Feng Yi no se quería dar por vencido, así que siguió mandarle solicitudes una y otra vez.
Luego de terminar otro asalto y de distribuir el equipamiento, fue expulsado…¡Expulsado!
En el pasado, cuando jugaba, Fu Jiu tenía el hábito de nunca aceptar solicitudes de amistad.
Agregar al Todopoderoso Qin fue un completo accidente.
¿Por qué habría de agregar uno más?
Por supuesto que lo rechazaría.
Ahora, estaba completamente concentrada en hacer dinero.
El número en su cuenta bancaria se disparó, haciéndola inmensamente feliz. Era diferente jugar con el Todopoderoso. Era atractivo y extremadamente caro.
Incluyendo las 2 rondas de antes, había hecho 60.000 yuanes en total, suficiente para comprar algunas partes de computador.
Sustrayendo el dinero que debía por las langostas del día de hoy, aún le quedarían alrededor de 40.000 yuanes.
Fu Jiu mordió su piruleta y con mucha alegría envió 3 simples palabras al Todopoderoso Qin: