—¡Por el nombre de Tres Dioses! ¡Eso es... el Águila de cuatro alas!
—¡Cómo se atreve esta bestia a entrar en el Santuario Ardiente!
—¡Ayuda, ayúdame!
—Guardias, ¿dónde están los guardias?
Gritos de pánico e incredulidad vinieron de la multitud. Algunas de las personas de Nación Arena sacaron sus armas y subieron a la plataforma para salvar a Lorgar, mientras que las otras querían huir. La escena de repente se volvió bastante caótica.