—Abuelo Beirut, ¿ya sabe lo que pasó?
Bebe inmediatamente corrió hacia él.
Beirut sonrió mientras abrazaba a Bebe, asintiendo con la cabeza y diciendo: —Administro la Necrópolis de los Dioses en nombre del Soberano todopoderoso. Por supuesto que sé lo que pasó dentro.
Beirut le echó a Linley una mirada significativa y divertida.
Linley de repente comprendió.
Quizás…
Fue Beirut el que había colocado las tres chispas divinas ahí para él. Si la persona que superase con éxito los retos del décimo primer piso hubiese sido Olivier, tal vez las chispas divinas hubiesen sido de tipo luz, oscuridad, y Destrucción en su lugar.
Pero, por supuesto, eso era sólo la hipótesis de Linley.
—Linley —Beirut rio tranquilamente mientras lo miraba—. Confío en que ya tuviste una débil sensación del nivel Deidad. Debes estar en el precipicio ahora, ¿cierto?