—¡Ataquen! ¡Sigan avanzando! ¡Sus Sanadores se deberían quedar sin Mana! ¡Una vez que se les acabe, tomaremos la colina! —gritó Crimson Fox, con los ojos inyectados en sangre. En ese punto, dejó a un lado las pérdidas potenciales por completo.
Sin embargo, como lo había dicho Crimson Fox, el despiadado ataque de Castillo Carmesí era una gran carga para los Sanadores de Cero Alas. Lanzaban implacablemente cada hechizo de curación que tenían disponible. Su tasa de consumo de Mana era incluso mayor que durante el asalto a un Jefe.
En una batalla normal contra un Jefe, solo necesitaban concentrarse en los TPs. Sin embargo, en ese momento debían que curar a todos. Si perdían la concentración, sus compañeros podrían morir. De hecho, las más de 20 bajas que Cero Alas había sufrido hasta ese momento habían sido el resultado de la distracción de los Sanadores.