La llegada de Marvin conmocionó a todos los presentes. Hubble tenía un semblante intranquilo y no podía dejar de mirar hacia un rincón de la habitación, donde se hallaba de pie un hombre con aspecto avergonzado: Jast.
Tras la muerte de Turalyon, aquel hombre había saltado ante la oportunidad de convertirse en el ayudante de confianza de Hubble, el cual había sido el verdadero responsable de impedirle la entrada a la ciudad a los refugiados comunes: Jast estaba sencillamente cumpliendo sus órdenes. Sin embargo, la presencia de Marvin había estropeado varios de los planes de Hubble. No estaba seguro de la cercanía de la relación entre Marvin y Daniela, así que aún no sabía qué decisión tomar.
—Señor Marvin —saludó Hubble escogiendo cuidadosamente sus palabras, y prosiguiendo con parsimonia: —Esta es una reunión de carácter oficial. Se trata del derecho de herencia del clan Cridland…