—Ya sea que pierda o no, ese es mi problema —respondió Nie Li con una leve sonrisa.
Pronto, los hombres de Long Tianming y Nie Li se alinearon en dos lados, mirando a cada uno de ellos como tigres que acechan a sus presas.
Long Tianming tenía muchos expertos de su lado, mientras que Nie Li estaba solo.
—No vas a lidiar con tantos expertos por tu cuenta, ¿verdad? —Long Tianming sonrió fríamente a Nie Li con desprecio. Long Tianming tenía al menos seis expertos del Reino del Dao del Dragón, además de todos sus Reinos del Eje Celestial. ¡Estaba definitivamente en posición de despreciar a la Liga Demoníaca!
Los ojos de todos estaban enfocados en Nie Li. Nadie sabía lo que Nie Li estaba planeando.
Nie Li miró a Long Tianming, suspiró y sacudió la cabeza.
—Esto ni siquiera es un desafío. ¡Es casi como si me estuviera burlando de ti!