guerra. Nunca venderían ninguna información a la organización que planeó el Sacrificio de la Doncella. Además, a partir de hoy, rastrearían a esta organización hasta encontrarlos.
Fan Jia, que seguía huyendo frenéticamente en su auto, no se dio cuenta de las implicaciones de sus acciones hasta que recibió una llamada.