Más allá de la ventana, el invernadero de vidrio reflejaba la pálida luz del sol y las brillantes rosas sobresalían incluso en la fina niebla.
En el dormitorio, el Duque Negan parecía haber recuperado la sensación de seguir a su padre y sus mayores por las vastas tierras cuando era joven, montar a caballo, usar un perro de caza y perseguir a una bestia salvaje.