Después de hojear la carta, un escalofrío recorrió la espalda de Smarty.
¿Un demonio que podría abrir la puerta del infierno, dejando que las tropas vayan y vengan como quieran?
Sin lugar a dudas, esta información era de suma importancia. En realidad, le había dejado perplejo la extraña y áspera caída del Castillo de Reflexión de la Nieve. Lo único que se podía decir de ello era que los demonios invadían desde el lado norte. Todas las otras explicaciones variaban y se contradecían. Evidentemente, todos los ciudadanos que presenciaron la llegada de los demonios con sus propios ojos habían muerto durante la invasión.
Por fin tuvo afirmación concluyente a sus preguntas.