Cuando el plano colapsó, todas las personas y objetos se convirtieron en fragmentos del espacio distorsionado. Carne y tierra se mezclaban, y un poder del Inframundo succionaba este mundo. Hacía mucho tiempo que un plano no sufría una caída tan horrible.
En general, incluso si se agotaba la vida de un Plano Secundario, en ese momento, habría Dioses especializados que presidían el juicio y la destrucción del mundo. Y un evento como la batalla entre el Monstruo de la Cripta y Glynos, que destruyó el plano, no había ocurrido en más de mil años.
Todos sentían que el orden del Universo salía de control progresivamente. En los Reinos Divinos, aquellos Dioses que se habían burlado del Dios del Dragón Negro comenzaron a preocuparse acerca de un posible ataque a sus Planos Secundarios por enemigos desconocidos.
Mientras observaban a la Bestia Astral que se acercaba, también prestaban atención a la situación de Ala de Dragón Negro.
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