—Hermana Huo, yo...
—No digas nada. Déjame adivinar tus hábitos, ¿está bien? —dijo Huo Mian con un tono gentil, como si le estuviera hablando a una niña pequeña, mientras miraba a Cheng Yuning.
La jovencita no dijo nada, solo permaneció en el borde del techo mirando a Huo Mian. Todos los policías y bomberos allí estaban nerviosos y preocupados, con temor a que la joven se resbalara accidentalmente y cayera. Aquella realmente era una cuestión de vida o muerte.
Huo Mian se volteó y lentamente se acercó a ella con pasos lentos y suaves. Mientras caminaba, le preguntó: —Tu película favorita es "Grandes héroes", porque querías tener un amigo tan amable como Baymax, ¿cierto?
Los ojos de la joven se iluminaron de sorpresa, porque nunca había hablado con nadie sobre sus sentimientos.