—Qin Zhaozhao y Qin Mumu —dijo despacio Huo Mian.
—¿Zhaozhao y Mumu? Son nombres bastante... especiales... —dijo una de las enfermeras con una sonrisa en el rostro.
—Los nombres son muy poéticos... el verso de un poema dice así: "si entre dos personas el amor dura para siempre, ¿por qué necesitan quedarse juntos noche y día?"
—Wow, señorita Huo, ¿extrañas al padre de las bebés? —bromeó otra de las enfermeras.
Huo Mian sonrió pero no dijo nada más. Luego volteó para mirar a su madre.
—Mamá, ¿qué piensas de los nombres? ¿No suenan bien?
—Son geniales. Siempre y cuando a ti te gusten, no importa cómo se llamen. Después de todo, son mis nietas —Yang Meirong miró con sinceridad a Huo Mian. Estaba muy feliz por poder estar con su hija, especialmente cuando acababa de dar a luz.
—Señorita Huo... casi es hora de llevar a la bebés de vuelta a la UCIN para que duerman.