Tan pronto como Ji Ning pisó las cadenas de esencia primordial, pudo sentir que una red invisible de poder lo inundaba. Era como si una extraña melodía estuviera sonando sin parar dentro de su mar de conciencia. Aún así, Ning no era un cultivador de nivel Mundial ordinario, así que podía ignorar fácilmente una influencia disruptiva en este nivel.
Avanzó a través de las cadenas con gran agilidad y mientras lo hacía, los diversos fantasmas comenzaron a acercarse. Por suerte, el Dominio de la Espada Yin-Yang de Ning se extendió para abarcar un área de ochocientos kilómetros y tan pronto como los espectros entraron en el rango se convirtieron en polvo. ¡Si el Dominio de la Espada Yin-Yang de Ning era capaz de matar incluso a los Señores Dao del Primer Paso, ni hablar de simples espectros!
—¿Eh? El poder invisible que cubre las cadenas de esencia primordial es cada vez más fuerte —pensó Ning mientras avanzaba.